El futbol mexicano vive un momento que años atrás era inimaginable: el aficionado se saturó, dejó de tener una gran experiencia y castigó sin asistir a las grada; reportó MILENIO.
A excepción de algunos estadios, en los últimos días se han visto gradas vacías en plazas tradicionales como Puebla y Querétaro, se ve cómo el Jalisco abre solo la parte inferior de su estadio o incluso clubes que con mil promociones intentan atraer a como dé lugar de regreso a la gente.
Y es que el juego ha cambiado. Hace dos décadas, el futbol mexicano vivía una época de esplendor en todos los aspectos: su liga era equilibrada, todos los equipos contaban con figuras, se peleaba a muerte por mantener la categoría, se disputaban torneos de relevancia y la selección mexicana tenía una de sus mejores versiones.
Tantos partidos, tantos cambios, saturan no solo a los aficionados sino también a los jugadores, por lo que al final, daña el desempeño.
“No es que el espectáculo haya ido a la baja, está saturado de tanto juego sin trascendencia a la afición y eso se refleja en que la afición está harta, cansada de ver partidos sin trascendencia que se los meten a fuerza, torneos metidos con calzador y el mismo futbolista se satura. No es lo mismo jugar 30 partidos o 35, que jugar 50, aunque deben estar acostumbrados, se satura de repente. Hay muchas lesiones, no terminan de poner a su mejor equipo porque ya has lesionados, ya hay suspensiones, tienen que rotar elementos para poder solventar el torneo, pasa más por ahí”, es el análisis de Miguel Herrera, ex entrenador de la selección mexicana y del América, Monterrey, Tigres, Veracruz, Atlante, Tecos y Tijuana.
Contando solo los torneos donde estén inmiscuidos los clubes profesionales, es decir, la Liga MX, Concacaf Copa de Campeones, Leagues Cup, Expansión MX y Liga MX Femenil, en total, el aficionado tiene una oferta anual de 754 partidos de consumo. Del lado deportivo, el principal premio lo otorga la Concachampions, con plaza al Mundial de Clubes.
Esta saturación ya se ve a nivel selección. En la última Fecha FIFA de septiembre, ante Canadá y Nueva Zelanda, la grada lució muy pobre en comparación con años atrás, donde era un éxito garantizado de taquilla. Los ‘partidos moleros’, como alguna vez se refirió el ex entrenador del Tricolor, Ricardo Ferretti, ya no son atractivos para el público.
“No creo que pase por un desencanto, pasa por una saturación. No puedes meter Copa América, con unas entradas espectaculares, no puedes meter una Leagues Cup enseguida de una Copa América y quieres que los estadios estén llenos, no puedes meter partidos amistosos y ahora una Copa que acaban de jugar. Las Fechas FIFA, llega un momento que la gente se satura. Saturaron a la gente de futbol y de gastos, es obvio que deja de ir y si además el nivel es pobre, pues obvio que la gente abandona la tribuna”.
Liga más equilibrada
Dos décadas atrás, la Liga MX vivía un momento de diversidad deportiva. Todos los clubes contaban con figuras que hacían un torneo más que atractivo, a diferencia del actual, donde solo cuatro clubes pueden darse el lujo de contratar a la estrella que deseen.
Desde los ‘grandes’ hasta los ‘chicos’, todos contaban con un par de figuras que balanceaban la liga. Desde Jaguares con Cabañas, Ochoa y Pereira; Morelia con Damián, Márquez Lugo y ‘Pampa’ Romero; el Santos con Borgetti y ‘Pony’; Pachuca con Chitiva, Caballero y Calero; Veracruz con Romagnoli, Quattrocchi y Bizcayzacú o el San Luis con Coudett, Ariel González y Ángel Reyna. Los equipos ‘chicos’ competían con los ‘grandes’ gracias a que tenían figuras, algo que no se ve en la actualidad.
