Por José Jaime Ruiz
“Afirma @Claudiashein que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) -siendo yo presidente de la misma (hasta junio de 2020)- denunció casos de corrupción y nepotismo en el Poder Judicial. Es cierto. Denunciamos problemas diversos en el poder judicial, en el poder ejecutivo, en el poder legislativo, e inclusive en los gobiernos estatales; pero lo hicimos con el fin de corregir esas prácticas y mejorar a esos poderes, no para destruirlos o anularlos como ella y Morena pretenden en su lógica autoritaria”.
Claudio X. González, el júnior tóxico, no sabe cómo justificar sus maromas. Más que férreo, fétido defensor de una Suprema Corte de Justicia que, siguiendo su lógica, es el poder que pretende anular y destruir al Poder Legislativo y al Poder Judicial erigiéndose autoritaria y minúsculamente como el poder de los poderes para violar la soberanía del pueblo y autocráticamente depreciar los 36 millones que votaron por la reforma al Poder Judicial. La estupidez de Claudio X. se convierte es legendaria: hoy defiende al «Poder Familiar de la Federación» que antes atacó. Maromas veredes, amigo Sancho.
En la Mañanera del Pueblo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo exhibió las contradicciones de la derecha: “Es un documento que publicó MCCI en el 2018, lo digo porque su mayor exponente, Claudio X. González, dice que va a marchar hoy para defender al Poder Judicial. Este documento es muy interesante, se llama ‘El Poder Familiar de la Federación’, donde habla del nepotismo que se ha instalado en el Poder Judicial y denuncian que se desvirtúan las facultades constitucionales. No es un documento de Morena, es uno publicado en MCCI y hoy ya se les olvidó todos esto”.
El júnior tóxico, Claudio X., defiende en chimuelas dentelladas el nepotismo admitido por Norma Piña, y la corrupción del Poder Judicial. Defiende la ilegal reunión de la presidenta de la Suprema Corte con el priista Alejandro Alito Moreno; ampara el metálico retraso de Luis María Aguilar para que Ricardo Salinas Pliego no pague impuestos; protege las maromas traidoras de Margarita Ríos-Farjat; resguarda a Javier Laynez Potisek y las enfermedades que provocan los vapeadores y que los fideicomisos del Judicial no se hayan destinado a la recuperación de Acapulco; preserva al apátrida de Alberto Pérez Dayán quien se lanzó contra la reforma eléctrica; exculpa a Juan Luis González Alcántara Carrancá, el estafador maestro de la Estafa Maestra, quien absolvió a Rosario Robles. Por último y sin rubor, el júnior tóxico no corrige sino promueve los “narcosabadazos”.
El júnior tóxico exculpa la toxicidad del Poder Judicial y defiende la corrupción del Cártel de la Toga. Claudio X., Norma Piña, Alejandro Moreno y Juan Luis González Alcántara Carrancá son traidores, son golpistas. La corrupción no es parte del sistema judicial, es el sistema judicial mismo.