Por José Jaime Ruiz
El desprecio de Adrián de la Garza a las instrucciones de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch es total.
Peor, imposible. La persecución política de la fiscalía general del estado de Nuevo León en contra de Alejandra Morales prosigue el hostigamiento sufrido por Mariana Rodríguez por parte de la Policía Ministerial en las elecciones pasadas y el acoso en contra de la familia del gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda por parte de la misma fiscalía en el tema de las empresas factureras. En su momento, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se refirió a esa persecución: “Si tiene pruebas y tiene la información suficiente, pues las fiscalías tienen su autonomía, entonces, si hay información, que esté la información y que proceda, que no se haga de esto un asunto político”. Después de la declaración de la mandataria, la fiscalía de Adrián de la Garza y su títere, Pedro Arce, ni presentaron pruebas ni procedieron. El asunto, como todo su acoso, es político.
Peor, imposible. El timing, ese timing, en sus redes sociales el secretario de Seguridad Pública del gobierno federal, Omar García Harfuch, se congratulaba: “El fortalecimiento de la coordinación y colaboración con las entidades federativas es un eje fundamental de la estrategia nacional de seguridad que encabeza la Presidenta…”. Al mismo tiempo, la fiscalía de Nuevo León emprendía su “fortalecimiento” persecutorio en contra de la funcionaria del gobierno de Nuevo León y excandidata a la alcaldía de San Nicolás, Alejandra Morales. Peor, imposible. Adrián de la Garza y Pedro Arce dinamitaron la coordinación que intenta García Harfuch en su estrategia para Nuevo León y que instruyó la doctora Sheinbaum.
Movimiento Ciudadano aclara el hostigamiento político en un comunicado fechado en San Nicolás de los Garza el 22 de enero de 2025: “Hoy, la Fiscalía del Estado, alineada al PRIAN, logró vincular a proceso a Alejandra Morales, excandidata de Movimiento Ciudadano que estuvo a solo 4% de arrebatarle San Nicolás al PAN tras 35 años de gobierno.
“Este acto de persecución política se basa en acusaciones sin sustento real, utilizando un criterio exagerado que vulnera su derecho a la libre expresión. Además, se le han impuesto medidas cautelares arbitrarias e innecesarias, como la presentación periódica ante un juez, bajo el falso argumento de que existe riesgo de fuga.
“Alejandra Morales es víctima de un ataque político directo, diseñado para inhabilitarla en las elecciones de 2027, donde claramente representa una amenaza para el sistema de privilegios del PRIAN.
“Tanto la Fiscalía como el Poder Judicial de NL buscaban la Prisión Preventiva contra Ale Morales. La única razón por la que decidieron no encerrarla fue porque Ale Morales está esperando un bebé y el PRIAN tuvo miedo del costo político de encarcelar a una mujer embarazada inocente.
“Movimiento Ciudadano condena este abuso de poder y reitera su respaldo total a Alejandra Morales. No permitiremos que la maquinaria del PRIAN siga pisoteando la democracia en Nuevo León.
“¡No nos detendrán! El cambio en San Nicolás es inevitable”.
Hay que agregar que “la juez que dictó la vinculación a proceso, Mónica Lisseth Sepúlveda Martínez, es cercana a la diputada priista Ivonne Álvarez y también hermana del fiscal Javier Antonio Sepúlveda Martínez, cercano al alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza” (“Los Infiltrados”, periódico ABC).
A través de su esbirro Pedro Arce, el alcalde de Monterrey, el todavía prianista Adrián de la Garza, quiso favorecer al Grupo San Nicolás, encabezado por Zeferino Salgado, para descarrilar a Ale Morales. Al victimizarla, la convertirán en una mártir política y en las próximas elecciones MC ganaría San Nicolás. Peor imposible. Por sus actitudes persecutorias el PRIAN y Adrián de la Garza reventaron el fortalecimiento y la coordinación de la fiscalía prianista y el gobierno estatal. El desprecio de Adrián de la Garza a las instrucciones de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch es total.
