Por José Jaime Ruiz
…cuando soplan los vientos de cambio, unas personas levantan barreras, otras construyen molinos de viento.
// Erico Verissimo
El problema no es que sean cascajo del Antiguo Régimen, el problema es que no encuentran ni quieren encontrar su camino a Damasco. Una fotografía no hace verano, así sea con la candidata o la presidenta constitucional de la República Mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo. Como en los antiguos laboratorios fotográficos, la luz vela la foto. Ni Sergio Mayer ni Rommel Pacheco son menos derecha con las funciones públicas que detentan; Miguel Ángel Yunes, Javier Corral, Ricardo Monreal y Layda Sansores no son activos del Nuevo Régimen, apenas pasivos de aquellos lodos. Hay cascajo por todos lados, sirven para tapar baches, no para construir autopistas o segundos pisos.
Layda se presume y asume culpable. Esperpéntico monigote de la función pública, su presentación es representación actoral, cuasi villana de cómic Marvel o DC. Lo suyo no es jaguar sino enjuagar, revivir a los enemigos declarados de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y la 4T. Su absolución de Jorge Luis Lavalle es patética, su persecución en contra del periodista Álvaro Delgado, condenable, ¿qué dicen los “periodistas” e “ideólogos” morenistas del linchamiento público de Layda contra Delgado? Matar al mensajero no exculpa a Layda; una selfie con Sheinbaum (después de la lapidaria frase: yo no lo contrataría), tampoco. Algo flota sobre el agua.
Avezado heredero de las mañas de Manlio Fabio Beltrones, Viri Ríos describe de cuerpo entero a Ricardo Monreal en una colaboración para Milenio: “Monreal es un político de talla nacional en toda la extensión de la palabra, un perfil no tan común en Morena. (…) A lo largo de décadas, Monreal ha construido lealtades y relaciones de poder en todo el país, tejiendo alianzas con todos los niveles de gobierno, la iniciativa privada y movimientos variopintos. Forjado en los modales de la vieja clase gobernante, no hay un solo político que no describa a Monreal como un hombre que sabe llegar a acuerdos y respetarlos. Ratón de esmoquin. Nadie duda que en sus inmediaciones existan negocios turbios, alianzas obscuras y juego a tres bandas. Pero nadie duda tampoco de su capacidad de dar resultados”. Algo flota sobre el agua.
El corruptazo Monreal tiene de cómplice a Pedro Haces, o Heces, da igual. Ellos corrompen todo lo que tocan, miseria del Antiguo Régimen, ponen obstáculos al Segundo Piso de la Cuarta Transformación. Cascajo de aquellos lodos, no trazan, retrasan los cambios; Layda y Ricardo se pelearon por saber quién era más corrupto. Hace dos años, en noviembre de 2022, Monreal le envió un mensaje a Sheinbaum mencionando a Layda: “Claudia, frena tu jauría; no más división”. Hoy se sabe que la misma condición corrupta los une. Monreal contra Sheinbaum y Sansores contra AMLO. En fin, la mierda siempre flota en las “aguas heladas del cálculo egoísta”.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)
