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Gabriel Sierra Fincke recomienda clásicos inolvidables

El músico habla sobre su método de enseñanza, su libro y su visión sobre la inclusión y la integración en el ámbito musical.

Gabriel Sierra Fincke es un músico y escritor cuya carrera se ha centrado en la enseñanza del piano desde una perspectiva lúdica y emocional. Con más de cuatro décadas de experiencia, ha desarrollado un método que prioriza el juego y la conexión emocional sobre la rigidez académica. En esta entrevista, nos habla sobre su infancia, su método de enseñanza, su libro y su visión sobre la inclusión en la música. Además, recomienda clásicos inolvidables; publica LIBROTEA / MILENIO.

Tocar es jugar

A los cinco años de edad, Gabriel Sierra Fincke tuvo una batalla campal con su madre, porque ella quería que practicara tocando el piano y él no quería. Esa rebelión a tan temprana edad resurgió cuando, siendo mayor, retomó el estudio y la ejecución del instrumento.

Gabriel, después de esta anécdota, ¿cómo se consolidó tu relación con la música y el piano?

Desde niño me di cuenta de quela música entraba por el ojo, no por el sonido. No por el juego, sino por la disciplina. Incluso me tapaban el teclado para que yo no viera las teclas. Sentía que era un proceso muy antinatural. A los 10 años retomé las clases de piano y a los 17 comencé a dar clases. ¿Y con qué libros? Con los mismos que yo usé de niño.

Ahí descubrí que no únicamente el niño se aburría y no le gustaba la música, sino que el maestro también se aburría y le chocaba dar clases. Así entendí que la forma de enseñar era jugando. Si entraba yo por el ojo, lo hacía imposible. Si entraba yo por la memoria, por el razonamiento lógico y por el neocórtex frontal, iba a ser tremendo. Tenía que ser a través del cariño, por la parte de la emotividad. 

 ¿Cómo fue que desarrollaste tu método de enseñanza?

Tuve la fortuna de trabajar con chicos muy pequeñitos en una guardería, así que eché mano de la familia y de las teclas del piano. Por ejemplo, si tenemos tres teclas negras, es como una sonrisa de gato. El teclado es un mundo grandote con patrones que se repiten, pero en un principio es como una sonrisa de gato gigante. 

A las teclas negras las comencé a llamar papá, mamá, Gatito, hermana, Jacinta, papá, que son los personajes de mi libro. El personaje central es Gatito. Jacinta es su mascota. Y está la hermana, a la que le quiere hacer travesuras. Es muy diferente que ponerles el nombre oficial a las notas.

Piano juguetón de Gatito Pelón

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Gabriel Sierra Fincke

Conaculta INBA

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Infancias y discapacidades

Gabriel Sierra Fincke lleva 45 años, dando clases en la Escuela de Iniciación Artística número 4 de Bellas Artes, en el Conservatorio Nacional de Música y en su propia academia, Amadeus Arte Divertido, que fundó hace 27 años.

Háblanos de tu libro y cómo surge la idea de escribirlo.

Para que tocáramos con el método que yo aprendí cuando tenía 5 años, había que saber que era la clave de sol, que era un pentagrama, que eran las teclas negras, cómo era el do, re, mi, fa y sol, que vale cuatro tiempos y tiene claves y compás. pero no, la música no tiene que entrar por la parte del neocórtex, por el cerebro reptiliano.

Yo quiero que se entre a la música por el cariño, por el juego, por el apapacho. Esa es mi propuesta. Y por la vida cotidiana, por las historias de cada día.

También trabajas con personas con discapacidad con tu Gatito Pelón.

Sí. Cuando hablamos de temas de inclusión para personas con discapacidad, lo vemos tan formal, tan difícil, y lo primerito que sucede es que tenemos miedo. 

El primer taller fue en la Escuela de Iniciación Artística número 4. Era taller de sensibilización musical y piano para personas con discapacidad. Un poco más adelante, la escuela hizo un taller de teatro, un taller de artes plásticas y un taller de danza. Todos comenzamos a convivir y hacer actividades interdisciplinarias con personas con discapacidad. En ese momento de integración hicimos cosas muy interesantes. Es básica la narrativa, el juego y la emotividad en la enseñanza de la música. Por eso escribí el libro y sigo dando clases con este método, lo mismo a niños que a personas de más de 80 años de edad. 

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Imagen portada: Pixabay

Fuente:

// Con información de Milenio / Librotea

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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