Paradero desconocido (Colección Visor de Poesía, 2024) es el noveno libro de poemas de Benjamín Prado, el polígrafo español (Madrid, 1961) que ha publicado también novelas, ensayos, aforismos y, con la académica Teresa Rosenvinge, el libro Carmen Laforet, biografía de la célebre autora de la novela Nada, fallecida el 28 de febrero de 2004; además, ha colaborado con cantautores como Joaquín Sabina, con quien escribió varias canciones de los álbumes Vinagre y rosas y Lo niego todo; señala MILENIO.
Paradero desconocido se divide en tres secciones: “Estado de alarma”, “En la vida real” y “Taller literario”, en ellas el autor desarrolla reflexiones sobre el paso del tiempo, el envejecimiento, la muerte, el amor, la creación literaria, como si estuviera contando una anécdota, una historia, como si estuviera platicando con un o una joven aspirante a poeta.
En el poema que da título a la primera sección hay pesadumbre por las cosas que se abandonan y deterioran, por lo que será de ellas cuando sus ocupantes actuales se hayan ido. “Imagino esta casa dentro de muchos años”, escribe Prado y versos más adelante presiente: “Mañana habrá ventanas sin cristales,/ muebles que sueñen regresar al bosque./ Tal vez aún quede alguien que sepa quiénes éramos/ y qué ocurría aquí:/ la memoria es un río que atraviesa/ una ciudad vacía”. Y “En vieja gloria” un poeta mira por el espejo retrovisor cuando era el más joven entre sus colegas; en un abrir y cerrar los ojos se ha vuelto un glorioso veterano y piensa: “…la nueva generación me cita,/ me respeta, la envidio, le oculto la verdad:/ que mi pasado está escrito en las lápidas,/ que estos años ya son los suburbios que el médico/ construye en las afueras de mi vida./ Después de las lecturas/ les dedico mis libros/ igual que un general firma su rendición”.
En esta misma sección, un poema dedicado a su amiga Almudena Grandes, fallecida el 27 de noviembre de 2021, otro sobre el Alzheimer, uno más sobre los haters van conformando, según el crítico Ramón Rozas, “un recorrido absolutamente emocionante en el que poco se deja atrás este madrileño (Prado) que intenta esquivar los espejismos de nuestra existencia”.
En la segunda sección resulta insoslayable el poema que da título al libro, “Paradero desconocido”, se refiere a la pareja y dice: “Toda historia de amor tiene dos autores/ y ninguna es más triste/ que esas en las que uno continúa escribiendo/ y otro ha puesto ya el punto final”.
En la tercera y última sección, en el poema “Qué te habías pensado” le escribe a quien comienza su camino en la poesía: “No pienses en el día de mañana —el prestigio/ es igual que la nieve: se deshace y la olvidan—,/ ni te creas el cuento de la posteridad:/ sólo es eterno lo que no respira,/ todo lo que se mueve tiende a detenerse.”
El periodista español Guillermo Balbona afirma que en Paradero desconocido Benjamín Prado “ofrece poemas afilados, que se clavan y causan temor, siempre trazando una ecuación entre la imagen certera y el relato sumergido en el poema”. Los poemas de este libro son efectivamente afilados y se clavan, pero no todos causan temor —algunos despiertan la esperanza— y el relato no está sumergido sino en la superficie del poema, lo cual siempre se agradece.
Imagen portada: Instagram / @libreriavisor