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El día que el Tren de Aragua se descarriló en CdMx

México parecía reunir las condiciones perfectas para la pandilla venezolana que sigue la huella de la migración. Pero un doble feminicidio desarticuló su célula principal en el país.

Por Diego Legrand

Stephanie y Susej, originarias de la ciudad venezolana de Maracay, llegaron con el sueño de ser modelos. Engañadas, como muchas otras migrantes víctimas de la trata de personas, terminaron siendo presas de deudas impagables cobradas con violencia. Su historia llevó a las autoridades de México a desarticular a una de las células del poderoso Tren de Aragua, hoy en la mira de Donald Trump; reportó MILENIO.

Durante la madrugada del 30 de julio de 2024, a estas dos chicas de 20 y 21 años las asesinaron a tiros al interior de un Renault blanco que circulaba por las calles solitarias de la colonia San Miguel Topilejo, al sur de la capital. Sus restos fueron calcinados y hallados horas después por transeúntes en un bosque cercano. Quedaban solamente dos cráneos perforados, partes del cuerpo chamuscadas y una rosa negra tatuada en un antebrazo que se observa en una fotografía forense.

Horas más tarde, en la alcaldía Benito Juárez, Euclides Arias, ‘El Morgan’, y dos de sus acompañantes descendieron de aquel mismo Renault. Hoy están acusados por las autoridades de pertenecer al temible Tren de Aragua, organización criminal que acompaña la huella de la migración venezolana y se dio a conocer en todo el continente por el terror que impone a sus connacionales. Para entonces, la célula se encontraban en el radar de las autoridades mexicanas, tras el asesinato de otra trabajadora sexual en Ciudad Nezahualcóyotl, en el gigantesco cinturón urbano de pobreza que rodea a la capital. Pero la pandilla había sido difícil de infiltrar.

Las autoridades sabían que el grupo, integrado por unas 15 personas, participaba del proxenetismo en hoteles y casas de huéspedes, reuniéndose sólo en contadas ocasiones para realizar orgías entre pandilleros y prostitutas, potenciadas por el cristal: una droga que llena de energía a sus consumidores durante meses, antes de absorberlos por la falta de sueño y comida. La falta de coordinación con las autoridades de Venezuela, que impidieron consultar los antecedentes judiciales de los sospechosos, dificultaba su identificación. Pero esa debilidad fue su perdición.

El grupo criminal Tren de Aragua está dedicado mayoritariamente al narcomenudeo y a la trata de mujeres con fines de explotación sexual | Especial
El grupo criminal Tren de Aragua está dedicado mayoritariamente al narcomenudeo y a la trata de mujeres con fines de explotación sexual | Especial

Según una fuente cercana al caso, que aceptó contar la historia bajo anonimato, las autoridades mexicanas siguieron la pista de los sospechosos hasta una de esas orgías e iniciaron una serie de redadas que, a finales de 2024, los llevaron a capturar al menos a 12 miembros. Entre los detenidos se encontraban ‘El Morgan’ y Michael Osorio, quien confesó haber asesinado a una de las mujeres, además de otros homicidios.

“Sí, yo la maté […] porque me quería poner [una trampa]. Yo estaba una vez con ella y vi que estaba en el teléfono, así que fui y le agarré el teléfono y ella estaba escribiendo: ‘yo ya estoy aquí con él, no trae arma, ni nada’. Entonces imagínese, si a usted lo quieren poner, ¿qué hace? […]. Es así de fácil, eres tú o soy yo”, dijo, de acuerdo con el testimonio recabado por la revista DOMINGA.

Las capturas sirvieron para enviar un mensaje a la organización: estaban desarticulando una de sus células recién instaladas en la capital, afirmaron las autoridades. Pero el Tren de Aragua está aún lejos de haber sido erradicado. En otros países, como Colombia o Perú, se ha recompuesto de los golpes recibidos con la ayuda de nuevos migrantes –captados en su paso hacia Estados Unidos o enviados desde otras naciones–, así como de miembros infiltrados en la sociedad civil, que aparentan ser ciudadanos comunes para administrar sus negocios sucios.

Y en México existen, de hecho, otras células que aseguran pertenecer al Tren de Aragua, algunas de las cuales incluso estaban en disputa con los capturados con el caso de Stephanie y Susej. El pasado 4 de febrero, la jefa de gobierno Clara Brugada reconoció que el Tren de Aragua participa en actividades de explotación sexual agravada en la capital. Un botín demasiado apetecible para quedar por mucho tiempo fuera del radar de esta megabanda transnacional.

Clara Brugada reconoció que la organización criminal venezolana opera en varios puntos del Centro Histórico | Cuartoscuro
Clara Brugada reconoció que la organización criminal venezolana opera en varios puntos del Centro Histórico | Cuartoscuro

​El Tren de Aragua sigue las huellas de la migración

Se tiene registros de la presencia del Tren de Aragua en México al menos desde inicios de 2023. Específicamente en la ciudad de Tapachula, Chiapas: la puerta de entrada para la migración que proviene del sur y el centro del continente.

