De visita en México para ofrecer dos funciones en el Lunario, la cantante y actriz alemana habla de su carrera artística y su vocación de viajera.
Por José Juan de Ávila
Ute Lemper regresa a México, viaja en tiempo y espacio. Con cuatro décadas de carrera, se reinventa en un mundo en el que dice que el progreso a menudo “camina sobre la humanidad y rompe su alma”. La cantante y actriz alemana cuenta en entrevista vía Zoom desde Nueva York que viene a celebrar varios aniversarios con su espectáculo Noches íntimas de Kabarett, en dos presentaciones en el Lunario del Auditorio Nacional, las veladas del lunes 23 y martes 24 de septiembre, a partir de las 20:00 horas; publicó MILENIO.
Casi dos décadas después de su primera aparición en el Lunario, en octubre de 2006, Ute Lemper actualiza su mirada musical y dancística de la Alemania de entreguerras, de la República de Weimar. “Hace años Orly Beigel me llevó al Lunario. Y creo que esta vez ella eligió a propósito ese escenario porque mis conciertos de 2022 fueron en la sala Nezahualcóyotl. Así que ahora habrá una atmósfera de cabaret, y eso me encanta”, comenta.
“El cabaret es la narración personal de una mujer que intenta llegar con música y poesía a la gente”, dice la artista que ha trabajado con los cineastas Robert Altman y Peter Greenaway, la coreógrafa Pina Bausch, el compositor Philip Glass y los cantautores Tom Waits y Nick Cave.
Entre canciones de Kurt Weill, Astor Piazzolla, Jacques Brel, Edith Piaf y poemas de Pablo Neruda, Ute Lemper (Münster, 1963) también compartirá composiciones propias de su más reciente álbum, Time Traveler (Viajera en el tiempo, 2024), homónimo de su autobiografía Die Zeitreisende: Zwischen Gestern und Morgen (La viajera en el tiempo: entre ayer y mañana).
Noches íntimas de Kabarett tendrá a Susana Zabaleta como invitada especial.
¿Qué significa para usted ser una viajera en el tiempo?
A mi edad, después de décadas en el mundo del espectáculo, te sientes como una viajera en el tiempo. Sientes que con cada década la música se reinventa; el mercado cambia, el mundo cambia, el enfoque cambia. Cuando empecé en la música todo era análogo y real; ahora todo es digital y computarizado. Y así es el rostro de la música y del arte. Siento que he viajado a través de una gran evolución y muchas metamorfosis en estas décadas. Y en mi vida personal es lo mismo.
¿Qué ha encontrado en esos viajes?
He vivido bastantes años. Y doy un paso atrás y pienso en lo que pasó y trato, de manera filosófica, de contemplar y encontrar pequeños momentos de claridad y de revelaciones. Y siento que ser sincero contigo mismo y las cosas simples son quizá lo más importante en esta vasta y loca evolución y mundo con todas sus complicaciones, guerras y personas que no aprenden ni se mantienen simples.
¿Su música es una suerte de máquina del tiempo o usted misma es una máquina del tiempo?
No soy una máquina del tiempo. Soy un ser humano con todas sus formas de intentar sobrevivir y mantenerse cerca del amor, la familia y la música, las cosas buenas de la vida. Es la sociedad en sí misma la que busca nuevos extremos, identidades y definiciones. Muchos experimentos y muchas fronteras están siempre empujando más allá.
Y sí, son las sociedades, el mundo en el que vivimos, los que han creado esta máquina del tiempo debido al progreso. El progreso es una fuerza que hemos creado y que no puedes detener. Y el progreso camina sobre la humanidad, a menudo rompe el alma de la humanidad por el puro propósito de nuevas formas de ser y resolver conflictos. Obviamente, hay muchas cosas geniales que vienen con el progreso. Pero solo soy un ser humano y una artista para intentar ser fiel a mi raíz y a mi alma.
