Por José Jaime Ruiz
Los moneros Antonio Garci Nieto y Paco Calderón se escudan en el ejercicio de la libertad de expresión y prensa para violentar a las mujeres cuyo trabajo es la función pública y así, desde la crueldad, los cuerpos son biopolíticamente maltratados. Para los neofascistas la vileza es políticamente correcta porque fracasaron en la política, es decir, la derecha fracasó el 2 de junio. Y la “bondad” de la libertad de expresión no puede cobijar la “maldad” de sus agresiones. No hay violencia “buena”, justificar cualquier agresión en nombre de la libertad sólo multiplica los actos violentos (Jean Marie Muller. Non Violence in Education).