De acuerdo con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, la exclusión financiera sigue siendo una realidad en México; reportó MILENIO.
En este contexto indicó que casi la mitad de la población adulta no cuenta con una cuenta bancaria y nueve de cada diez personas no tienen acceso a una tarjeta de crédito, por lo que el uso de servicios financieros digitales puede ser un catalizador para la inclusión financiera.
El secretario, durante su participación en la presentación del “Estudio de competencia y libre concurrencia en los servicios financieros digitales”, elaborado por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), señaló que durante la administración anterior, se intensificaron los esfuerzos para impulsar la bancarización mediante la creación y expansión de programas sociales canalizados a través del sector financiero.
“Estas iniciativas se acompañaron de inversiones significativas en el Banco del Bienestar y la Financiera del Bienestar, con un enfoque prioritario en alcanzar las regiones más apartadas y de difícil acceso”, comentó.
“No obstante, el desafío de lograr la digitalización y la inclusión financiera de todos los sectores de la población continúa siendo una de las tareas más importantes y aún pendientes por atender en su plenitud en la actualidad”, agregó.
Ante ello destacó que las financieras tecnológicas, conocidas como fintech, representan un nuevo capítulo en este desafío, especialmente por el potencial que representan servicios digitales pueden tener en la competencia del sector, sino también su potencial para transformar la vida de millones de mexicanas y mexicanos.
Explicó que al reducir los costos de acceso y facilitar transacciones rápidas y seguras, las fintech permiten que los usuarios encuentren soluciones adaptadas a sus necesidades y capacidad económica.
“Esta flexibilidad es esencial en un país donde el acceso tradicional a sucursales y cajeros automáticas aún es insuficiente y el presupuesto federal es limitado”, comentó.
Sin embargo, Ramirez de la O, destacó que aún se enfrentan desafíos como la falta de conectividad, el uso del efectivo y la necesidad de fortalecer la educación financiera son barreras que debemos atender en colaboración con el sector privado con los actores claves del sector.
“La Secretaría de Hacienda está comprometida en la promoción de cambios regulatorios que fomenten una competencia justa y que protejan a los usuarios a la vez que brindan las condiciones para que las empresas fintech puedan prosperar y contribuir al bienestar económico del país”, comentó.
En su estudio la Cofece, señaló que la banca mexicana genera más ganancias respecto a la de otros países de América Latina y países desarrollados, en términos del margen neto de interés sobre activo total, que considera sólo los ingresos, gastos por intereses y la rentabilidad sobre capital.
Por lo que la irrupción de las empresas de Servicios Financieros Digitales (SFD) tiene el potencial de disminuir los márgenes y los costos de la banca incumben, tanto por el aumento de la concurrencia como por las ganancias en eficiencia.
“Los SFD disminuyen los costos de proveer los servicios financieros, puesto que no requieren las redes de sucursales y cajeros automáticos para producir y consumir los servicios”, aseguró.
“Además, necesitan menos personal para operar y disminuye la inversión necesaria en infraestructura tecnológica, puesto que puede contratarse con terceros”, agregó.
Detalló que bajo un marco regulatorio adecuado, los costos de cumplimiento regulatorio pueden disminuir al automatizarse el reporte de información por parte de la entidad financiera y la supervisión por parte del regulador.
Además indicó que las fintech pueden explotar de manera intensiva y sistemática los datos que generan los usuarios con sus actividades en medios digitales, lo que les permite crear productos personalizados.
Con ello, los oferentes pueden bajar precios a quienes son más sensibles a éste y ofrecer servicios más sofisticados a quienes no lo son, lo que en Economía se conoce como discriminación de precios.
“La mayor recolección y análisis de la información de los usuarios mejora la valoración del riesgo por parte de los oferentes, lo que conlleva a menores costos operativos para monitorear a los acreditados y menos necesidad de colateral para los deudores. El resultado esperado es un mayor abasto y acceso al crédito”, señaló la Cofece.
¿Qué pasa con los ‘neobancos’?
Actualmente, de las 52 autorizaciones bancarias vigentes al cierre del pasado agosto, tres corresponden a neobancos cómo Ualá, Covalto y Bineo, el brazo digital de Banorte, aunque hay varios en proceso de entrada o autorización.
Las neobancos, Ualá y Covalto adquirieron la licencia al comprar a los bancos ABC Capital y Banco Finterra, mientras que el inglés Revolut podría entrar próximamente al mercado.
Además, señaló que también están en proceso las autorizaciones para operar como banco de Nu, Sociedad Financiera Popular (Sofipo), y Konfío , Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom) y Finsus (Sofipo) que iniciará próximamente el proceso.
Imagen portada: Shutterstock | Con información de Milenio