Después del impacto de la pandemia, el fraude a empresas por parte de sus ejecutivos creció entre 15 y 20 por ciento anual en promedio, según reveló el último reporte de la consultora Midot, titulado “Integridad Laboral 2024”; señala MILENIO.
De acuerdo con el informe, en Latinoamérica se registró que 20 por ciento de las personas en puestos gerenciales o directivos cometen algún tipo de ilícito.
“Este es un tema muy importante para las organizaciones, ya que una conducta nociva, especialmente en puestos directivos y gerenciales, tiene impactos muy relevantes dentro de la estructura de las empresas”, expuso Fernando Calderón, director general de la firma en la región.
Comentó a MILENIO que este tipo de problemas se pueden identificar a partir de conocer la situación económica de los ejecutivos y detectar fallos en los procesos de las organizaciones.
Las fallas pueden estar relacionadas con el trabajo híbrido, ya que consideran que esto reduce el control que las empresas tienen sobre su personal, principalmente de los directivos, quienes tienen acceso a cuentas y contraseñas.
Calderón resaltó que México ocupa el tercer lugar en América Latina en casos de fraude por parte de directivos, solo por debajo de Colombia y Perú.
Entre los sectores donde se detectan más estas prácticas están el bancario y financiero, pero también sucede en logística, e-commerce y retail.
Los actos ilegales más comunes cometidos por los directivos hacia las empresas son el robo, fraude, soborno, malversación de servicios y suplantación de identidad.
En América Latina, se calcula que las pérdidas por estas prácticas suman alrededor de 300 mil dólares, considerando solo los casos en puestos de alto rango.
No obstante, estas no son las únicas formas en que las personas en Latinoamérica fallan en su área laboral. Calderón destacó que otro dato importante es que, al incorporarse a una organización, es común que las personas mientan en su currículum para obtener un puesto más importante.
“Estamos hablando de personas que, desde un inicio, y antes de entrar a la organización, ya muestran un comportamiento potencialmente infractor en las empresas”, dijo.
Recomendó que las empresas conozcan mejor a sus candidatos, en cualquier puesto, antes de otorgarles una responsabilidad. Es importante saber la situación económica de la persona y tener controles, procesos y políticas adecuadas para mitigar el riesgo.
Imagen portada: MILENIO
