Es el último fin de semana más emocionante antes de la gran cita. Los Juegos de Campeonato de la NFL se celebran y quedan cuatro equipos con el deseo de sellar un viaje a Nueva Orleans para disputar el Super Bowl LIX el próximo 9 de febrero; comunica MILENIO.
Los Washington Commanders y los Philadelphia Eagles inauguran las actividades el domingo 26 de febrero a las 2:00 de la tarde, cuando se enfrenten en el Lincoln Financial Field en el Juego de Campeonato de la Conferencia Nacional, en tanto Buffalo Bills visita a Kansas City Chiefs en el Arrowhead Stadium para el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana, cuyo kickoff será a las 5:30 de la tarde.
Cuatro posibles escenarios se pueden dar. ¿Podrá Buffalo romper la malaria y enfrentarse a Washington por primera vez desde el Super Bowl XXVI de 1992? ¿Será que los Bills y los Eagles chocarán por primera vez en el Gran Juego? ¿Veremos una reedición del Super Bowl LVII con Kansas City y Filadelfia? ¿O el sueño de los Commanders seguirá y querrán evitar que Patrick Mahomes y los Chiefs logren el tricampeonato? Hay mucho que se definirá este domingo y la NFL promete juegos emocionantes de principio a fin.
Conferencia Nacional
Para la Final de la NFC, los Eagles son favoritos en las apuestas por seis puntos, lo que nos indica que se espera un partido reñido que podría definirse por menos de una posesión. Estamos hablando de dos equipos con suma experiencia en este escenario, con seis antecedentes para Washington (cinco victorias y una derrota) y ocho para Filadelfia (reparte victorias y derrotas de forma equitativa).
Es decir, será la séptima vez que el equipo del Distrito de Columbia llega a una Final de Conferencia, la primera bajo el nombre de los Commanders (las anteriores fueron como Redskins) y primera vez desde 1992, en tanto Filadelfia llegará a nueve apariciones y la más reciente fue en 2023.
Hablamos de dos rivales divisionales, por lo que es evidente que hay mucho odio entre ellos. Se han enfrentado 182 veces en temporada regular, con 90 victorias para Washington, 86 para Filadelfia y seis empates. Sin embargo, será apenas su segundo choque en playoffs, tras una victoria por 20-6 de los Redskins en la ronda de comodines el 5 de enero de 1991.
Dan Quinn, quien fue el entrenador en jefe de Atlanta Falcons en el colapso del Super Bowl LI, suela con la reivindicación y lo ha demostrado con un sello agresivo como el estratega de los Commanders, a quienes les dio un récord de 12-5 (la docena de victorias es la cantidad más alta desde que ganaron el Super Bowl en 1992) y triunfos emocionantes ante Tampa Bay Buccaneers y Detroit Lions en playoffs.
Por los Eagles, Nick Sirianni entra a su cuarta campaña con los Eagles y presume un gran récord de 48-20 como head coach, además de un 4-3 en postemporada y el deseo de revancha para ganar el trofeo Vince Lombardi, tras una primera experiencia en Glendale, Arizona, hace un par de años.
Quien se lleva todos los reflectores en Washington es Jayden Daniels, quien aspira a ser el primer quarterback novato en jugar un Super Bowl. Pero un hombre responsable en su éxito es Terry McLaurin, un receptor infravalorado que ha demostrado su gran valía y ha quedado claro al ser votado para el Pro Bowl y, más importante, forma parte del segundo equipo All-Pro, es decir, está considerado dentro de los seis mejores receptores de la NFL este año.
Pero los Eagles son una gran máquina aplanadora en muchas de sus líneas y no le dejarán las cosas fáciles a Daniels, McLaurin y compañía. En un equipo repleto de talento, Saquon Barkley es el que más ha destacado: en su primer año con Filadelfia, demostró por qué fue el segundo elegido del Draft de 2018 y lo que una gran línea ofensiva puede hacer: es miembro del Club de las 2,000 yardas y no solo se le condecoró con su tercer Pro Bowl, también fue elegido al primer equipo All-Pro por primera vez en su carrera. En estos momentos es candidato al MVP y al Jugador Ofensivo del Año, lo cual habla del gran impacto que tiene para Philly.
Conferencia Americana
Los Bills tienen el deseo de desquitarse de los Chiefs y pelear por el primer trofeo Vince Lombardi de su historia; los de Kansas City aspiran a un tricampeonato inédito en la era del Super Bowl.
Será la octava aparición de Buffalo en un Juego de Campeonato de la AFC, con cuatro triunfos y tres derrotas en el historial, incluido un último en 2021 precisamente ante Mahomes y compañía. Los Chiefs tendrán su décima aparición en una Final de Conferencia y la séptima de forma consecutiva. En sus nueve participaciones anteriores, llevan seis triunfos y tres descalabros.
Al momento de pasar al frente a frente histórico, vemos que los de la AFC Este han ganado más partidos (30) que los de la AFC Oeste (25), con un empate en la cuenta. Pero todo cambia en la postemporada, con cuatro victorias para KC y un par de Buffalo.
Sean McDermott quiere demostrar que es el head coach que Buffalo necesita para ser exitoso. Lleva ocho años con los Bills y su marca es de 86-45, aunque no marcha del todo bien con un 7-6 en playoffs. Andy Reid ya lleva tres anillos de Super Bowl con los Chiefs y será un candidato al Salón de la Fama del Futbol Americano Profesional por todo lo que ha hecho tanto en su etapa en Filadelfia como en Kansas City: tan solo con la indumentaria roja, tiene marca de 143-54 y 17-7 en playoffs.
Pero el principal atractivo de este fin de semana será el tiroteo que puedan sostener los quarterbacks. Josh Allen cargó con los Bills en el hombro y es junto con Lamar Jackson (Baltimore Ravens) sólido candidato para pelear por el MVP de la Liga. Pero aquí los premios individuales pasan a segundo término cuando lo que importa es ganar: aún en un año de altibajos en lo individual, Patrick Mahomes (ignorado en los finalistas al Jugador Más Valioso) sabe cómo jugar playoffs y es sinónimo de éxito en esta década. Solo los Bills de Allen se interponen en su deseo de jugar otro Super Bowl.
Al igual que en otras rivalidades en la NFL, Allen querrá emular a Peyton Manning y vencer a Mahomes, tal y como el Sheriff lo hizo en 2007 ante Tom Brady para jugar el Super Bowl XLI. Otro capítulo emocionante de una rivalidad que se consolida como legendaria.
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