Nacida en la cárcel de Tocorón, en el estado costero de Aragua, la pandilla emergió a toda velocidad en la década de 2010, siguiendo los pasos de la migración masiva que Venezuela expulsó a raíz de la profunda crisis económica en la que se encuentra hundida desde hace una década.

Dirigido con mano de hierro por Héctor Rushtenford, también conocido como Niño Guerrero, por cuya cabeza Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares, el Tren de Aragua encontró en ese contexto un caldo de cultivo ideal para extorsionar a los migrantes, seguirlos en su camino e instalarse junto con ellos en sus países de acogida. Entre las diferentes modalidades de trata de persona que ejercen, la prostitución de mujeres que necesitan escapar de sus lugares de origen se convirtió en el corazón de su negocio: el comercio de la miseria humana.

“Hay mujeres que van sabiendo que van a hacer trabajo sexual, pero luego son esclavizadas. Son mujeres a las que la organización no les cumple los acuerdos. Si le dijeron que el viaje costaba cinco mil dólares, una vez que la mujer paga los cinco mil, la organización considera que debe seguir esclavizada y busca argumentos para no liberarla”, dice Ronna Rísquez, autora de El Tren de Aragua, la historia de la banda criminal que traspasó todas las fronteras de América Latina (Planeta, 2023).

“Y luego están las mujeres que son engañadas” desde un inicio, “a las que no les dicen que las van a explotar sexualmente”. A estas les prometen empleos que no se concretan, les retienen el pasaporte, las amenazan a ellas y sus familias –los hijos con los que viajan o los padres que se quedan en Venezuela– y las agreden.

​La Unión Tepito negoció espacios en Sullivan y Calzada de Tlalpan

El Tren de Aragua inició su expansión a los países más cercanos a su punto de origen, los que recibieron el mayor número de migrantes connacionales. En Colombia, Chile o Perú creció con un ‘modus operandi’ similar. Primero colaboró con bandas locales, a las que llegó en ocasiones a enfrentarse, e incluso a desplazar de negocios como el microtráfico (de narcóticos), la prostitución, la extorsión y el secuestro con lujo de violencia –su “sello criminal”– de acuerdo con el grupo antisecuestro y antiextorsión de la policía colombiana.

En medio del empobrecimiento que provocó la pandemia y la creciente xenofobia en sus países de acogida, emigró junto con los cientos de miles de venezolanos que se vieron forzados a desplazarse en busca del sueño americano. En tierra azteca, el endurecimiento de las medidas migratorias decretado en 2019 –a pedido de Estados Unidos– empujó a estas huestes a las manos del crimen organizado que controlaban las rutas clandestinas y hospedaje; de modo que los migrantes se vieron acosados al interior por la pandilla venezolana y, al exterior, por los cárteles mexicanos.

Aún así, la población venezolana creció de manera sostenida entre 2015 (cuando había unos 15 mil migrantes de esa nacionalidad) y 2020 (cuando llegaron a 53 mil), antes de alcanzar los 106 mil en 2024, según la Plataforma de coordinación interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela RV4. Un aumento considerable, pero aún irrisorio en comparación con los más de 2.8 millones que hay en Colombia o los 1.6 millones que acoge Perú, que se debe además relativizar por tratarse de una población flotante que muchas veces sólo atraviesa el territorio. 


Para aprovechar ese flujo, el Tren de Aragua se instaló en la Ciudad de México, en específico en las alcaldías de Gustavo A.Madero y Azcapotzalco, negociando con La Unión Tepito espacios para prostituir mujeres en las calles de James Sullivan y Calzada de Tlalpan, así como en el barrio de La Merced, a cambio de una cuota y de vender droga a sus clientes, detalló la fuente consultada que conoce el caso.

México, un paraíso delictivo para el Tren de Aragua

México parecía reunir las condiciones ideales para ofrecer un gigantesco mercado al Tren de Aragua que llegó a extenderse por seis estados de su territorio, entre los que se cuentan Hidalgo, Puebla, Quintana Roo, el Estado de México y Chihuahua, según reveló MILENIO en diciembre de 2024.

Paso obligatorio en el camino a Estados Unidos, el país poseía altas tasas de impunidad en todo tipo de delitos, que incluyen los feminicidios y la trata de personas, además de una cifra negra que rebasa el 90% de delitos que no se reportan o quedan en la impunidad, y redes de protección vinculadas a políticos o funcionarios corruptos, como se evidenció en 2021 con la captura del poderoso priista Cuauthémoc Gutiérrez de la Torre, acusado de trata de personas en la Ciudad de México.

