La difusión y el reconocimiento a su obra se lo debe a Dios y a sus ancestros. El artista zapoteco Porfirio Gutiérrez da gracias porque expone su obra en el museo LACMA, de Los Ángeles, California, en Estados Unidos; informó MILENIO.
Su instalación La línea del tiempo es parte de la exposición Los cinco colores primarios de Mesoamérica, que se abre al público a partir del 18 de septiembre de 2024.
En entrevista con MILENIO, el artista dice que el acercamiento con el LACMA fue en un entendimiento más extenso que rebasó lo artístico para abordar el tema de la ciencia.
“La ciencia y el arte se relacionan con mi trabajo y con la creación de los colores, aunque usando elementos naturales. Uno de los elementos más importantes de mi trabajo, y también de la cultura zapoteca, es la grana cochinilla”.
Entonces el acercamiento entre la expresión artística y los materiales se dio para mostrar cómo es que se producen diversos colores.
“Es un honor para mí poder mostrar un poco sobre una instalación que ilustra mi espacio de trabajo. En la instalación se ven colgados piezas de hilos que muestran información sobre el tiempo y la historia”.
Porfirio Gutiérrez comparte con el público la forma en la que recolecta las plantas cada año, porque se crea una reacción.
“El color va cambiando con el tiempo, por eso la recolección de las plantas se tiene que hacer de acuerdo con el ambiente natural porque donde crece se va a crear una reacción con el color”.
“La mayoría de los elementos se recogen en tiempo de lluvia, entonces cada año cada tiempo de lluvia el color se va transformando”.
Relata que viene de una tradición donde su familia practica el tejido de una forma práctica.
“Yo empecé a tejer formalmente a los 12 años, pero desde que tengo uso de razón he estado involucrado en apoyar en algunas cosas que un niño podía hacer, por eso el manejo que tengo del uso de los materiales naturales, algunos de los cuales se han ido perdiendo, pero yo ya aprendí la tradición y a preservarla”.
Detalla que por una oportunidad migró a los Estados Unidos y ya instalado en está nación pudo poner su taller en California.
“Hoy en día, después de estar mucho tiempo en Estados Unidos, retomé esa tradición de tejido con la idea de siempre poder expresar algo. Me di cuenta que para mí era muy importante comunicar y bueno eso lo encontré en mi tradición”.
“Muchas de mis propuestas se relaciona con las instalaciones más conceptuales y eso también informa y difunde la expresión de los pueblos originarios”.
Está satisfecho porque asegura que con su arte ha podido trascender, “especialmente en un país donde el enfoque tal vez es mucho más conceptual, eso es diferente a lo que yo entendí que era una tradición o este tipo de trabajo que implica un enorme oficio”.
Asegura Porfirio Gutiérrez que el arte le da la oportunidad de poder expresar su trabajo en este tipo de espacios, como el LACMA.
“Primeramente por la bendición de Dios, las oraciones de mis padres, así como por la intervención de los ancestros.Yo siento que hay una información en el ADN de cada uno, en este caso en mi ADN están las oraciones y las ofrendas de mis antepasados. Yo estoy expresando una voz de ellos. Entonces no sé, si es mi voz o es la voz de ellos, yo creo que por eso las instalaciones artísticas se van reconociendo con el tiempo y también viajando a este tipo de lugares en un diálogo con lo artesanal, la ciencia y la química, en un museo de este nivel, donde se presentan trabajos contemporáneos y de artistas conceptuales”.
Detalla que para él la migración es un proceso espiritual que viene genéticamente de los pueblos originarios donde existe esa necesidad de migrar.
“Para mí la migración se debe entender como lo entendieron mis ancestros, es mirar a una mariposa que viaja desde Canadá, pasa por Estados Unidos, Canadá y pasa tiempo en México, existe una necesidad de migrar y ese proceso de migración es natural y muchos de nosotros lo seguimos haciendo hasta nuestros días”.
Su instalación ocupa un lugar especial ya que dialoga con las obras maestras del arte mesoamericano reunidas en la exposición Los cinco colores primarios de Mesoamérica, misma que explica que aquella sociedad clasificaba el espectro cromático según cinco tonalidades primarias: negro, rojo, azul-verde, amarillo y blanco, el color del potencial cósmico.
El artista Porfirio Gutiérrez expone en el marco del PST ART: Art & Science Collide.
Imagen portada: Especial