Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Antes que El Chapo; el narco que escapó de Lecumberri por un túnel

A sus 30 años, levantó una organización criminal que movía drogas hasta Miami. Esta es la historia de su fuga de Lecumberri, por la que se ganaría el apodo del ‘Señor de los túneles’.

Por Laura Sánchez Ley

Alberto Sicilia Falcón irrumpió en el narco como una excepción a la regla: no era mexicano, había nacido en Cuba y emigró a Estados Unidos donde estudió artes liberales; informó MILENIO.

Era un hombre culto y, gracias a eso, logró colarse en los círculos de políticos de alto perfil y del mundo del espectáculo. Protegido por poderosos, a los 30 años tenía ya una de las organizaciones del narcotráfico más grandes de los años setenta. Fue de los primeros capos en llevar toneladas de drogas de Tijuana hasta Miami.

Alberto Sicilia logró crear un imperio de la droga en los años 70. Fue arrestado en la casa de "La Tigresa" | Archivero
Alberto Sicilia logró crear un imperio de la droga en los años 70. Fue arrestado en la casa de «La Tigresa» | Archivero

Como toda su carrera criminal, su aprehensión fue extravagante. Lo detuvieron el 23 de junio de 1975. La policía de la Ciudad de México lo arrestó en un megaoperativo en una casa de la calle Agua 754, en Pedregal de San Ángel, y dicen que era propiedad de su amiga, la actriz Irma Serrano La Tigresa’. 

Durante el operativo fueron detenidos otros dos narcos conocidos de la época: Roberto Hernández Rubí y Luis Zuccoli Bravo, así como dos empleados del servicio doméstico, los hermanos Hilario y Gabriel Ochoa Recillas. 

En voz del propio Sicilia Falcón, desde que llegó a la prisión de máxima seguridad, el “Palacio Negro de Lecumberri”, compró a todo el mundo con carretadas de dinero. Las autoridades penitenciarias le dejaron claro que si quería una celda tendría que pagar 150 mil pesos de arranque. 

Sicilia consiguió el dinero el mismo día y lo entregó al teniente coronel Edilberto Gil Cárdenas, jefe de vigilancia. Este no tardó en alojarlo a él y a otros integrantes de su organización, en la crujía L, la cual convirtieron en hotel de cinco estrellas.

Como encantador de serpientes, Sicilia Falcón también se ganó la confianza de Jorge Asaf Bala, otro empresario convertido en narco, al que le regaló unos 100 mil pesos. En agradecimiento, Asaf se convirtió en su “mayor”, el encargado de la seguridad del cubano en el penal. “Desde ese momento fuimos objeto de amplias consideraciones”, dijo Falcón en una declaración ante el Ministerio Público al que tuvimos acceso. 

Para enero de 1976, siguió pagando sobornos al teniente Gil Cárdenas, a quien entregó 10 mil dólares para que le proporcionará más celdas individuales a otros miembros de su organización. Sicilia terminaría comprando todas las celdas de la crujía y, según sus cuentas, pagó un total de dos millones de pesos.

Luis Zuccoli Bravo era dueño de una empresa lechera | Archivero
Luis Zuccoli Bravo era dueño de una empresa lechera | Archivero

Un informe de la Dirección Federal de Seguridad afirma que las celdas estaban a todo lujo e incluían un teléfono privado que conectaba con la oficina de Gil Cárdenas. Incluso mandó a instalar un gimnasio privado con una pera de boxeo. 

“Sicilia Falcón tenía a su disposición un baño ruso [de vapor] que sólo servía para él”, relata el informe. Pero no se conformaría con una vida de lujos tras las rejas. Así que planeó el que sería el escape del siglo: cavó un túnel desde su celda hasta un cuartuchito afuera de Lecumberri.

Esta es la historia del señor de los túneles, uno mucho antes que Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Una colaboración de ARCHIVERO para DOMINGA, que reconstruye este caso gracias a expedientes olvidados entre cajones y viejas oficinas públicas. Casos como éste revelan que en México la verdad oficial siempre está en obra negra.

