El expresidente de Uruguay, José Mujica, se despidió de la política con un emotivo discurso en el que enfatizó la importancia del desarrollo profesional de los jóvenes, durante un evento de campaña electoral del candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi.
Mujica tomó la palabra durante el acto electoral y señaló que es la primera vez en los últimos 40 años que no participará en una campaña electoral, ya que, explicó “estoy peleando con la muerte”. El exmandatario dijo que tenía que estar presente en dicho mitin “por lo que simbolizan ustedes”.
El expresidente uruguayo explicó que es “un anciano que está cerca de emprender la retirada de donde no se vuelve, pero soy feliz, porque están ustedes, porque cuando mis brazos se vayan habrá miles de brazos sustituyendo la lucha. Y toda mi vida dije que los mejores dirigentes son los que dejan una barda que los supera con ventaja”.
Mujica señaló que él ha gastado su juventud y su vida, junto a la de su esposa Lucía Topolansky, haciendo política en su país, además, el exmandatario expuso que “los más jóvenes van a vivir un cambio en el mundo que no ha conocido la humanidad. La inteligencia va a ser tan importante como el capital, lo que significa que la formación terciaria se va a imponer a las nuevas generaciones, por eso hay que pelear por el desarrollo, para tener los medios económicos, que se puedan meter eso en la cabeza de los que vengan”.
“Sino somos capaces como un país de educar y de formar a las generaciones que vienen, van a pertenecer al mundo de los irrelevantes, de los que no sirven ni para que los exploten. Este es el desafío más grande que tiene el país”. Por lo que, Mujica señaló que apoyará a Yamandú Orsi.
El expresidente de Uruguay enfatizó que el es un anciano que se irá, “pero los jóvenes que están ahí, cuando tengan mi edad, van a vivir el mundo de los subordinados y de los desarrollados, porque el trabajo se va a hacer más calificado y se necesita que incluyamos y preparemos cada vez más a nuestra gente, por lo tanto, el desafío de hoy inmediato es desarrollarnos para tener los medios de poder y formar a las nuevas generaciones”.
Mujica señaló que para afrontar dicho desafió, «hay que hablar con todo el país, no tener un Ejecutivo encerrado en sí mismo» y lograr que las fuerzas políticas acuerden «cuatro o cinco cosas nacionales para pelearlas».
Además, hizo un llamado de «no al odio, no a la confrontación. Hay que trabajar por la esperanza». Y añadió, «tengo que darle gracias a la vida, porque cuando estos brazos se vayan van a haber miles de brazos. Gracias por existir. Hasta siempre».
Antes de que tomara la palabra José Mujica, también participó su esposa y exvicepresidenta Lucía Topolansky, quien convocó al expresidente de Uruguay a participar en este acto.
