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Calderón, García Luna y el desastre del antiguo régimen

Por José Jaime Ruiz

@ruizjosejaime

@lostubosmty

La condena de Genaro García Luna en Nueva York no sólo se extiende al expresidente Felipe Calderón Hinojosa sino al antiguo régimen, al sistema político y económico que los cobijó. La decadencia de ambos personajes es también el deterioro de los gobiernos neoliberales, del extractivismo que somete a la soberanía nacional, de la corrupción de Norma Piña y el Cártel de la Toga, de los dueños de los medios de comunicación y sus personeros, de la partidocracia encarnada en el decadente PRIAN… La condena en contra de Genaro García Luna es una condena al antiguo régimen neoliberal y su corrupción e impunidad.

En el gobierno neoliberal del padre de la desigualdad, Carlos Salinas de Gortari, fue donde inició su carrera delictiva el Tartamudo ya que fue un personaje central en la conspiración y asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta; el extractivismo neoliberal de Iberdrola, Repsol, Calica, las mineras, fue impulsado por los gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto; la corrupción de Norma Piña y sus cómplices le regresaron el probable dinero del narco a la esposa del Metralleta, no sólo eso, en el Poder Judicial tienen alto puestos personas que trabajaron orgánicamente con García Luna; los propagandistas a sueldo del Borolas y García Luna, Raymundo Riva Palacio, Carlos Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva…siguen exculpándolos.

Reducir la decisión de Felipe Calderón a una guerra contra el narco para construir su legitimidad después del “haiga sido como haiga sido” es olvidar otro de sus objetivos centrales, es decir, el enriquecimiento ilícito (maletas de dólares de por medio) a través del narco y su enriquecimiento e impunidad española a través de Iberdrola. García Luna, el Metralleta, el Tartamundo, pasó de ser el secretario de Seguridad nacional a ser un cómplice, un socio de la delincuencia organizada con el permiso y complicidad del expresidente. Las palabras del juez Cogan también pueden aplicárselas a Felipe Calderón: “Usted tiene una doble vida. Usted vestirá muy elegante. Usted podrá decir que respeta la ley y seguro lo cree, pero su conducta es la misma que la de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán”.

Los tinterillos a sueldo de García Luna repiten que al cómplice de Calderón se le sentenció sin ninguna prueba de culpabilidad y, bajo ese esquema, aseguran que también se la pueden aplicar a Andrés Manuel López Obrador en Estados Unidos, algo que ya quisieron hacer a través de Tim Golden y Anabel Hernández y fue atajado por el Departamento de Justicia. Los periodistas que recibieron cuantiosas cantidades por parte de Calderón (quien los calló con un pacto) y García Luna mantienen una ingenua y obtusa ilusión de venganza en contra de la 4T.

Después de perder toda credibilidad, poco importa el recato, la reputación. Desde su dorado escondrijo español, Felipe Calderón ni siquiera se convence a sí mismo (el expresidente francés Sarkozy tiene la percepción que el Borolas trabajaba para el Tartamudo) e insiste en resolver el problema de la seguridad en México a partir de un dilema expresado en el programa de Ciro Gómez Leyva: o enfrentas al narco o abdicas de ese combate. Calderón hizo una guerra selectiva en contra de las organizaciones criminales y abdicó de enfrentar al Cártel de Sinaloa que lo convirtió en su cómplice. Felipe Calderón es un delincuente con altavoces. Asegura que nunca tuvo evidencia de las acusaciones en contra de su secretario, pero la ex embajadora de los Estados Unidos, Roberta Jacobson, lo desmiente.

Con la condena del Tartamudo no sólo cayó mediática y moralmente el delincuente Borolas, el antiguo régimen está cerrado por derribo. La estructura neoliberal de hacer negocios a través de la corrupción y la impunidad, el Cártel de la Toga y Norma Piña, el PAN de Marko Cortés (el Cártel Inmobiliario), el PRI de Alejandro Moreno, a todos ellos les llegó la lumbre a los aparejos, al viejo sistema –y sus tentáculos internacionales y nacionales– le llegó su ruina, colapsó.

(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto políticoCaldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)

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// José Jaime Ruiz

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Autor: stafflostubos
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