José Egozzi Béjar, cubano acusado de narcotráfico | Archivero
José Egozzi Béjar, cubano acusado de narcotráfico | Archivero

Sicilia Falcón planeó su fuga a través de un túnel

Tenía apenas diez meses en prisión. Alberto Sicilia Falcón todavía no era sentenciado por los cargos de tráfico de drogas cuando se escapó de Lecumberri. Hay varias versiones de la fuga, pero el primer informe cuenta que, pasadas las 22 horas del 26 de abril de 1976, un par de reos que hacían la limpieza y lavaban su ropa, fueron los primeros en darse cuenta.

Por esos años las celdas no tenían rejas, era un cuarto con una puerta de metal que tenía pintado un número asignado. Así que cuando llegaron, tocaron la puerta y esperaron a que Sicilia Falcón –un hombre de buenos modales y bien educado– les abriera como todos los días. Pero no pasó y los reos al servicio del narco pensaron que se estaba bañando, así que empujaron con precaución la puerta.

Vieron un hoyo de unos 60 centímetros en el piso. Gritaron y entonces los guardias activaron las alertas. Lo curioso es que, un par de horas antes, los custodios que tomaron lista reportaron que “no había novedades” en la celda de Sicilia Falcón. Con el capo cubano se fueron otros presos: José Egozzi Béjar, otro cubano acusado de narcotráfico, Hernández Rubí y Zuccoli Bravo, con quienes había sido detenido e ingresado a la prisión en 1975. 

Los custodios se metieron al hoyo y descubrieron que era un túnel y se veía muy profundo. Después de recorrerlo se dieron cuenta que la salida estaba sobre la Tercera Cerrada de San Antonio Tomatlán, en el número 25, en contra esquina con la calle Héroes de Nacozari, a 40 metros de la barda sur de Lecumberri.

Las fotografías revelan que lo que ahora es la Escuela Primaria 7 de Julio, antes eran siete casuchas de lámina y madera vieja de tres por dos metros. Cuando llegaron se dieron cuenta que los cuartos estaban deshabitados y encontraron apenas botas, un colchón destruido, un gato hidráulico, un taladro, un motor de dos caballos de fuerza, 15 brocas, guantes usados y tierra. Todo lo que encontraron fue utilizado para cavar un túnel reforzado con polines de madera.

Fue un escape extraordinario, que jamás habían visto en Lecumberri. A pesar de que se cavó un túnel tan largo, los vecinos aseguraron que no vieron nada y jamás escucharon ruidos extraños. Dentro de la prisión se montó un gran operativo.

Calle en la que se encontraba la casa utilizada en el plan | Archivero
Calle en la que se encontraba la casa utilizada en el plan | Archivero

En las fotografías puede verse unas 20 personas vestidas de civiles, de traje, al interior de la crujía L, que parecía una vecindad de dos pisos y donde al exterior de cada celda había una planta para decorar el lugar. Las autoridades penitenciarias, la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, la Policía Judicial del Distrito Federal, y la Procuraduría General de la República trataban de entender cómo lo había logrado.

Así se planeó la fuga de Lecumberri

El primero en ser detenido fue Alberrán Rivero, quien hasta marzo de ese año había sido el dueño de las cuarterías a donde salía el túnel cavado desde Lecumberri. Alberrán contó que, desde el mes de febrero, un señor llamado Ramón Briseño Covarrubias se presentó en tres ocasiones. Le dijo que era agente de bienes raíces y quería comprar su propiedad. La oferta era inigualable: 250 mil pesos por los cuartos.

Con esta pista, las autoridades llegaron hasta la Notaría 77 de la Ciudad de México, donde se llevó a cabo la transacción. Descubrieron que Briseño Covarrubias había dado como dirección una empresa lechera “El Trébol” y que su propietario había sido Luis Zuccoli Bravo, uno de los presos que se escapó con Falcón. 

La entrada del túnel junto con las herramientas que fueron utilizadas para el escape | Archivero
La entrada del túnel junto con las herramientas que fueron utilizadas para el escape | Archivero

La policía entonces contactó a Enrique Zuccoli, tío de Luis, quien confesaría que su sobrino le había pedido que gestionará la compra de los cuartos cercanos a Lecumberri. Fue él quien eximió al señor Alberrán al asegurar que hasta la tercera vez que le ofrecieron el dinero, el señor aceptó.

Según el tío, Ramón Briseño y su amante, una joven guatemalteca, prepararon el escape durante dos meses y contrataron a los empleados que cavaron el túnel. Que incluso fue él mismo quien montó la vigilancia para verificar que nadie se diera cuenta. 

