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Por José Jaime Ruiz

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@lostubosmty

Orwelliana, la policía del pensamiento de Elon Musk: el Algoritmo Mayor te vigila. La oligarquía digital se suma al exterminio de la disidencia (Mark Zuckerberg) e implanta el pensamiento único donde la verificación y la veracidad poco importan. Los valores de la modernidad hechos añicos, como la democracia y la libertad; la fraternidad, por supuesto, proscrita. La igualdad de las plataformas no existe, a la desigualdad económica y social se suma ahora la desigualdad digital. El Algoritmo, con sus restricciones, destruye el piso parejo y exalta a los genocidas (Gaza) y al neofascismo (Alice Weidel entrevistada por Musk en Alemania) y el mismo Elon arremetiendo contra las “democracias” occidentales (Olaf Scholz o Keir Starmer). Las redes digitales de los Estados Unidos sirven a la oligarquía que las genera y dejan de ser, en sentido estricto, redes sociales.

Hace años afirmé que la 4T será feminista o no será, el Segundo Piso de la Cuarta Transformación cumple el vaticinio. Hace meses escribí que la 4T será digital o no será: “En su libro Neurototalitarismo, Franco Berardi Bifo se plantea una pregunta sobre las innovaciones tecnológicas: “¿Debemos planear una resistencia a la mutación en curso? Esa sería una alternativa reaccionaria y, todavía más, una tarea imposible. No creo que una resistencia a la mutación sea posible”.

“Para el presidente Andrés Manuel López Obrador ‘hay que impulsar mucho todo lo que tiene que ver con las redes sociales, con el trabajo creativo, intelectual de muchos ciudadanos de redes sociales. Hay mucho potencial, no de los periodistas de antes o en la concepción del periodismo que se ejercía anteriormente, sino ya en las redes se puede estar haciendo análisis, se puede estar replicando, contestando mentiras, falsedades, denunciando. Ojalá eso siga creciendo. Esa es una cosa que va a ayudar mucho, no sólo en México, sino en el mundo. Y lo otro es ir pensando —y esto para los científicos de las naciones, los centros de investigación, como el Conacyt— para crear plataformas independientes, porque no es posible que los dueños de las plataformas más utilizadas sean los más ricos del mundo’.

“Como con los Borg de la serie Star Trek: ‘Ustedes serán asimilados. Resistirse es inútil’. Sin embargo, para Bifo ‘La contradicción fundamental dentro del semiocapitalismo es la incompatibilidad del cyberespacio con el cybertiempo’ (se entiende como semiocapitalismo una forma de capitalismo impulsada por la acumulación, la producción y la reproducción de signos). Prosigue Franco Berardi: ‘Una epidemia de infelicidad se extiende sobre el planeta mientras el absolutismo del capital afirma su derecho al control irrestricto de nuestras vidas.

‘El semiocapitalismo se infiltra en las células nerviosas de los organismos conscientes, inoculándolos con una racionalidad tanato-política, un sentimiento mórbido que permea el inconsciente colectivo, la sensibilidad y la cultura (…) El imperio Google ha sido construido esencialmente sobre la captura de la experiencia de sus usuarios en función del incremento del valor y la productividad.

‘Google, la más perfecta y revolucionaria corporación colonizadora de todos los tiempos… ha actuado como una bomba de extracción de significado. Conectando y capturando billones de actos individuales de asignación de significado de innumerables usuarios de todo el mundo, Google ha creado la máquina de desingularización más flexible jamás contenida (…) El mundo en cuanto proyección y experiencia será reemplazado por una experiencia simulada y uniforme –que yo llamo la experiencia del enjambre.

‘El proceso de la creación conectiva del enjambre no tiene nada que ver con la forma fascista del totalitarismo, pero puede ser descrita como un proceso de estandarización de la cognición, de la percepción y del comportamiento basada en la inscripción de automatismos lingüísticos en la comunicación humana y, por tanto, en la mente conectiva (…) El proceso de celularización ha sido el engrane perfecto de esta mutación socio-cognitiva. Más intrusiva que la computadora, el teléfono celular finalmente ha creado la infraestructura de la interconexión global y está preparando el camino de la desterritorialización y la ubicuidad última de la información’ (hasta aquí Bifo)

“Si la resistencia es inútil a estas formas de colonización libidinal de las emociones y a la nueva alienación digital del consumismo –escribí– las formas subversivas ante este capitalismo extractivista deben de usar sus mismos instrumentos para generar enjambre de libertad, de independencia crítica, de certidumbres frente a todo tipo de especulación neoliberal, incluyendo la llamada civilización del espectáculo.

“La mutación va y hay que aceptar el reto creando plataformas alternativas sociales, culturales, críticas, donde los algoritmos no sean falaces y opresores (Elon Musk) y se excluyan bots, cuentas falsas y anónimas y predomine desde las audiencias no la monetización sino la suscripción para combatir el neurototalitarismo desde, paradójicamente, una neosingularidad plural y diversa.

“Tiene razón Andrés Manuel, hay que crear plataformas independientes. La Comisión Federal de Electricidad deberá de profundizar en su oferta de Internet para todo el país. Claudia Sheinbaum lo tiene claro con el impulso a los satélites mexicanos. La lucha contra la ideología y colonización totalitaria neoliberal está en marcha. La 4T será digital o no será”.

El regresionismo imperialista de Donald Trump tiene su correlato en la narrativa algorítmica de los oligarcas digitales. En un artículo de finales del año pasado el mismo Bifo lo destacó: “Hoy vemos con total claridad el efecto combinado de la reforma neoliberal, que ha convertido a los seres humanos en enemigos de los seres humanos en nombre de la competencia y el dinero, y de la mutación conectiva, que ha vuelto a los seres humanos ineptos para la unión e ineptos para comprender la ambigüedad del lenguaje, endureciendo su coraza cognitiva y, por lo tanto, también de carácter. La amistad, la solidaridad, en las que antaño se basaba la posibilidad de resistir al fascismo, se han vuelto inconcebibles, porque ya no existen ni las condiciones sociales (precariedad y competencia generalizadas) ni las condiciones lingüísticas y afectivas (distanciamiento técnico, anorexia sexual) para que las relaciones de amistad y de solidaridad se reproduzcan. La peste negra, que un día infectó Europa y hoy se extiende imparable por el planeta, no es sólo el efecto de una derrota política que marca una época, sino sobre todo el producto de una mutación antropológica, psíquica y cognitiva, que hunde sus raíces en la transformación productiva y tecnológica verificada durante las últimas décadas. Así que tranquilicémonos, no es culpa nuestra que Hitler sea ahora el señor del mundo”.

La decadencia de Occidente y la nostalgia de un Imperio que ya no será tienen su resistencia en nuevos modelos de convivencia y de prosperidad compartida que nacen de la revolución de las conciencias. Si el Algoritmo Mayor te vigila, guerra de guerrillas digitales, revolución.

(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”)Manual del imperfecto políticoCaldo de buitre y El mensaje de los cuervosEs director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata EditoresDirige el periódico digital www.lostubos.com.)

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// José Jaime Ruiz

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Autor: stafflostubos
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