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Brian Epstein. Todo lo que los Beatles le deben a su mánager

Brian Epstein identificó por primera vez a Los Beatles en la portada de la revista Mersey Beat que se vendía en NEMS (North End Music Stores), la sección de discos de las mueblerías de sus padres que Epstein administraba. También los había visto en los carteles pegados en las bardas de Liverpool. Por esos días de 1961, el cliente Raymond Jones entró en NEMS y pidió el sencillo “My Bonnie” que Los Beatles habían grabado en Alemania con el cantante Tony Sheridan. No lo tenían, pero esto hizo que Epstein se interesara por el grupo que tocaba en The Cavern Club ubicado muy cerca; publica MILENIO.

«Cuando los vi actuando por vez primera (9 de noviembre de 1961), algo tremendo se produjo —escribió Epstein en A Cellarful of Noise (1964), su autobiografía—. Me impactó de inmediato su música, su ritmo y su sentido del humor en el escenario. Eran muy divertidos; su improvisación era excelente. Me gustaron enormemente. Pensé que su sonido era algo que le gustaría a muchísima gente. Eran frescos y honestos y tenían lo que yo pensaba que era presencia escénica; tenían calidad de estrella. Sea lo que eso signifique, lo tenían o yo sentí que lo tenían».

Tras comprobar que Los Beatles no tenían pendientes contractuales con Allan Williams, el empresario que los había llevado a Hamburgo, Epstein los citó en su casa y les dijo: «¿Cómo se sentirían si alguien se hiciera cargo de ustedes?”. George, sin levantar la vista, murmuró: “Estás bromeando”.https://d-301669631113844508.ampproject.net/2409061044000/frame.html

“Nunca he sido más serio en mi vida. ¿Cómo se sentirían?”

Epstein recuerda esta conversación en su autobiografía: “John, el Beatle literario, dijo: ‘Vete al diablo’. Paul dijo algo similar, aunque menos educado, y yo dije: ‘No parecen muy entusiasmados'».

Los Beatles terminaron diciendo «sí, muy bien, señor Epstein, adelante».

Brian Epstein. Todo lo que los Beatles le deben a su mánager
Brian Epstein. Todo lo que los Beatles le deben a su mánager

Fue una decisión instintiva e inédita, porque Brian nunca se había propuesto ser mánager de nadie. El rock tampoco era su género musical favorito. Pero encontró en los Beatles su misión. Desde el principio los veneró como artistas y se volvieron la tabla de salvación de un hombre que había sido despedido de las Fuerzas Armadas del Imperio Británico por ser «mental y emocionalmente inepto» (léase homosexual), y que había probado suerte en escuelas de arte dramático, aunque rápidamente entendió que la actuación tampoco era lo suyo.

Un puñado de reglas

Los Beatles firmaron su primer contrato por cinco años el 24 de enero de 1962; establecía que Epstein recibiría una comisión de 25 por ciento de los ingresos brutos del grupo después de que se hubiera alcanzado un cierto umbral financiero. El grupo le ofreció un porcentaje menor, pero Epstein les recordó que había estado pagando sus gastos durante semanas sin recibir nada a cambio y que «5% sería destinado a convertirlos en la mejor agrupación inglesa».

Y Brian Epstein cumplió. Si en 1961, los Beatles era uno de los 350 grupos musicales de Liverpool que luchaban por conseguir un club donde presentarse, en 1964 John, Paul, George y Ringo estaban triunfando mundialmente por méritos propios y los de su mánager, míster Brian Epstein.

Para empezar, Epstein les impuso a Los Beatles un puñado de reglas: no fumar ni beber en el escenario, vestirse de traje, no interactuar con el público (nada de groserías) y hacer una caravana sincronizada al finalizar sus presentaciones. A cambio, les dio libertad musical. En vez de decirles a Los Beatles cuáles canciones tocar, trabajó con el grupo para ayudarlos a hacer realidad sus ideas musicales.

A los Beatles les costó trabajo deshacerse de la mezclilla y el cuero para meterse en unos trajes «a la Savile Row» de mil libras de las de hoy, pero terminaron aceptando las condiciones de Epstein.

Tras promover el material musical en las principales disqueras, finalmente se abrió una puerta en Parlophone, un pequeño sello de EMI. Epstein les presentó al productor e ingeniero de sonido George Martin, que lo primero que advirtió fue que Pete Best, el baterista, no funcionaba. A Brian Epstein le tocó la engorrosa tarea de despedirlo y sustituirlo por Ringo Starr.

En una entrevista de 1964, Epstein dijo: «Los Beatles representan para mí las relaciones humanas directas, despreocupadas, afables y desinhibidas que siempre he querido y que nunca había encontrado. Mi sentimiento de inferioridad se evaporó con ellos porque sabía que podía ayudarlos y que ellos confiaban en mí para que yo los ayudara».