Y aunque el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indica que los feminicidios disminuyeron a 797 casos en 2024, luego de alcanzar un pico de 982 en 2021, esa tendencia a la baja no se observa en la estadística de asesinatos de mujeres, que crecieron de 2 mil 580 en 2023 a 2 mil 598 en 2024: más de siete casos diarios. Lo que ha llevado a oenegés a acusar al Ministerio Público de maquillar las cifras, al no catalogar varios de esos casos como feminicidios. La Fiscalía rechazó comentar el asunto para esta nota y negó en un derecho de petición aportar información. 

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Entre las voces que se elevaron contra estas formas de violencia se encuentra la de Arlen Palestina, representante legal de la oenegé Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martinez A.C., para quien “la fiscalía tiene infinidad de carpetas de investigación en las que no terminan de hacer un trabajo real de investigación. Y esto tiene que ver con la incapacidad que se tiene para cubrir en tiempo real la carga de trabajo que tiene cada ministerio público”, lo que termina en que “la tarea que tiene que hacer policía investigación la hacen las víctimas”.

Le pincharon el celular pero se les escapó

Dos factores geopolíticos vinieron además a interrumpir el idilio criminal en curso del Tren de Aragua. El primero, que el caso estalló mediáticamente en un momento en que la alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, fue elegida primera mujer presidenta del país, con un poderoso discurso en defensa de la mujer; poco tiempo después de que Estados Unidos designara a la organización como una banda criminal transnacional. Calificativo que elevó luego el presidente Donald Trump al pedir considerarla como organización terrorista.

Y el segundo fue que el Tren de Aragua quedó debilitado tras la ofensiva del gobierno venezolano contra la cárcel de Tocorón, su feudo, al que encontró prácticamente vacío el año anterior, en septiembre de 2023. Si bien su líder, Niño Guerrero y sus lugartenientes alcanzaron a escapar antes de la intervención a este ‘resort’ disfrazado de centro penitenciario, equipado con piscina, cancha de béisbol y discoteca, su “capacidad para comunicarse con sus células en otros países quedó gravemente afectada”, aseguró Chris Dalby, cabeza de la consultora World of Crime y quien está publicando un libro al respecto.

Cárcel de Tocorón en Venezuela: piscina, bares y restaurantes, zoo...y sus dramas
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“Desde septiembre de 2023, el Tren de Aragua dejó de ser la pandilla jerárquica y centralizada que conocíamos. Sigue existiendo como marca y referencia de terror, pero las células en otros países actúan de manera mucho más independiente”, afirmó. Aunque para opositores en Venezuela como María Corina Machado, el presidente Nicolás Maduro sea el verdadero “cabecilla”.

En México, las autoridades perdieron la pista de su líder, Luis, cuando escapó a Venezuela, a pesar de que habían logrado pinchar su celular.

Una política de cero tolerancia a los feminicidios

El éxito de las autoridades de México en el caso de Stephanie y Susej, en el que lograron desarticular a la banda responsable del doble feminicidio, no debe hacer olvidar la violencia que se cierne a diario sobre las mujeres migrantes.

Especialmente en un país con una alta cantidad de desapariciones que ocurren a diario, en donde “tú no existes como migrante, tú no tienes derechos”, advierte María de la Luz Estrada, Coordinadora Ejecutiva del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.

Las hermanas Stephanie y Susej dejaron Venezuela buscando mejores oportunidades económicas | Especial
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Aunque Euclides Arias El Morgan esté encerrado preventivamente en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, a la espera de ser juzgado, otros presuntos feminicidas siguen libres y el ruido corre en la calle de que algunas de sus víctimas fueron repatriadas a Venezuela, donde podrían ser nuevamente explotadas y reenviadas a México –en un bucle infinito–, según explicó a DOMINGA una fuente que labora con trabajadores sexuales en la capital.

Sentada en una pequeña sala aledaña a su oficina, Ingrid Gómez, subsecretaria del Derecho a una Vida Libre de Violencias de la Secretaría de la Mujeres, admitió que existe un problema estructural de violencia contra la mujer. “Tenemos que apelar a los cambios estructurales y a los cambios culturales que hacen de esta una cultura con formas desiguales de relación, donde se vale que los hombres sean violentos, incluso se les exige”, coincidió.

Para ello, el gobierno está buscando combinar una política de “cero tolerancia” hacia los feminicidios con educación de la ciudadanía y, en particular, de las autoridades judiciales acerca de la violencia machista, afirmó Gómez. Aunque reconoció el largo camino que queda por recorrer para atacar realmente a las diferentes formas de trata y “condiciones de esclavitud”, en donde “las víctimas sufren una violación de sus derechos humanos sistemática y una violencia muy descarnada”. Para Stephanie y Susej, el cambio habrá llegado demasiado tarde; publicó MILENIO.

Imagen: MILENIO.

Fuente:

// Con información de MILENIO

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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