La expulsión de Miguel Ángel Yunes y su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, del Partido Acción Nacional (PAN) se presenta luego de que votarán a favor de la reforma al Poder Judicial, sin embargo, podría reflejar la ruptura interna que vive la organización política desde hace años, donde se ha podido observar peleas entre el dirigente nacional, Marko Cortés, con exgobernadores; la pérdida de 7 gubernaturas en las últimas dos elecciones; la revelación de un “acuerdo político” ilegal en Coahuila; y la “traición” de miembros importantes.
La dirigencia de Marko Cortés ha estado marcada por el declive político de la organización, la cual, a inicios del Siglo XXI, con los mandatos presidenciales de Vicente Fox y Felipe Calderón, parecía ser la opción de cambio que los mexicanos habían elegido para dirigir el rumbo del país, panorama que se desmoronó tras la fatídica experiencia calderonista de “la guerra contra el narco”.
Cortés tomó las riendas del Partido Acción Nacional en 2018, arrastrando desde sus inicios con la ineficacia política que representó la coalición tripartidista con el extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).
En 2022, el PAN triunfó solo en una de las cinco gubernaturas que se disputaron, sin embargo, esta derrota fue “maquillada” por el avance de la derecha en la capital del país.
Este 2024, durante el proceso electoral, el PAN no solo sufrió una dura derrota en las elecciones presidenciales, donde tuvo que pactar con el partido del que históricamente sirvió como opositor, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sino que también perdió uno de sus “bastiones”, Yucatán, pasando de gobernar 11 entidades a solo cuatro en 6 años. Otro de los “bastiones” que perdió la administración blanquiazul de Marko Cortés es la de Baja California, entidad que gobernaban desde 1989.
Sin duda, la derrota electoral de 2018 representó un “terremoto” interno, donde las voces más fuertes del partido blanquiazul culparon a Marko Cortés, incluso un grupo de 13 exgobernadores, entre los que se encontraron Juan Carlos Romero Hicks, Héctor López Santillana y Fernando Canales, emitieron un “llamado urgente” para renovar al partido.
“Cambias o te vas”, fue la consigna del mensaje, donde, entre otras cosas, se exigía que el partido se abra a la ciudadanía y cambie de rumbo para, de acuerdo con las declaraciones, “actualizar este proyecto político a las realidades que vivimos, priorizando la seguridad, la superación de la pobreza y el logro de la equidad social”.
La alianza con el PRI, la pérdida de identidad blanquiazul
Rumbo al proceso electoral de 2022, las dirigencias del PAN, PRI y PRD decidieron aliarse para impulsar una campaña de oposición contra el oficialismo, la cual resultó en la derrota del pasado 2 de junio, donde su candidata presidencial, Xóchitl Gálvez, perdió la contienda resultando la pérdida del registro del “Sol Azteca”.
La coalición surgió en 2020, aunque su registro oficial se dio ante el Instituto Nacional Electoral (INE) hasta junio de 2021, luego de que los dirigentes nacionales de los tres partidos, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, respaldaron la agenda planteada por la organización “Sí por México”.
La coalición no logró muchos éxitos durante sus tres años de existencia, y uno de los momentos que mancharon más su reputación fue cuando Marko Cortés “reveló” el «Acuerdo Político Electoral Coahuila 2023 – 2024», el cual establecía una eventual repartición de candidaturas a nivel federal, gubernaturas entre otros puestos.
En dicho acuerdo se estipulaba que el PRI conduciría y “siglaría” la gubernatura del Estado de México y de Coahuila en el año 2023; mientras que el PAN, “siglaría” y conduciría los procesos 2024 de la Presidencia de la República, así como la Jefatura de la Ciudad de México 2023.
Además, se establecía que en cada planilla que no encabezara el Partido Acción Nacional, llevaría por lo menos un regidor y dirección del ayuntamiento.
El documento fue compartido por Marko Cortés como una evidencia de los acuerdos alcanzados con la dirigencia nacional y local del PRI en Coahuila, a cambio de la candidatura a la gubernatura que ostentó Manolo Jiménez en el proceso electoral de 2023, según un comunicado publicado por Acción Nacional el 9 de enero, este acuerdo no fue cumplido por el ahora gobernador de Coahuila, quien no permitió la postulación del candidato a la Presidencia Municipal de Torreón.
Pedimos al gobernador de Coahuila y a las dirigencias del PRI, el cumplimiento íntegro de los acuerdos políticos realizados y firmados en 2023. pic.twitter.com/orK14igYYL
— Acción Nacional (@AccionNacional) January 9, 2024
Los resultados panistas
En 2018 el PAN, de manera individual, obtuvo 9 millones 996 mil votos, mientras que en 2024 obtuvo 9 millones 644 mil votos.
Si bien, la caída únicamente fue del 1.6% respecto al padrón electoral, en 2018 el PAN no compartió candidato con el PRI, mientras que en está ocasión no solo ocurrió así, sino que Gálvez Ruíz provenía de las filas blanquiazules.
Mientras que la legislación de Partidos Políticos establece que el número de militantes necesarios para que un partido político mantenga su registr es de 246 mil 270, el PAN apenas supera este número con 277 mil 665, pese a que en los últimos años registró un gasto de 37 millones de pesos en campañas de afiliación.
De hecho, el PAN es la organización política nacional con el menor número de registros, por debajo incluso del extinto PRD, quien hasta el último registro del INE posee 999 mil 249 afiliados.
Hoy, el PAN esta ante un proceso de renovación en su dirigencia nacional, donde, en palabras de militantes como el exlegislador Damián Zepeda, la institución tiene falta de identidad y de proyecto político.