Una bolsota café

A fines de 1963, Los Beatles ya habían conquistado Gran Bretaña. Entonces Brian Epstein consiguió que tuvieran un espacio en The Ed Sullivan Show; insistió en que encabezaran el elenco musical del programa. Tuvo que llegar a un acuerdo económico con Sullivan, pero logró lo que se proponía. El cuarteto de Liverpool recibió un total de 10 mil dólares; el pago por cada uno de los dos shows en vivo fue de 3 mil 500 dólares y por grabar canciones adicionales para futuras transmisiones fue de 3 mil dólares. En febrero de 1964 fueron vistos por 73 millones de telespectadores estadunidenses. Los Beatles habían conquistado América y el planeta entero.

Brian Epstein. Todo lo que los Beatles le deben a su mánager

El «Método Epstein para lograr el éxito» ha sido estudiado en las escuelas de negocios y lo siguen copiando los empresarios de la música. La BBC ha descrito algunos puntos claves que nos llevan a entender cómo se volvió realidad la profecía de Epstein: “Los Beatles serán más grandes que Elvis Presley”.

De lo que no nos cabe la menor duda es que las películas que hicieron son infinitamente mejores que las de Elvis. «Brian sabía que nos gustaba el cine —ha comentado Paul—. Habló con Richard Lester quien vino un día a vernos».

Así nació A Hard Day’s Night (Lester, 1964), la película que documentó el fenómeno de la beatlemanía y significó un triunfo artístico y comercial.

Otra idea que se le ocurrió a Epstein —lo revela la BBC— fue evadir los impuestos que en Gran Bretaña eran elevadísimos (escúchese “Taxman”, de George Harrison). Epstein se las arregló para que los Beatles percibieran más ingresos y también él. La bolsa de estraza llena de dinero «sin declarar» con la que Brian salía de los sitios donde se presentaban se evidenció «mundialmente» cuando en la canción “Baby You’re A Rich Man”, dedicada a Brian Epstein, se decía: «Guardas tu dinero en una enorme bolsa café/ Dentro de un zoológico/ ¿Qué hacer?», (You keep all your money in a big brown bag/ Inside a zoo/ What a thing to do?). Así, en 1967, Lennon le soltaba a Brian un amistoso consejo: «No te quejes; eres un nene rico». Se dice que Epstein se embolsó 14 millones de libras.

Torremolinos affaire

En la Inglaterra de 1967, cualquier expresión física de la homosexualidad era ilegal, las personas que la ejercían quedaban expuestas a la violencia, el encarcelamiento y el chantaje. Había quienes lograban seguir adelante, pero a Epstein esa injusticia lo enardecía. A los 22 años (1957), fue arrestado en unos sanitarios públicos por obedecer a las insinuaciones fingidas de un policía que enseguida lo esposó. En un documento para su defensa, Brian expuso: “El daño, los métodos mentirosos y criminales de la policía al importunarme y, en consecuencia, capturarme, me dejan frío, aturdido y acabado”.

Cinco años después estaba conociendo a los Beatles, y se ha dicho que lo que Brian sintió por John Lennon fue decisivo para que se convirtiera en su mánager, cuatro excelentes chamacos que confiaban ciegamente en quien llamaban míster Brian Epstein.

Brian Epstein. Todo lo que los Beatles le deben a su mánager

Los Beatles podían bromear sexualmente con Brian (John, por ejemplo, «retituló» la mencionada autobiografía de Brian como A Cellarful of Boys), pero no dejaban que nadie lo agrediera. Cuando alguien se pasaba de la raya, era condenado al ostracismo. Uno de los amigos de la escuela de Lennon, les preguntó: «¿Cuál de Los Beatles es el novio de Brian?». Le exigieron una disculpa escrita que, a pesar de firmarla, George, John, Ringo y Paul jamás le volvieron a dirigir la palabra.

Hubo, sí, un coqueteo por parte de Lennon. A propósito de unas vacaciones con Brian Epstein en España, Lennon le contó en 1970 a Jann Wenner (dueño de la revista Rolling Stone), que en 1964 había tenido una relación amorosa con Epstein. «Bueno, casi fue una relación amorosa, pero no del todo. Nunca se consumó, pero fue bastante intensa. Fue mi primera experiencia con un homosexual del que yo era consciente de que lo era. Él me lo había confiado. Pasamos esas vacaciones juntos porque Cyn (Cynthia Lennon) estaba embarazada. Yo fui a España con Brian y hubo muchas anécdotas divertidas. Solíamos sentarnos en un café en Torremolinos a mirar a los chicos. Y yo le preguntaba: ‘¿Te gusta ese?, ¿te gusta este otro?’. Yo estaba disfrutando bastante de la experiencia, pensando como un escritor todo el tiempo».

Una de las mejores familias

John Lennon se daba cuenta de lo mal que la podía pasar Brian cuando intentaba ligarse a los estibadores del puerto… (¿Será cierto que You Get To Hide Your Love Away fue escrita por Lennon pensando en Brian como afirma Tom Robinson, el autor de la canción «Glad to be Gay»?).

