El mercado interno de México es fuerte, por lo que no sería catastrófica una guerra comercial con Estados Unidos en el corto plazo, pero frenaría las expectativas de crecimiento e inversión y, en el mediano plazo, afectaría el desarrollo económico de nuestra nación, advirtieron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); comunica MILENIO.
Los economistas José Manuel Márquez Estrada, académico del Instituto de Investigaciones Económicas, y Samuel Ortiz Velásquez, académico de la Facultad de Economía, agregaron que la aplicación real de la medida anunciada por el presidente Donald Trump contribuiría a profundizar la caída de la integración comercial que presentan las cadenas de valor más importantes de América del Norte.
En la conferencia de prensa: “¿Qué pasa con los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos a México?”, Márquez Estrada recalcó que al aplicar aranceles “no hay ganadores”.
Dijo que se incrementa la recaudación y los gobiernos tienen más recursos para realizar inversiones estratégicas, pero eso no ocurre si se hace de un día para otro, sin un plan claro.
Consideró que más que una medida económica, es geopolítica, base para la negociación de diferentes aspectos –como el regreso de empresas que llegaron a la República mexicana por las ventajas competitivas que aquí existen–, que tendría repercusiones como impulso a la inflación y elevación del costo de la mano de obra, por lo que desde el punto de vista económico “no tiene sentido”.
Además, dijo, merma la competitividad de América del Norte; no se ve como una región integrada, sino una zona donde cada uno pugna por sus propios intereses, a diferencia de otras partes del mundo.
Añadió que hay efectos a corto plazo para México, por ejemplo en el tipo de cambio, que el domingo pasado alcanzó 21.50 pesos por dólar; y en el mediano plazo se perderían inversiones importantes si no se respeta el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Además, podría registrarse aumento de costos para las empresas y reducción de la productividad.
Consideró que tampoco hay que perder de vista que hay algunos productos que traspasan la frontera varias veces antes de finalizar su producción.
“Si en cada cruce se paga 25 por ciento de arancel, sería una locura”, dijo.
El experto advirtió que el mayor costo de los aranceles propuestos por el mandatario estadunidense, van a ir a parar a los consumidores de la Unión Americana, y es lo que ha tratado de comunicar la Presidencia de México.
“Es una especie de impuesto que le pone Estados Unidos a sus compradores, lo cual no va a tener apoyo, como se vio por parte de varios sectores que protestan”, expuso.
José Manuel Márquez estimó que la respuesta de la presidenta de México fue bien pensada y estructurada, señalando la corresponsabilidad que tiene Estados Unidos en los problemas planteados por el presidente Trump, y proponiendo soluciones.
Samuel Ortiz Velásquez, académico de la Facultad de Economía, recalcó que de los más de 10 mil tipos específicos de productos que México exporta al vecino del norte, 313 que totalizan 346 mil 594 millones de dólares (2023), absorberían 80 por ciento del arancel del 25 por ciento.
Es decir, menos de tres por ciento van a pagar ese costo. Y de ese total, 198 correspondientes a los capítulos de maquinaria y equipo, electrónica y eléctricos, y de autopartes y automotriz, recibirían 60 por ciento del nuevo arancel.
En principio, coincidió, los principales afectados por la medida arancelaria son las empresas importadoras estadounidenses y los consumidores finales en aquella nación.
El impacto también se manifestaría en las cadenas de valor que se han desarrollado, primero con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y ahora con el T-MEC.
El experto señaló que otra repercusión asociada estaría vinculada a la pérdida de fuentes de trabajo; si en Estados Unidos los importadores deciden producir parte de las mercancías ahí o comprar en Asia -por ejemplo, Vietnam-, se verían perjudicados los empleos en México.
Las cadenas productivas, en especial la automotriz, y la de alimentos y bebidas, son las máximas generadoras de trabajo industrial aquí -correspondiente a dos terceras partes del manufacturero-, concluyó.
“Es claro que nuestra nación está interesada en permanecer en el T-MEC; Trump también, pero en un acuerdo más favorable a los intereses de su patria.
«Así se hará visible en su próxima revisión. Para nosotros será importante poner sobre la mesa un tratado más amplio, incluso de cooperación en materia migratoria y de infraestructura común, que permita conectar al sur-sureste a las cadenas productivas de EUA”, agregó.
Asimismo, sugirió revisar el Plan México, estrategia de industrialización que es un “plan antiChina”.
Enfatizó que los amagos en materia arancelaria son una invitación para que México “haga la tarea” de diversificación comercial más allá de América del Norte, y pensar seriamente cómo nos vamos a relacionar con el gigante asiático.
¿Qué son los aranceles y qué tipos existen?
Son derechos de aduana aplicados a las importaciones de mercancías. Proporcionan a las mercancías producidas en el país una ventaja en materia de precios con respecto a las mercancías similares importadas, y constituyen una fuente de ingresos para los gobiernos, define la OMC.
Los tipos de aranceles son:
- Arancel ad-valorem
- Arancel específico
- Arancel mixto
Imagen portada: Especial / MILENIO