Los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, condenaron en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el conflicto que ha escalado en la última semana entre Israel y Hezbolá, en Líbano, así como las acciones militares israelíes en territorios palestinos.
“En Gaza y Cisjordania asistimos a una de las mayores crisis humanitarias de la historia reciente, que ahora se extiende peligrosamente al Líbano. Lo que comenzó como una acción terrorista de fanáticos contra civiles israelíes inocentes se ha convertido en el castigo colectivo de todo el pueblo palestino”, declaró el presidente brasileño en su participación ante las Naciones Unidas.
Por su parte, Gustavo Petro recordó que hace un año solicitó ante la ONU que se detuvieran las agresiones en la Franja de Gaza, lo cual no ha ocurrido y ha tenido un costo en vidas:
“Hace un año pedí una conferencia de paz por Palestina, hoy tenemos 20.000 niños asesinados y los presidentes de los países de la destrucción humana se ríen en estos pasillos. […] El pueblo de Dios no es el pueblo de Israel ni los Estados Unidos, el pueblo elegido de Dios es la humanidad, los niños de Gaza. Están matando al pueblo elegido de Dios”, destacó Petro.
El presidente colombiano también denunció la poca atención que se le pone a los países del sur global en la asamblea de Naciones Unidas, pese a que en estas naciones está la respuesta para el cuidado del planeta:
Los que no tenemos ese poder de destrucción, los que tenemos el poder de sostener la vida en el planeta hablamos sin mucha atención prestada y muchas veces solo para nuestros propios pueblos. Por eso no nos escuchan cuando pedimos que se detenga el genocidio en Gaza, aunque seamos la mayoría de los presidentes del mundo y representantes de la mayor parte de la humanidad, esos país no nos escuchan”, aseveró Petro.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió en su participación en la ONU sobre el peligro de un conflicto a gran escala: «Una guerra a gran escala no beneficia a nadie. Aunque la situación se ha agravado, todavía es posible una solución diplomática», afirmó Biden.