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Jon Bilbao: “Mi trilogía no es otra historia de vaqueros”

El escritor Jon Bilbao (Asturias) en 1972 cierra su trilogía western publicada por la editorial Impedimenta, señala MILENIO. Se compone de Basilisco (2020), Araña (2023) y Matamonstruos (2024), que relatan las aventuras de John Dunbar, un pistolero conocido como el Basilisco.

En entrevista con MILENIO, el autor desentraña su fascinación por el salvaje oeste, un tema que le atraía pero que no sabía cómo funcionaría en su carrera y acabó siendo un gran éxito en librerías junto a Dunbar.

¿Desde niño te atrajo el western?

Me gustaba, siempre ha estado ahí y se ha ido arraigando con el paso de los años. Empezó atrayéndome por los cómics de vaqueros, casi todos de producción europea; luego ya pasé al cine y también a la literatura del western.

¿Qué es lo que te gusta del género?

Hay inmensidad de lugares, paisajes, situaciones que me resultan atrayentes de este género narrativo, pero si me tuviera que quedar con algo, me quedaría con la idea de frontera, no únicamente como espacio físico en continuo desplazamiento, sino como un espacio simbólico. No es tanto llegar a un sitio y ubicarte, es por la necesidad de escapar de algo que no te satisface, que es lo que le sucede al protagonista.

¿Cómo nació John Dunbar?

Al principio iba a ser un relato breve, no una trilogía. Yo quería probarme a mí mismo cómo me sentía escribiendo dentro de este género. Me pueden gustar mucho las películas y los westerns, pero a lo mejor, cuando lo haces tú, suenas falso. Quería partir de un tipo de personaje como una plantilla básica, pero ir complejizándolo y, cuando estaba escribiendo el primer libro de la trilogía (Basilisco), me di cuenta de que el recorrido podía ser mayor del que había previsto y, de un modo muy natural, surgió el segundo y un tercer libro.

En este último libro, Bilbao cavila sobre el papel que la ficción puede ejercer en nuestras vidas. (MILENIO)

¿Es un personaje que va evolucionando?

Yo quería huir de ese esquema de un personaje que es siempre el mismo. Batman no puede matar al Joker porque dejaría de ser Batman; no puedes introducir cambios en ese tipo de personajes que son marcas registradas y perderían su esencia, pero no es realista y yo buscaba la verosimilitud. Y, por otro lado, yo afronto la escritura de mis libros como un reto donde quiero retarme y experimentar ese vértigo de no saber si esto va a funcionar; por lo que, si tuviera que hacer un cuarto o un quinto libro sobre John Dunbar, eso ya no lo iba a sentir.

¿Seguiste reglas en este western?

Algunas, porque me preocupaba que lo que escribía pareciera un decorado o una simple emulación de algo que yo había visto en el cine de Hollywood; por eso me sumergí en la documentación histórica y lo que descubres cuando te documentas sobre el western, lo que a todos nos viene a la cabeza con el género es que, en su inmensa mayoría, no existió.

Son constructos narrativos creados por la cultura popular; entonces, si te ciñes a lo histórico, muchos lectores no reconocerían lo que están leyendo, dirían: “esto no es western». “no es lo que siempre me han contado”. Cuando estás trabajando con un género tan arraigado, tienes que ser necesariamente postmoderno y lo que hice fue combinar las referencias del western con una parte muy sustanciosa de documentación.

¿Qué te han dicho los lectores de John Dunbar?

Les gusta. Yo nunca había hecho esto, no solo un western, sino también saltar entre el presente y el pasado, entre la ficción dentro de la ficción. Así que cuando dejé el libro en la editorial pensé: “A ver qué me dicen”. Creo que los lectores valoran la originalidad de la propuesta y se dan cuenta de que no era un mero divertimento, no era otra historia de vaqueros, sino que proponía una serie de reflexiones como la de la masculinidad, las transiciones, sobre la búsqueda y, en este último libro, en Matamonstruos, sobre el papel que la ficción puede ejercer en nuestras vidas, y a las mujeres les están gustando mucho estos libros.

En Matamonstruos, John Dunbar quiere dar la espalda a su pasado de brutalidad y errancia y vivir en paz junto a su familia. Se asienta con Lucrecia y su hija, Felicidad, en Valle de las Rocas, en pleno territorio navajo. Sin embargo, hasta allí le perseguirán los enemigos más aterradores e insospechados que haya conocido nunca.

Ficción y realidad

John Dunbar es un trampero, veterano de la guerra y pistolero ocasional que encarna lo más genuino del Lejano Oeste. Mientras que Jon, el ingeniero desengañado, ya convertido en escritor, se adentra en las responsabilidades y frustraciones de la mediana edad en el presente. Bilbao propone un diálogo entre realidad y ficción en su trilogía.

A la par del western, relatas la historia de Jon, el escritor creador de las aventuras del Basilisco.

En esta trilogía y en todos mis libros pongo cosas de mí mismo; necesito un vínculo personal con lo que estoy haciendo. Por ejemplo, en esta novela, una línea acontece en el presente, protagonizada por un escritor de mediana edad, con problemas, parecido a mí, con hijos, un divorcio complicado, una nueva relación que está teniendo sus problemas, etcétera; y por otro lado tenemos las narraciones de vaqueros que él escribe y a veces utiliza la ficción como un desahogo, como catarsis, como búsqueda de explicaciones.

¿Con Matamonstruos llegas al final del western?

Este personaje lleva a cabo un proceso de maduración a la par de complejización en estos tres libros. Al principio es un personaje arquetípico de historia de vaqueros, rudo, parco de palabras, muy físico y estereotipado; pero a lo largo de este recorrido va adquiriendo matices y buscando un lugar donde asentarse y, en ese proceso, pasa por situaciones y trata con personas que lo llevan a conocerse mejor a sí mismo, a volverse más profundo, sincero y más emocional y sí, es el final.

¿El protagonista no encuentra la paz?

Cuando finalmente se asienta, eso no significa que salde todas las cuentas con el pasado ni que a partir de ahí lo que tenga por delante ya sea un horizonte despejado e idealizado, sino que el final es un poco más realista que el de muchos westerns que hemos visto en Hollywood; es un reconocimiento de que no puedes huir de tu pasado. Siempre hay una cuenta pendiente y, por bien que vayan las cosas, te aguardan imprevistos, malentendidos y errores.

¿Cuál es el siguiente reto?

Me estoy tomando un descanso; he trabajado con estos personajes durante unos cinco años. Estoy escribiendo cuentos y ya veremos; pienso que hay que perseguir los libros, pero no forzarlos.

Imagen portada: Instagram / @Jon Bilbao

Fuente:

// Con información de MILENIO

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: Staff
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