El crimen que cometieron los hermanos Joseph Lyle y Erik Galen Menéndez contra sus padres ha inspirado desde canciones hasta películas; hecho por el que fueron condenados a cadena perpetua en Estados Unidos; informa MILENIO.
A 35 años, el caso retomó fuerza debido al movimiento Me Too y un par de contenidos audiovisuales que la plataforma de streaming Netflix estrenó recientemente; lo que ha abierto el debate de si los hermanos mataron a sus padres en defensa propia, luego de que estos aseguraron que fueron víctimas de abuso sexual por parte de su progenitor.
¿Quiénes son Joseph Lyle y Erik Galen?
Los hermanos Menéndez nacieron en Nueva York, Estados Unidos, y crecieron en un núcleo familiar en el que el dinero no era un problema, pero que al parecer vivieron distintos tipos de abusos —desde físicos hasta sexuales— por parte de su padre, mientras que su madre decidía ignorarlo.
Lyle —el mayor de los Menéndez— nació el 10 de enero de 1968, mientras que su hermano Erick lo hizo dos años después, el 27 de noviembre.
Sus padres, José Enrique Menéndez Llanio y Mary Louise, mejor conocida como Kitty, crecieron en mundos muy distintos.
Mientras el padre de Lyle y Erik vivió una vida de lujos en cuba —que después perdería por la Revolución (1953), pero que años más tarde recuperaría en Estados Unidos, donde se convertiría en un importante productor de artistas—, su madre creció en un núcleo familiar humilde.
“Mi padre venía de una familia adinerada de Cuba, pero lo perdieron todo por la Revolución, posteriormente lo recuperaron todo en Estados Unidos (…) Mi madre era una mujer muy hermosa y glamurosa, tenía una personalidad feroz” menciona Erik como parte de una serie de entrevistas que el documental de Netflix logró recuperar sobre los testimonios de los hermanos Menéndez.
Durante su niñez, los hermanos Menéndez crecieron en Princeton, Nueva Jersey, donde asistieron a la Escuela Matutina del condado.
Posteriormente, Lyle ingresó a la Universidad de Princeton, después de que la familia se mudara a California en 1987; sin embargo, ahí fue donde comenzó a tener problemas disciplinarios que lo llevaron a estar en libertad condicional y tener un bajo desempeño académico, que años más tarde lo obligaría a dejar la escuela por un caso de plagio.
Por su parte, Erik estudió en el Instituto Calabasas, en Los Ángeles, California; pero al igual que su hermano tuvo problemas con la ley por robo a casa-habitación; sin embargo, sus padres le consiguieron un buen abogado quien llegó a un acuerdo para que no le levantaran cargos con la condición de que fuera a terapia.
En el documental sobre los hermanos Menéndez, de Netflix, se muestra que ambos crecieron con la presión de un padre estricto y obsesionado con alcanzar el éxito sin importar a qué costo; impulsándolos a ser los mejores en cualquier actividad que realizaran, sobre todo con Lyle en los deportes.
Durante el primer juicio en contra de Lyle y Erik sus familiares reconocieron que su padre tenía comportamientos agresivos con ellos desde muy pequeños. Los testigos narraron cómo José Enrique Menéndez dejaba caer al suelo a sus hijos —con la promesa de que los atraparía— para que aprendieran a no confiar en nadie, entre otros comportamientos violentos.
¿Venganza o avaricia? Así mataron los hermanos Menéndez a sus padres
La realidad es que todos estos comportamientos violentos que rodeaban a la familia Menéndez quedaban opacados por la ‘fachada’ de una vida perfecta al interior de una de las residencias de Beverly Hills más lujosas, donde el 20 de agosto de 1989 los hermanos asesinaron de varios disparos de escopeta a sus padres.
Ese día los padres de Lyle y Erik se encontraban en su casa viendo una película de James Bond, en su sala cuando fueron sorprendidos por sus propios hijos, quienes les dispararon hasta que los dejaron prácticamente irreconocibles.
José Enrique Menéndez recibió un disparo letal en la nuca; mientras que Kitty recibió primero un impacto de bala en la pierna, pero al comenzar a quejarse y verla sufrir Lyle la remató en varias ocasiones hasta morir.
“Estaba sufriendo e imaginé que no podría vivir con el dolor de la muerte de mi padre”, explicó el mayor de los Menéndez en el documental.
Después de los asesinatos, los hermanos fueron a una función de cine como coartada. Posteriormente, arribaron a su domicilio en el número 722 de North Drive Elm de Beverly Hills, en donde fingieron estar sorprendidos de encontrar muertos a sus padres, por lo que llamaron a la policía.
