Los acordes musicales emanados del único violín en el mundo completamente funcional hecho de legos, y diseñado por el joven artista Gerardo Pontiérr, se escucharon en el último día de la Feria Internacional de Arte Capital en el WTC; señala MILENIO.
Niñas, niños y sus familias de la Fundación Aquí nadie se rinde, organización sin fines de lucro que apoya pequeños pacientes con cáncer, se maravillaron viendo cómo Pontiérr tocaba el instrumento, pues además es violinista de profesión.
Gerardo Pontiérr es un artista innovador que utiliza el Lego como su herramienta principal. Su enfoque artístico es la creación de piezas que combinan el arte contemporáneo con la cultura popular, utilizando estos bloques de construcción para explorar su imaginación.
El creador ha desarrollado un estilo para construir esculturas y obras visuales que desafían las nociones tradicionales del arte. Este uso de un material lúdico y accesible le permite conectar con una audiencia más amplia, al tiempo que invita a la reflexión sobre el valor del arte en la vida cotidiana. Sus obras no solo son visualmente impactantes, también fomentan la interacción y el juego, elementos esenciales en su proceso creativo.
En la Feria Internacional Arte Capital, que se realizó del 14 al 18 de noviembre de 2024 en el WTC de Ciudad de México, Gerardo Pointier exhibió sus obras junto a otros artistas contemporáneos.
Lo hizo en este evento que busca ser un punto de encuentro para coleccionistas, críticos y amantes del arte, ofreciendo una plataforma para la venta directa de obras y la interacción entre artistas y el público. La feria ofreció una experiencia inmersiva, con actividades como exposiciones, talleres y presentaciones artísticas.
Pontiérr enfatiza la importancia del juego y la creatividad en su trabajo. Busca generar emociones que lleven al espectador de lo objetivo a lo reflexivo y lo sublime. “Considero que el uso de Lego no solo conecta con la imaginación, sino que también hace que el arte sea accesible y atractivo para todos”.
Pontiérr, con su enfoque innovador y su participación activa promueve un diálogo entre el arte y la comunidad.
Pregunta: ¿Cómo surgió tu interés por el arte con Lego?
«Yo, como muchos niños en el mundo, juego con legos desde que me acuerdo, desde bebé, a los dos años. A los 10 años tuve la fortuna de ser campeón mundial de Lego Star Wars Galactic Challenge en Legoland, California, donde obtuve la medalla de plata entre 18 naciones. Más tarde me metí a la música. Retomé los legos durante la pandemia, cuando no podía tocar en ningún evento. Saqué los legos y lo primero que construí fue un violín completamente funcional. Debo decir que además tengo una colección de violines».
«Posteriormente empecé a bosquejar en un formato de escultura tridimensional que se cuelga en la pared. Inicié con obras pequeñas y actualmente llevo la técnica a niveles nunca imaginé, ha sido una locura muy hermosa».
«Con el tiempo, me di cuenta de que estos bloques no solo son juguetes sino también herramientas poderosas para contar historias y explorar conceptos complejos así que decidí incorporarlos en mi trabajo artístico».
Pregunta: ¿Por qué emprendiste esta exploración?
«Todo mundo ha armado con Lego o al menos conoce el concepto. Tengo el privilegio de usar este material como lenguaje visual. Al final he podido desarrollar un poco más esta línea de producción de obras de arte en este formato de mosaico tridimensional que salen del cuadro y tienen historias dentro de sí mismas».
«Están hechas de un material que es muy amigable para mucha gente. Tengo mucho el lado del diseño en el que hago un trato digital para hacer una estrategia de construcción. Normalmente, la obra desde mi perspectiva es más lateral, mi propuesta en la narrativa es lateral. El frente es una perspectiva que se crea para el mosaico y el pixelaje, pero digamos que mi obra radica principalmente en jugar con la pieza, para ello se tiene que ver desde diferentes perspectivas y encontrar qué nos cuenta».
Pregunta: ¿Cómo es tu paleta de colores?
«Trabajo con una paleta de 65 colores que son los existen con 14 mil variaciones de piezas. Es una locura la cantidad de formas y variaciones que existen en estas piezas. Y la paleta de color que selecciona para cada obra, depende un poco tanto de la narrativa, como de las piezas que se tenga. Es un problema traerme las piezas porque las tengo que comprar de Europa y de ahí a Los Ángeles donde hago un contenedor que envío a Guadalajara, donde está mi estudio, es mucho trabajo logístico».
Pregunta: ¿Cuentas con la certificación de Lego para hacer obras de arte?
«Actualmente no, aunque tengo el contacto y una brecha de comunicación. Estoy en vías de tener un acceso y lo que busco es certificarme como artista, ya que sólo hay 22 certificados en el mundo de Lego, yo sería el primer latinoamericano de la historia en certificarme con Lego como artista».
Pregunta: ¿Qué puedes decir del retrato de Vincent van Gogh?
«Es un diseño que yo realicé con aspectos de la vida y obra de Van Gogh, tiene unos sobrecitos metidos en la cara que representan las cartas que escribió con su hermano Theo, por quien conocemos la vida y obra de Van Gogh. Tiene dos guiños de dos de sus obras, La noche estrellada y Los girasoles; también tiene un guiño dentro de la oreja: se abre la puertita y ahí tiene una representación de un loco inadaptado social, como vivió sus últimos días. Eso es como un pequeño metatributo a su obra».
Imagen portada: Ariana Pérez / MILENIO