Como fundadora y directora de su galería homónima, inaugurada en 2014, Karen Huber ha tejido un espacio donde la creatividad y la innovación se entrelazan, promoviendo las voces de artistas tanto nacionales como internacionales. Su visión la llevó a crear PERSONA on paper en 2020, una iniciativa de ediciones limitadas en colaboración con la diseñadora gráfica Gabriela Bustillos; publica MILENIO.
Más que una galerista, es una gestora cultural que impulsa el análisis y la discusión sobre la pintura contemporánea. Su galería se ha convertido en un punto de encuentro para reflexionar y dialogar sobre el panorama artístico actual. Además, su compromiso con el arte la ha llevado a formar parte del comité de selección de ZsONAMACO México Arte Contemporáneo y del consejo directivo de Gama (Galerías de arte mexicanas asociadas). Esta entrevista en exclusiva para M Revista de MILENIO, nos lleva a un viaje por su visión y su impacto en el mundo del arte.
¿Cómo ha sido la evolución de la galería desde 2014?
Hemos evolucionado de una manera muy consistente, y de una forma también muy natural. Cuando decidí abrir la galería en 2014, tenía un proyecto propio que se llamaba White Spider, de exposiciones temáticas en sitios específicos. En ese entonces utilicé 23 espacios distintos, y llegó un punto en el que buscar un lugar cada vez se volvió muy cansado, así que decidí abrir una galería. Primero, enfocada en la pintura contemporánea. Y segundo, sería un espacio en el que te sintieras como en casa, donde fueras bien recibido, que no hubiera esa frialdad y distancia que a veces se percibe en las galerías, donde hasta da miedo preguntar algo. Para mí, era importante crear un espacio amigable, que sirviera como escaparate de lo que está sucediendo en la pintura contemporánea.
La galería ha abordado de manera crítica las problemáticas del arte contemporánea. ¿Qué los motivó a ello?
Siempre me ha gustado la pintura. Desde que era joven, romantizaba la idea de los museos, la pintura, el pasado, la historia del arte, los bodegones. Pero empecé a entender que en la pintura estaba pasando algo distinto a otras épocas, y eso me motivó a trabajar con la pintura contemporánea.
Hoy en día, la pintura tiene esa flexibilidad de poder entablar diálogos con otras disciplinas y seguir siendo considerada pintura. Antes, los artistas eran artistas y los pintores, pintores, sin mezclar roles.
¿Qué rol creen que juegan las galerías en la creación de una comunidad artística?
Creamos un ecosistema. Tenemos un espacio donde trabajamos con artistas, instituciones, curadores, críticos, público entusiasta, coleccionistas y clientes. Ellos alimentan el ciclo, permitiendo que sigamos exhibiendo, que los artistas sigan produciendo y que nosotros continuemos haciendo propuestas. Así que las galerías juegan un papel elemental en el ecosistema del arte, 100%.
Sin esa parte comercial que nosotras manejamos, no podríamos continuar. Las instituciones no siempre tienen el presupuesto para apoyar a los artistas o al gremio del arte, y las galerías llenan ese vacío.
Representan a una mezcla de artistas mexicanos e internacionales. ¿Qué cualidades buscan en los artistas con los que trabajan?
Que trabajen con pintura, que tengan una manufactura interesante, no solo conceptualmente, sino también técnicamente. Nos interesa que tengan una voz propia, una calidad sólida en su trabajo, y, por supuesto, que tengan cierta carrera. No es necesario que sea una carrera muy extensa, pero sí que sea avanzada y profesional. También me interesa mucho ver cómo cada pintor se desarrolla con el lienzo u otros soportes, como la cerámica o el video, y cómo manejan sus trazos. Eso es importante para mí.
¿Qué significa para ustedes ser una plataforma para el desarrollo cultural en México y cómo han fomentado este desarrollo desde su inicio?
Queremos ser parte de la historia, de lo que está sucediendo en el arte hoy. Si en 10 años se habla de un boom gigante de la pintura, quiero que la galería sea reconocida como una de las que trabajó con los mejores pintores y pintoras. Ser parte de la historia es clave para mí.
Después de una década impulsando la pintura contemporánea, ¿cómo ven el futuro de la galería y qué retos creen que enfrentarán en los próximos años?
Seguiremos enfocados en la pintura contemporánea, pero uno de los retos es el tema de las ferias, que cada vez son más costosas. Las galerías necesitamos adaptarnos y ver cómo seguir participando sin gastar todo nuestro presupuesto en ellas. También queremos explorar otros mercados y colaboraciones, como trabajar con una galería de Nueva York. El futuro de la galería, además de mantener nuestra sede en México, podría incluir expandirnos a otros continentes con una nueva galería o showroom.
¿Qué mensaje les gustaría transmitir a los artistas, coleccionistas y seguidores?
Ante todo, muchas gracias por ser parte del ecosistema, por hacer que esto funcione. A los artistas, gracias por confiar en el proyecto; a los coleccionistas, por apoyar nuestras propuestas, y a los seguidores, gracias por ser entusiastas y visitar las exposiciones. Les digo: «No solo vengan a ver una exposición, vengan a ver todas», porque solo así podrán entender nuestra línea curatorial, cómo cambia el espacio, los artistas y las obras. La base de todo es la pintura, y queremos ser precursores en la forma de exhibirla.
Imagen portada: Ricardo Ramos / MILENIO