Según el reporte de las autoridades, los hermanos marcaron a la policía a las 23:47 horas, por lo que arribaron de inmediato al domicilio, en el que encontraron los cuerpos del productor y de su esposa completamente desfigurados sin ningún cartucho de bala en la escena del crimen.
“Teníamos residuos de pólvora en la mano, había casquillos en el auto (…) Le dije a los detectives que vi humo (…) Me parece increíble que no nos detuvieran esa noche, debieron hacerlo,” mencionó Erik.
¿Cómo detuvieron a los Hermanos Menéndez?
La detención de Lyle y Erik no ocurrió inmediatamente tras los asesinatos; las autoridades siempre sospecharon que habían estado involucrados en el crimen, línea de investigación que tomó fuerza con las actitudes de los hermanos y los gastos extravagantes que comenzaron a hacer tras la muerte de sus padres.
Después de los homicidios, Lyle compró un Porsche y tres Rolex, además de que sus amigos de esa época aseguraron que comenzó a tomar un comportamiento de ‘magnate’, como el que alguna vez tuvo su padre; mientras que Erik contrató a un entrenador de tenis de tiempo completo.
Ante esto, las autoridades comenzaron a indagar de nuevo en el asesinato del productor y su esposa. Posteriormente, los policías lograron rastrear el lugar donde los hermanos Menéndez compararon las escopetas, por lo que el 8 de marzo de 1990 —es decir casi un año después de los homicidios— Lyle y Erik fueron arrestados por el asesinato de sus padres, lo que causó un gran asombro entre sus familiares.
Otro de los hechos que ayudaron a ligar a los hermanos con el asesinato de sus padres, fue que el propio Erik le confesó a su psicólogo el crimen.
“Fui con el doctor porque me quería suicidar. Le dije que éramos culpables, por lo que me dijo que le dijera a Lyle que fuera también a hablar”, confiesa Erik.
Según se muestra en el documental de Netflix, el psicólogo hizo que ambos hermanos confesaran los crímenes mientras los grababa, posteriormente acudió con las autoridades, violando la confidencialidad entre paciente y doctor al sentir que su vida corría riesgo.
Aunque durante el juicio, Lyle señaló que el psicólogo los comenzó a chantajear con las grabaciones.
Sin embargo, la declaración del doctor y el hallazgo del lugar donde los hermanos compraron las armas fue razón suficiente para detener primero a Lyle, quien se encontraba en Estados Unidos, mientras que Erik viajó desde el extranjero para entregarse luego de que se enteró de que su hermano había sido aprehendido.
“Como un Reality Show” Así fueron lo juicios de los hermanos Menéndez
Primer juicio: Caso de violación
Para este punto, la noticia sobre dos hermanos que habían asesinado a sus padres había traspasado fronteras, por lo que la atención de los medios de comunicación y de la ciudadanía estaba en el primer juicio en contra de Lyle y Erik.
“Me sentía cómodo guardando secretos, pero esto era diferente. Teníamos una neblina mental”, dijo Lyle en el documental.
El caso de los hermanos Menéndez fue muy particular, ya que no se trató de un juicio para determinar si habían matado a sus padres, sino para saber por qué, y con base en eso dictar una sentencia, ya que la Fiscalía acusaba que los homicidios se habían cometido con el móvil de quedarse con la fortuna de la familia.
Sin embargo, una confesión de los hermanos cambiaría el rumbo de esta historia, al grado de que hasta la fecha se cuestiona si el juez tomó la decisión correcta al sentenciarlos a cadena perpetua.
“Quería decir que yo los maté, pero no por qué, no quería destruir la reputación de mi papá”, pensaba Erik antes del juicio.
La defensa de los hermanos Menéndez no dudó en dejar claro el perfil psicológico del padre de Lyle y Erik, quien, según revelaron, golpeaba a su madre y tenía una amante; además de que era una persona sumamente visceral con un carácter muy agresivo.
A estos hechos se sumaron las declaraciones de varios familiares quienes apoyaron a Lyle y Erik sobre el carácter de su padre.
Es importante mencionar que, antes de que se realizara el juicio, las autoridades inspeccionaron las celdas en las que se encontraban los hermanos Menéndez, con el pretexto de que habían intentado escapar de prisión. Fue ahí que los policías encontraron una carta que Lyle le escribió a Erik en la que decía que:
“Revelar los secretos de la familia es como matar a nuestros padres otra vez”.
Ante estos hechos, las autoridades y el jurado comenzaron a sospechar que algo muy turbio podría estar detrás del caso; sin embargo, Lyle se negaba a hablar sobre los actos de violencia que presuntamente sufrió durante su infancia por parte de su padre.