Con esta concepción del tiempo, ¿qué significa el cabaret para usted?
El cabaret es una forma personal de actuar. Te da un contacto directo con la audiencia. No es nada preproducido, no es un gran espectáculo. No es una gran máquina de entretenimiento. Es como la narración personal de una mujer que intenta llegar con música al público. Y, obviamente, el cabaret tiene un poco de sátira. Es gracioso. Es sarcástico. Es provocativo. Musical. Pero, también muy filosófico, según mi estado de ánimo y mi edad.
¿Cómo entra su reciente álbum Time Traveler en el cabaret y en sus shows en el Lunario?
Solo cantaré dos o tres temas, como máximo, del nuevo álbum. En Noches íntimas de Kabarett, sobre todo, hay mucha retrospectiva. Hay muchos capítulos de mi vida, música que he abrazado. Me he centrado en esos capítulos grandes de mi vida, como son Berlín, Weimar, Brecht y Weill; la historia de Marlene Dietrich, el tango argentino, la música de Astor Piazzolla. Y canciones sobre poemas de Pablo Neruda, que son muy importantes porque en 2024 se cumplen 100 años de la publicación de Veinte poemas de amor y una canción desesperada. En 2025 se cumplen 125 años del nacimiento de Kurt Weill (1900-1950). En 2023 cumplí 60 años y creo que también se cumplen 25 años de mi primer viaje a Ciudad de México. Hay muchos aniversarios que celebrar. Así que combino grandes capítulos de música que me encanta (por supuesto, también está el cancionero francés) con estos aniversarios.
Cuando vino hace dos años a cantar a la Sala Nezahualcóyotl, me dijo que preparaba un documental sobre su vida, en el que dedicaba una parte importante a México. ¿Cómo va el filme?
El documental se sigue editando. Con suerte hay ahí una gran historia. De hecho, debo preguntar cuándo saldrá. Se hicieron tres películas. Una es la historia de Marlene Dietrich basada en un concierto y una investigación que hice (Rendezvous with Marlene, 2020). También está Songs of Eternity, con la música judía de los guetos, ya disponible en Amazon, que ha sido presentado en festivales de cine. Y la biografía personal, el retrato. La historia con Orly Beigel (su amiga y promotora en México) está en esa película. Están pasando muchas cosas. Así que el documental está casi por salir, diría que quizá para Navidad.
¿Cuántas Ute Lemper hay? Es usted cantante, artista, viajera del tiempo, madre…
Solo hay una, con mucho trabajo y muchas responsabilidades. Y no es fácil hacer malabarismos con todo. La mayoría de mis hijos ya son mayores; entonces, la maternidad ya no es tan inmediata como lo era hace diez años. Pero tengo un niño en casa que vive conmigo y aún va a la escuela. Todos los demás ya son graduados universitarios. Y sí, lo que me encanta es escribir música, crear música, producir música, arreglar música, crear proyectos. Y lo que es más agotador en este momento es ir de gira, estar en aviones. Estoy muy cansada de esto. Acabo de regresar de una gran gira europea y todavía estoy un poco cansada. Tengo un par de días más antes de abordar otro avión a México.
Las letras de las canciones de Time Traveler son muy hermosas. En “Moving On”, dice que “hay atajos para la felicidad”. ¿Cuáles son estos atajos?
Dejar de lado la ira, las quejas y las frustraciones y simplemente lidiar con los aspectos positivos. Todo tiene un aspecto negativo y uno positivo, siempre hay problemas, conflictos. Nunca hay un día sin conflictos. Concéntrate en las cosas buenas, incluso si son solo unos momentos de pura alegría y felicidad, si sales a caminar y te ríes con tus amigos o te sientas y piensas por un minuto. Siempre es bueno concentrarte en las cosas buenas porque podrían ser mucho peores. Siempre le digo a mi marido que el vaso está medio lleno, no medio vacío.
Imagen portada: MILENIO | LABERINTO.
