“Se descubrió una nueva especie, es una nueva mutación”, se lee en una publicación que se viralizó en redes sociales, en la que afirma que se trata de un animal “altamente venenoso”, pues nació de la supuesta cruza de una lagartija y una serpiente coralillo; informa MILENIO.
Acompañado del post, se puede ver la imagen de un pequeño reptil color rojo brillante, líneas blancas, negras y amarillas. Si bien hay ocasiones en las que parece que la naturaleza supera la ficción, esta no es una de ellas.
La noticia ya fue desmentida no solo por locales sino también por expertos, quienes han hecho un llamado para evitar compartir este tipo de contenidos.
“Reporte esta publicación, están desinformando a la gente y como resultado intentarán matar a las pobres lagartijas”, protesta uno de los usuarios.
De lo imposible a lo real: dónde hay lagartijas venenosas
De acuerdo con expertos, lo primero que hay que aclarar es que la reproducción entre una lagartija y una serpiente es prácticamente imposible, principalmente por su fisiología.
“Existen límites reproductores entre ambos grupos, empezando por ejemplo con la incompatibilidad de los órganos copuladores”, explica el Dr. Carlos A. Maciel-Mata, del Centro de Investigaciones Biológicas, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en su cuenta de X (antes Twitter).
Ayer me tocó aclarar este caso en el trabajo…
— Herpeto_cosas (@Herpeto_cosas) October 26, 2024
Merece un hilo:
EL CASO DE LA LAGARTIJA MUTANTE VENENOSA DE QUINTANA ROO https://t.co/Ze9KdEggnN pic.twitter.com/vPQKJO76Wd
Aunque en la naturaleza se pueden presentar hibridaciones esto se da entre especies o subespecies distintas que son cercanas evolutivamente, que comparten una historia de hibridación que surgió a partir de cambios en su distribución debido al alimento o clima.
“Un fenómeno que puede suceder en especies que tienen poco tiempo de haberse separado, donde las barreras reproductoras no están tan avanzadas”, aclara el experto y divulgador científico.
Lo que se puede apreciar en la foto que circula en redes es un gecko bandeado yucateco, pese a que sus patrones pueden recordar al de las serpientes coralillo, estos no son indicativo de que sean venenosos, por lo que su presencia no implica peligro.
Lo cierto es que, de la amplia gama de amenazas a las que las personas están expuestas, las lagartijas deberían ser la menor de sus preocupaciones.
En México y toda América solo hay un grupo de lagartijas venenosas. Se trata de los helodermas, cuyo nombre hace referencia a la apariencia de sus escamas: “helos”: tachuela o perno, “derma”: piel.
Las principales especies que habitan en el territorio reciben el nombre de Monstruo de Gila y lagarto enchaquirado, (pues su piel es muy similar al arte huichol).
Aunque estos animales pueden lucir amenazante por su tamaño (llegan a alcanzar hasta los los 58 centímetros de largo), representan un peligro relativamente bajo, ya que no atacan mientras se les deje en paz, además de ser cazadores lentos, de ahí que también se les conozca como “niños dormidos” o “iguanas zonzas”.
¿Cuándo utilizan el veneno y que tan letal es?
Los helodermas son las únicas lagartijas con la capacidad de producir e introducir veneno a través de su mordida. Sus dientes son como pequeños serruchos filosos y con surcos por los que ‘brotan’ las toxinas.
Dado que su comida favorita suele estar indefensa — estos lagartos se alimentan principalmente de las crías de animales pequeños, como aves, lagartijas, ratones, ratas y conejos— rara vez utilizan su veneno en ella.
De acuerdo con un artículo publicado en la revista Ciencia UNAM, la sustancia que ‘inyectan’ a través de su mordida es en realidad la principal arma de defensa en contra de sus depredadores. Y es que, la toxina causa “dolor, asfixia, parálisis, hipotermia, entre otras afectaciones”.
Una persona adulta sana puede llegar a experimentar un dolor insoportable debido al veneno. Sin embargo, usualmente no corre peligro mortal al ser mordido por este animal. Varias investigaciones señalan que morir por esta causa es extremadamente raro.
Uno de los casos más recientes ocurrió en febrero de este 2024 en Arizona, Estados Unidos, cuando un hombre de 34 años con problemas hepáticos y cardíacos fue atacado por su mascota (un monstruo de Gila). El informe compartido por medios estadounidenses señala que la lagartija permaneció prendida al brazo del hombre por casi cuatro minutos.
Las circunstancias, sumadas a las comorbilidades de la víctima derivaron en el fatal desenlace. El caso se convirtió en la primera muerte por mordedura de un monstruo de Gila en Estados Unidos en casi un siglo. En México no se han notificado ataques recientes.
¿Qué síntomas causa la mordedura?
De acuerdo con Wilderness Medicine Magazine, la mordedura pueden provocar síntomas como hinchazón, dolor intenso y ardiente, vómitos, mareos, debilidad, taquicardia e hipotensión.
En caso de sufrir un ataque la Universidad de Arizona recomienda:
- Mantener la calma.
- Si la mordedura es en el brazo o la mano, se debe bajar al lagarto hasta que sus patas toquen el suelo. De esta manera, el reptil puede sentirse más seguro y estará más inclinado a soltarse.
- Utilizar un dispositivo firme (por ejemplo, un palo rígido) para abrirle la boca. Lo ideal es hacerlo mientras el lagarto está bien apoyado en el suelo para evitar que el animal se estrese aún más.
- Mantener la extremidad lesionada inmovilizada por debajo del nivel del corazón.
- Evite aplicar hielo o utilizar vendajes constrictivos o torniquetes.
- Acudir a un servicio de salud
- Observar durante al menos 12 horas después de haber recibido la mordida.
Monstruo de Gila, Lagarto enchaquirado, heloderma
— Herpeto_cosas (@Herpeto_cosas) October 27, 2024
Lagartija considerada de importancia médica. https://t.co/whIcHzdslp
¿En dónde viven?
De acuerdo con datos de iNaturalist, estos reptiles pueden vivir en selvas bajas, bosques tropicales y regiones áridas y secas.
El monstruo de Gila (Heloderma suspectum) se distribuye principalmente en el extremo norte de México y el suroeste de Estados Unidos, mientras que el lagarto de chaquira (Heloderma horridum) se encuentra a lo largo de la vertiente del Pacífico, y lo que incluye algunas regiones de Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Guatemala.
También se han notificado algunos especímenes en la Península de Yucatán y la vertiente del Golfo. En algunas regiones incluso es objeto de mitos y supersticiones.
Imagen portada: Alvaro Monter Pozos / iNaturalist