Craig Brown, periodista especializado en Los Beatles y prologuista de A Cellarful of Noise, ha asegurado que la forma en que el mánager de El Cuarteto de Liverpool manejó su homosexualidad detonó la farmacodependencia y la ludopatía de Brian que en una noche de casinos podía perder hasta 20 000 libras.

Desde 1966, a Brian se le venía alrevesando la vida. Hacía tiempo que Los Beatles habían renunciado a hacer giras, algo que a Brian le encantaba organizar. Estaba próxima la renovación del contrato en el que el porcentaje de ganancias para Brian decrecería de un 25 % a un 10%. Sus muchachos ya no lo necesitaban… tanto.

En 1966 Brian intentó suicidarse. Falló. El 27 de agosto de 1967, tras ingerir una sobredosis de barbitúricos, Brian Epstein falleció encerrado en su habitación. El mismo Brian había resumido su vida como «una sucesión de enfermedades mentales y hechos sórdidos e infelices que trajeron gran pesar a mi familia». John Flood, su psiquiatra, dictaminó: «El paciente era homosexual pero nunca lo aceptó. Sufría insomnio, ansiedad y depresión».

Los Beatles se sintieron desamparados. Ringo Starr describió así la confusión del grupo: «Nos preguntábamos qué íbamos a hacer. De repente éramos como pollos sin cabeza. ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué vamos a hacer?». George Harrison dijo: «No sabíamos nada de negocios ni de nuestras finanzas; Brian se había encargado de todo y después de su fallecimiento reinó el caos». John Lennon comentó: «Supe que ese momento era el principio del fin». «Fue como si muriera uno de nosotros cuatro», dijo Paul McCartney.

Aunque Brian era sólo unos años mayor que ellos, Los Beatles lo querían como a un padre, como a un inmejorable hermano mayor. Les dolían las golpizas, los hurtos y los chantajes que padecía y le evitaban -hasta donde les era posible- el sufrimiento. Se cuenta que durante una fiesta dada por Brian en su casa se le avisó que Paul no asistiría. Todos se percataron de su sentimiento de abandono magnificado por el efecto del LSD. Al verlo, George y John corrieron hasta donde él estaba para consolarlo. «Vamos, Brian», dijo George abrazándolo, «estamos todos aquí, somos buenos amigos y te amamos».

Sin duda, Epstein y Los Beatles formaban una familia, una de las mejores familias.

IMAGINA…

En 1965, Brian les informó a los muchachos que la Corona británica les estaba ofreciendo el título MBE (Miembros del Imperio Británico). «¿Qué les respondo?». Los Beatles aceptaron la condecoración, pero George, percibiendo la tristeza de Brian al ser excluido del nombramiento, tuvo la feliz ocurrencia de decir: «MBE significa ‘Mister Brian Epstein'».

Casi al mismo tiempo del «suicidio accidental» de Brian, la homosexualidad empezó a ser despenalizada en Inglaterra, aunque fue hasta 2014 cuando a Brian Epstein se le incluyó en la sección de «no artistas» del Salón de la Fama del Rock and Roll.

Este 19 de septiembre de 2024, Brian Epstein estaría cumpliendo 90 años. Imaginemos que, para celebrarlo, en la bóveda celeste se está proyectando Midas Man (Stephenson, 2024), filme que se acaba de estrenar en los cines con bastante éxito. Imaginemos que Brian Epstein camina entre las nubes apoyado en el brazo de un guapo oficial de la marina. Ya están tomando sus asientos. Por allá están Elton John y su marido David Furnish saludando a Ringo. John y George flanquean a Brian en la primera fila mostrando una sonrisa angelical. Todo irradia amor y paz. Los reporteros de la BBC se acercan al siempre realista Paul McCartney que les comenta: «Nunca me gustó la idea de tener otro mánager, en parte porque había visto cómo Brian Epstein desempeñaba su tarea y nadie podría competir con él. Nadie podría hacerlo tan bien porque le sería imposible tener el estilo, el garbo, el ingenio y la inteligencia que Brian Brian fue, simplemente, demasiado bueno».

FRASE

«Si hubo un Quinto Beatle, ese fue Brian Epstein», Paul McCartney.

FRASE

El primer contrato firmado por Brian Epstein y Los Beatles en 1962 fue subastado en 2019 por Sotheby’s en 300 000 euros. 

Y además  

El quinto Beatle  

En The Fifth Beatle (2014), el escritor Vivek J. Tiwary le da vida a Brian Epstein, la décima edición (2023) de este bestseller premiado y aclamado por la crítica, incluye una introducción del mánager Kelly Curtis (Pearl Jam) y una sección ampliada de los bocetos creados por Andrew C. Robinson y Kyle Baker. 

La publicación fue autorizada por Ringo Starr y Paul McCartney, y fue publicado por la editorial Dark Horse Comics, propiedad de George, Olivia y Dhani Harrison.  

Imagen portada: Especial / MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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