Gracias a ese equilibrio, estos equipos llegaron a competir no solo en la Concacaf, sino que les alcanzaba para competir en Copa Libertadores y Copa Sudamericana. Se tenían jugadores de calidad comprobada y los mexicanos competían por un lugar. Además, existía el ascenso y descenso, situación que hacía más llamativa la competición año con año. Este formato, donde ascendía el campeón de campeones de la Liga de Ascenso y descendía el peor equipo de los últimos seis torneos desapareció en 2020, cerrando por completo la posibilidad de los ascensos deportivos.
A partir de la última década, la Liga MX ha vivido un proceso donde a excepción de Tigres, Rayados, América y Cruz Azul, a los equipos les cuesta mucho comprar figuras pero sobre todo mantenerlas en sus plantillas.
En esa época, la selección mexicana se encontró con una de sus mejores versiones. Dirigidos por Ricardo La Volpe, el Tricolor incluso llegó a ser cuarto en el ranking de la FIFA, la mejor posición de su historia. Con actividad en la liga mexicana, todas las posiciones contaba con jugadores de calidad y sobre todo con liderazgo: Oswaldo, Corona, Ochoa; Salcido, Osorio, Rodríguez, Carmona, Galindo, Pineda; Morales, Torrado, Pardo, Guardado; Bravo, Bautista, Blanco, Medina, Borgetti, Fonseca, entre otros. Para muchos, fue la última Selección Mexicana que jugó en un nivel top.
Rezago con otras ligas
Comparar a la Liga MX con ligas europeas es prácticamente imposible. Desde el formato de juego, de clasificación, de plantillas y asistencia, las ligas europeas son punto y aparte.
Para Miguel Herrera, la liga de Inglaterra es el ejemplo para todos los torneos por el manejo comercial pero sobre todo por la experiencia que brinda.
“La Premier es un producto que lo tienen extraordinariamente bien manejado, lo tiene muy cuidado, es un producto que les genera muchísimo. Llegas al estadio y es una experiencia caminar con tranquilidad, no hay alborotos. Hay llenos, pero tienes una entrada accesible. Las canchas son extraordinarias, no es que llegues a tu lugar y haya cinco personas y te tengas parar y cambiar, la gente respeta mucho eso. Es un producto que lo tienen muy diferente a nosotros, la cultura es totalmente distinta. Hay cosas que se pueden aprender y llevar a cabo, no son tan difíciles”.
En el continente americano, la comparación más cercana geográficamente hablando es la MLS y ha crecido a pasos agigantados. No solo por su estructura, sino por las figuras que han traído en los últimos años. Messi, Suárez, Kaká, Drogba, Busquets, Henry, Nesta, Lloris, Giroud, Pirlo, Villa, Ibrahimovic, Beckham, Lampard, Gerrard o Schweinsteiger son algunas de las estrellas que han llegado a Estados Unidos a darle brillo y promoción a la liga de futbol. Este tiempo, de esa talla llegaron a México muy pocos jugadores con cartel mundial: Ronaldinho, Gignac, Thauvin, Dani Alves, Canales, Luis García o Roque Santa Cruz.
Incluso, trajeron antes a las últimas figuras mexicanas: Márquez, Chicharito y Gio dos Santos aterrizaron antes en Estados Unidos para, unos años después, vivir la etapa final de su carrera en el país que los vio nacer.
No es atractiva a nivel internacional
De acuerdo a la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS por sus siglas en ingles), la liga mexicana se ubica en el sitio 36 a nivel mundial, esto de acuerdo a su último ranking publicado en junio de 2024. En cuanto a clubes se refiere, Monterrey es el mejor situado en el ranking mundial, siendo el lugar 106 del planeta, los Tigres son 118 y Pachuca el 127.
Esta situación no contrasta con el ranking de la FIFA, donde debido a los pocos resultados positivos a nivel selecciones, el equipo tricolor se ubica en el lugar 17 de acuerdo a la clasificación publicada tras los partidos del mes de septiembre de este año.
Es así como, debido a un proceso deportivo, que comienza con una liga fuerte, la selección mexicana ha visto afectado también su desempeño. Un producto que hace dos décadas estaba en un apogeo, hoy vive tiempos difíciles con la sede de un Mundial a la vuelta de la esquina.
Imagen portada: MILENIO