El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, fue sentenciado a “descargo incondicional” en un caso que lo posiciona como el primer presidente del país en enfrentar una condena penal. El fallo, dictado por el juez Juan Merchan, se relaciona con pagos irregulares realizados para silenciar un supuesto escándalo extramarital durante su campaña presidencial de 2016.
Trump, quien escuchó la sentencia por videoconferencia, no enfrentará cárcel, multas ni comparecencias judiciales regulares. El juez Merchan afirmó que, aunque el caso ha sido mediático, su desarrollo fue tratado de manera ordinaria, como cualquier otro juicio. El jurado había declarado culpable a Trump en mayo de 2024 por 34 delitos de falsificación de registros comerciales.
En su intervención, Trump calificó el proceso como una “experiencia horrible” y reiteró su inocencia. “No hice nada incorrecto”, afirmó. Vestido con su característico traje azul y corbata roja, evitó cualquier interacción con el juez al finalizar la audiencia, reflejando su rechazo al proceso.
El caso se centra en un pago de 130 mil dólares a la actriz Stormy Daniels, realizado para evitar que detalles de una supuesta relación salieran a la luz durante las elecciones de 2016. Según los fiscales, este pago se registró de forma fraudulenta en los libros de la empresa de Trump para ocultar su propósito.
Trump respondió al fallo calificándolo como una muestra de la “caza de brujas” que, según él, ha enfrentado por parte del Partido Demócrata. Afirmó que este proceso representa un intento de interferencia política para desacreditarlo, pero aseguró que apelará la decisión para restaurar la confianza en el sistema de justicia.
En su publicación en redes sociales, Trump criticó al juez Merchan, a quien acusó de parcialidad, y desestimó las pruebas presentadas, incluyendo el testimonio de su exabogado Michael Cohen. Afirmó que el caso carecía de base legal y lo calificó de “interferencia electoral criminal”.
Los abogados de Trump intentaron desestimar el caso en varias instancias judiciales, argumentando que el presidente electo estaba protegido por inmunidad. Sin embargo, estas apelaciones fueron rechazadas una tras otra, incluso en el Tribunal Supremo, que permitió que el juicio avanzara.
En una votación dividida de 5 a 4, el Supremo avaló el fallo, lo que refuerza la independencia del sistema judicial. Este resultado marca un precedente significativo, destacando que incluso figuras políticas de alto perfil no están exentas de la justicia.
La reacción pública al caso ha sido polarizada. Fuera del tribunal, grupos de simpatizantes y detractores de Trump se manifestaron con pancartas y consignas. Mientras unos denunciaban la “caza de brujas política”, otros pedían justicia y acusaban a Trump de abuso de poder y corrupción.
El caso Stormy Daniels no solo impacta la imagen de Trump, sino también la percepción pública sobre la rendición de cuentas de los líderes políticos. Este juicio destaca la importancia de la transparencia y la integridad en el ejercicio del poder.
Analistas sugieren que esta sentencia podría influir en las elecciones presidenciales de 2024, dividiendo aún más a los votantes. Mientras algunos ven a Trump como una víctima de persecución política, otros lo consideran un símbolo de los excesos de poder.
El impacto de este caso resonará durante años, sentando un precedente sobre cómo la justicia puede, y debe, alcanzar incluso a los individuos más poderosos de una nación. La historia de este juicio es un recordatorio de que nadie está por encima de la ley.
Imagen portada: SPR
