Por José Jaime Ruiz
La causalidad para la «casualidad», causa y defecto, sincronicidad y secuencialidad: nado sincronizado. Artero, el embajador de los Estados Unidos, Ken Salazar, critica la política del expresidente Andrés Manuel López Obrador sobre abrazos y balazos. Lo hace desde la cobardía porque desde su autoimpuesto retiro sabe que AMLO no le va a contestar. El ataque tiene su correlato en la calificadora Moody’s que se suma al intento de inestabilidad con su descalificación. La derecha mexicana, fiel a su tradición de traición, se suma al coro. Frente al humanismo mexicano, a la República de la Cuarta Transformación, el Imperio contraataca.
Ken Salazar va de salida y lo suyo es debilitar al Segundo Piso de la Cuarta Transformación, su berrinche se dio porque la presidenta Claudia Sheinbaum le quitó el derecho de picaporte de Palacio Nacional. Como López Obrador puso un alto a la política injerencista, ellos actuaron invadiendo el territorio mexicano para secuestrar a Ismael el Mayo Zambada y procesarlo en los Estados Unidos, ellos desataron la violencia en Sinaloa con el enfrentamiento entre los cárteles. No causa extrañeza su doble política, la misma DEA ha sido señalada como una agencia corrupta donde sus narcoagentes trabajan para los cárteles mexicanos y los cárteles gringos, ellos mismos condecoraron a Genaro García Luna, narcosecretario de Seguridad de Felipe Calderón.
Las calificadoras son los brazos políticos del sistema financiero, las calificadoras desde hace muchos años se encuentran descalificadas para calificar la economía de los países y Moody’s es una de las mayores representantes del coloniaje y el extractivismo. Sus análisis y metodologías carecen de sustento científico, ni siquiera argumentan sus «argumentos». El mayor antivalor del capitalismo neoliberal es la especulación. En efecto, especula que algo quedará. El “debilitamiento institucional” no es de México, es el de Moody’s, a quien se le ha descalificado y multado por sus errores en los controles internos y por no definir con claridad sus metodologías.
Sólo los incautos y los perversos apátridas en México le dan credibilidad a Ken Salazar y a Moody’s, sus manotazos especulativos a nadie asustan. El Imperio debiera mejorar sus armas para atacar a la República de la Cuarta Transformación.