Hasta que su abogada los convenció de que la única manera en la que podrían salir bien librados de todo lo que les estaba pasando era confesando:
Exponen caso de abuso sexual
Lyle confesó que a los ocho años su padre tuvo contacto sexual con él, detalló que lo obligaba a realizarle sexo oral y que lo violó en repetidas ocasiones, todo esto bajo el conocimiento de su madre, quien únicamente le pedía guardar silencio.
Por su parte, Erik también aceptó que su padre abusaba de él desde los 6 años, hechos que tuvo que soportar 12 años. El menor de los Menéndez explicó que en una ocasión se negó a tener relaciones con José Enrique, quien lo amenazó de muerte con un cuchillo en el cuello.
Por si fuera poco, y en medio del asombro de todos los presentes en la sala, Lyle admitió que obligó a Erik a practicarle sexo oral, porque era una conducta que había aprendido de su padre.
“Le confesé a Lyle que mi papá había estado abusando de mí (…) Él iba a mi habitación, me obligaba a quitarme la ropa interior», explicó Erik, quien aseguró que llegó a disfrutar estos actos porque era el único momento en el que convivía con su padre.
¿Qué pasó el día del asesinato?: Motivos
Durante ese primer juicio, los hermanos también confesaron qué ocurrió el día en que mataron a su padre.
Según Erik, estaba emocionado porque pronto se iría a estudiar a Stanford y se acabaría el abuso sexual por parte de su padre; sin embargo, éste le dijo que nunca lo dejaría irse, por lo que decidió contarle su situación a su hermano.
Ante esto, Lyle confrontó a su padre y lo amenazó con ir a la policía y decirle a la familia sobre los casos de abuso; a lo que su padre reaccionó de manera violenta, desencadenando la reacción de los hermanos Menéndez de asesinar a sus padres.
“Estoy convencido de que si cualquier persona hubiera vivido mi vida hubiera creído que íbamos a morir”, explicó Erik sobre el miedo que sintieron ese día ante la reacción de su padre.
Los testimonios de los hermanos hicieron pensar a las autoridades en calificar el delito como autodefensa imperfecta, lo cual reduciría significativamente su sentencia; sin embargo, el jurado no pudo llegar a ningún dictamen y el juicio se canceló.
Segundo juicio: Influencia del caso O. J. Simpson
Entre el primer juicio y el segundo, Estados Unidos fue protagonista de otro caso que causó revuelo en el mundo entero, se trataba de las acusaciones en contra del ex futbolista de americano O. J. Simpson, a quien señalaban por el homicidio de su pareja y otra persona.
Sin embargo, las autoridades determinaron rápidamente que el atleta era inocente, lo que causó la falta de confianza en la justicia estadunidense de cara a que se reanudara el juicio de Los Menéndez.
Para la abogada de Lyle y Erik, el caso O. J. Simpson predispuso a las autoridades estadunidenses a tomar una decisión más severa en contra de sus clientes.
Pues una vez que comenzó el segundo juicio, el panorama fue muy diferente al primero. Para empezar, el juez no autorizó los testimonios de los familiares que respaldaban la versión sobre los comportamientos violentos del padre de Los Menéndez.
Entre ellos, la declaración de una prima de los hermanos, quien aseguró que Lyle le confesó de pequeño que su padre abusaba de él.
“Una de las malas interpretaciones es que no amaba a mi padre ni a mi madre, eso está muy alejado de la realidad, extraño mucho a mi madre (…) Fue más difícil con mi padre, yo lo idolatraba, quería ser como él, pero no se portaba como un papá”, mencionó Erik.
Finalmente, luego de que se desecharan las declaraciones sobre presunto abuso sexual y tras revelarse una grabación en la que Lyle dice que está dispuesto a mentir con tal de salir de prisión, los hermanos Menéndez fueron declarados culpables del asesinato de sus padres y sentenciados a cadena perpetua.
Actualidad de los hermanos Menéndez
Los últimos años de su vida Lyle y Erik han estado en prisión, aunque esto no fue un impedimento para que los hermanos conocieran el amor, y se casaran en un par de ocasiones.
En 2023, Los Menéndez pidieron a la Fiscalía de Estados Unidos revisar su caso, considerando que el abuso sexual infantil es una realidad que lamentablemente se vive en el mundo. Hasta el momento, no ha habido respuesta de la autoridad competente.
Sin embargo, en redes sociales se presiona firmemente para que liberen a los hermanos, ya que los cibernautas afirman que fueron víctimas de un abuso sexual y que solamente se estaban defendiendo.
Ante esto, la fiscal encargada del caso, en el primer juicio de Los Menéndez se remitió a decir que: “las creencias no son hechos”, durante el documental de Netflix.
Imagen portada: Especial / MILENIO