Por Félix Cortés Camarillo
He leído opiniones que, del hecho de que la tercera parte del discurso de toma de posesión de Donald Trump se refiera, o tenga relación con asuntos que afectan a México, deducen que al señor de la Casa Blanca le importamos mucho.
Nada de eso. Al Presidente vecino solamente le interesa su obsesiva “liberación” de los Estados Unidos, y su destino manifiesto de dominar al mundo en el modo más puro de un nacionalismo fascista y haciendo del narcisismo política de Estado, como le leí ayer a Zepeda Paterson en Milenio.
Sí, a Trump le interesa joder a México en muy prominente lugar por su cercanía y por su errado y superficial criterio de que es muy fácil “doblar” al gobierno mexicano como lo hizo la primera vez. Esa petulancia se expresa de diferentes maneras; mientras firmaba órdenes ejecutivas al por mayor en el Salón Oval, le contestó a una periodistas del Brasil que le pidió una definición de su política hacia América Latina. “Ellos nos necesitan más a nosotros que nosotros a ellos”, disparó botepronto, pero se corrigió de inmediato: “ellos nos necesitan a nosotros, nosotros no los necesitamos a ellos”. Nada sorpresivo para alguien que afirma que el atentado en Pennsylvania en su contra y su resultado, fueron una decisión de Dios para llevarlo a redimir a su pueblo.
Esta es la actitud que la señora Presidente tendrá que enfrentar desde ahora, y creo que lo está haciendo con sensatez. Yo espero que por las vías inevitables, los encargados de ejecutar sus planes de respuesta a las agresiones hayan avanzado lo suficiente, para que se inicie un diálogo fluído del más alto nivel en que prevalezca la postura de la mexicana: negociar. Transar. Me das y te doy. Quid pro quo.
Hoy es el tercer día de esta mascarada que tiene para rato. Es muy importante que este repetido llamado de diálogo ya no se escuche en el apanicado ambiente anterior, el de la espuesta está en el himno nacional. Ni en el ambiente nervioso del lunes, cuando muchos temían ver invadidas sus calles por piojosos delincuentes venezolanos, de Cuba o de Haití, sacados de las cárceles y expulsados del Paraíso. Como se ha dicho en muchas partes, en política, las cosas se dicen con facilidad, pero se realizan luego de muchos obstáculos, de forma, de fondo. Y de plata.Como dice un amigo mío: del Dicho al Lecho hay mucho trecho.
El plan mexicano de recepción de los migrantes que sean expulsados, cuando lo sean, en el número que lo sean, tiene mucho sentido práctico. Yo no creo que en el futuro inmediato se vaya a presentar la avalancha que se adivina y teme. Mucho más me preocupa la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas, aparentemente dentro de doce días; el uno de febrero.
Pero incluso en este caso, la principal preocupación debiera ser de los consumidores finales de lo que México manda al Norte. Ellos tendrán que comenzar a pagar el incremento a los precios de los aguacates, fresas, laminados o partes automotrices y demás, que serían gravados.
Cuando un rey deja el palacio para ir a un circo, no pasa nada. Cuando un payaso toma el palacio, éste se convierte en circo.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no se puede entrar sin tapabocas): ¿Qué le deben Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum a Francisco Garduño? El Dr. Garduño, un guanajuatense que es optometrista, abogado y burócrata de muchos años, se unió a Cuauhtémoc Cárdenas y es de los fundadores del PRD. Ahí conoció a Lopitos y es de los funfadores de Morena y seguidor del expresidente.
Al inicio del gobierno de AMLO, Garduño estuvo seis meses encargado de las cárceles del país, pero de ahí fue cambiado al puesto de director general de Migración. Con ese cargo está sujeto a proceso penal desde 2023 por su responsabilidad en la muerte de un grupo de migrantes que estaban encerrados en un centro de detención de INM en Ciudad Juárez. Provocaron un incendio, nadie les abrió la puerta y ahí murieron. Garduño, como buen indiciado, tiene que ir a firmar cada dos semanas para garantizar que no se ha pelado.
La señora Presidente anunció su despido y sustitución por Sergio Salomón. Ni Garduño se ha ido ni Salomón ha entrado. Ambos asisten a las reuniones de Seguridad con motivo de las trumpadas migratorias.
Algo le deben Lopitos y la Dra. Sheinbaum a Francisco Garduño. ¿Qué les sabe?