El Reportaje14 titulado «Zedillo: Crisis, represión y neoliberalismo» analizó el contexto histórico de la llegada de Ernesto Zedillo a la Presidencia en diciembre de 1994, un sexenio marcado por la crisis económica más profunda que México había enfrentado hasta ese momento. Este periodo se convirtió en un ejemplo paradigmático de las contradicciones y debilidades del modelo neoliberal; publica SPR.
La abrupta devaluación del peso, que marcó el inicio de la crisis, desató un colapso financiero que impactó tanto a las finanzas públicas como a millones de familias. Zedillo tomo la decisión de cambiar el sistema de tipo de cambio fijo, por uno de libre flotación del peso, dejando que la oferta y la demanda determinaran su valor.
La devaluación no solo disparó la inflación y el desempleo, sino que también incrementó el costo de la deuda pública y privada, generando una escalada de impagos y un colapso en el sistema financiero. El gobierno de Zedillo, siguiendo la lógica neoliberal, y con el pretexto de evitar una crisis mayor, ordenó comprar la deuda de los bancos y en forma de pagarés, la deuda privada se canalizó a un fondo conocido como el Fobaproa.
El costo social de esta decisión fue altísimo: millones de mexicanos cayeron en la pobreza, las tasas de interés se dispararon y la economía sufrió una conmoción sin precedentes.
El economista Oscar Rojas considera que el Fobaproa fue un “proceso de corrupción” que además contó con el aval del poder Legislativo y que fue aprobada por el Congreso de la Unión con la mayoría que obtuvieron en contubernio el PRI y el PAN.
Este episodio evidenció las limitaciones del modelo neoliberal, que priorizaba la apertura de mercados y la dependencia del capital extranjero, pero que desprotegía a los sectores más vulnerables. Además, la crisis fue un recordatorio de cómo la falta de regulación adecuada y una política económica subordinada a los intereses financieros internacionales pueden desencadenar consecuencias devastadoras.