Por Efrén Vázquez Esquivel
Los jueces están sujetos al derecho igual que cualquier otro gobernado, lo que significa que el poder que el derecho les otorga para el fiel desempeño de su función no es ilimitado. Tanto es así que de acuerdo con el principio de seguridad jurídica aplicable a la autoridad, el juez solo debe hacer lo que la ley le ordena.
Pero como toda orden para ejecutarse se tiene que comprender y para comprenderla se tiene que interpretar, es en el proceso de interpretación de la ley donde el juez, que carece de una formación hermenéutica y deontológica, por medio de vértigos argumentales que marean a cualquiera, puede llegar a adquirir mucho más poder que el más popular y experimentado de los políticos.
La interpretación, dice Gadamer, no es un problema exclusivo de la ciencia que se ocupa del fenómeno de la comprensión y la correcta interpretación de textos: la hermenéutica. “Desde antiguo, también existen una hermenéutica teológica y una hermenéutica jurídica, aunque su carácter concerniera menos a la teoría de la ciencia que al comportamiento práctico del juez y el sacerdote”.
Dicho lo anterior con otras palabras, aunque para interpretar textos y hechos se recurra a diferentes tipos de experiencias, solo la interpretación fundada en la ciencia que se ocupa del fenómeno de la comprensión y la interpretación correcta de textos: la hermenéutica posibilita interpretaciones correctas, lo que no significa que en ocasiones no pueda coincidir una interpretación hecha con base en la ciencia con otra fundada en otro tipo de experiencia.
Pero es el caso que, por motivos políticos, la hermenéutica jurídica no se enseña en las escuelas de derecho. Lo que se enseña con el nombre de “Teoría de la interpretación” es política jurídica. Y la política jurídica, por medio de las normas jurídicas, nos dice cómo se debe hacer la interpretación; pero no cómo lograr una interpretación correcta en términos científicos.
Agradezco su paciencia con estas disquisiciones teóricas, necesarias para entender cómo la crisis de la justicia nos muestra la verdadera naturaleza de los jueces, que se oculta tras la toga.