La segunda detención de Alberto Sicilia Falcón

Durante cuatro días las autoridades siguieron la investigación por vía de la familia Zuccoli Bravo. De hecho, fue María, la hermana de Luis, uno de los fugados, quien declaró que su hermano podría estar escondido en una casa en la colonia Narvarte, ya que la propietaria Laura Oropeza era una amiga de la familia.

Los agentes encontraron la salida del túnel dentro del cuarto de la casa ubicada a 40 metros de la prisión | Archivero
Los agentes encontraron la salida del túnel dentro del cuarto de la casa ubicada a 40 metros de la prisión | Archivero

El 29 de abril de 1976 se montó un operativo que dio como resultado la localización de la casa que llevaba el número 73 en la calle La Quemada, de la Narvarte. El expediente de la detención revela que Sicilia Falcón intentó escapar por las azoteas e intentó disparar a las autoridades desde los tejados con una pistola de 9 mm.

Las autoridades finalmente lo detuvieron por segunda vez junto con uno de sus compañeros, Luis Zuccoli. En su primer interrogatorio, el cubano declaró que nunca conoció la identidad de las personas que cavaron el túnel y que el escape fue planeado en su totalidad por su socio criminal, Luis Zuccoli Bravo. Lo que sí confirmó es que quienes orquestaron todo fueron Briseño Covarrubias y su amante guatemalteca. Además, dijo, supo de otros guatemaltecos que cavaron el túnel de escape. 

Lo invitaron a fugarse desde febrero de 1976 y él invitó a Hernández Rubí a unirse a la fuga. Dijo que Briseño asistía constantemente al penal a informar de cómo iban los preparativos del narco túnel. El 25 de abril por la noche en las celdas de su crujía, se escuchó un ruido en el piso, esa fue una señal de que el túnel estaba listo.

Jorge Egozzi BéjarRoberto Hernández Rubí y Luis Zuccoli Bravo recibieron indicaciones de dirigirse a un cuarto en Lecumberri, donde habían colocado herramientas como un taladro manual y una perforadora de concreto. 

​“Logramos separar el bloque de concreto [del piso] y utilizamos un gato, pero no salimos inmediatamente porque esperamos el toque de queda, que era a las 10 de la noche”, dijo Sicilia Falcón ante el Ministerio Público. También confesó que pagó 50 mil dólares a la familia Zuccoli Bravo.

“El detenido manifestó que los cuatro que se fugaron de la prisión habían planeado dirigirse por vía terrestre hacia Guatemala para adquirir la documentación necesaria y trasladarse a Brasil o algún país europeo”, dice un reporte de la policía de espionaje. 

Lo más lejos que llegaron fue a la casa de la amiga de Luis Zuccoli en la colonia Narvarte. Las autoridades encontraron varias pelucas, bigotes y patillas postizas.

En dos ocasiones el capo habría solicitado el apoyo de amigas cercanas para intentar escapar | Archivo
En dos ocasiones el capo habría solicitado el apoyo de amigas cercanas para intentar escapar | Archivo

Las declaraciones de Falcón evidenciaron la corrupción que imperaba al interior de Lecumberri para el año 1976, la cual había dejado de ser una cárcel de máxima seguridad para convertirse en un autogobierno controlado por los que más dinero tenían.

De hecho, al final de su declaración, Sicilia Falcón dejó asentado que solicitó al agente del Ministerio Público que hiciera notar que tenía conocimiento de que Edilberto Gil Cárdenas había manifestado públicamente, “que como represalia por sus declaraciones una vez que este retornara a la prisión, lo privaría de la vida”. 

Después de su reingreso nada se sabe de él salvo reportes hemerográficos que aseguran que salió de la prisión del Altiplano en 1999. Su escape en la memoria colectiva de los mexicanos sería reemplazado por otros dos más extremos: los de ‘El Chapo’ Guzmán de 2001 y 2015 que lo convertirían en el nuevo ‘Señor de los túneles’; reportó MILENIO.

Paolo Sánchez Castañeda participó en la búsqueda este archivo

Imagen portada: MILENIO.

Fuente:

// Con información de MILENIO

Vía / Autor:

// Staff

Etiquetas:

Compartir:

Autor: lostubos
Ver Más