Por José Jaime Ruiz
Un “histeriador” senectud Enrique Krauze, nunca historiador. La pieza publicada en Reforma del domingo de su enfebrecido febrero es una locura, obvio, locuaz: “Lo que el régimen representa es una combinación de monocracia (el gobierno de uno), kakistocracia (kàkisto = el peor), término inglés del siglo XVII para designar el gobierno de los peores, y oclocracia (de oclos = muchedumbre), concepto acuñado por el historiador griego Polibio en sus Historias (200 a. C.) para describir la extrema degeneración de la democracia provocada por la demagogia (demos = pueblo, ágo = yo conduzco)”. Parece que Enrique describe a su amigo Carlos Salinas de Gortari, no a Claudia Sheinbaum Pardo. El gobierno de la doctora es plural, el mejor y de mayoría democrática, casi 36 millones de votos, esa “muchedumbre”.
Platónico, Krauze nunca entendió la enseñanza de Diógenes y el paganismo de Octavio Paz. Guerrero insomne, Letras Libres destruyó la revista Vuelta. Y la revolución de las conciencias destruye a los autoritarios. Señalemos. Publica Krauze:
“Los obedientes operadores de la monocracia mexicana merecerían sufrir las tres penas de la democracia griega. Desde hace años debieron ser destituidos de sus funciones por entronizar (con raras excepciones) las peores prácticas: ineptitud, corrupción, nepotismo, despilfarro, irresponsabilidad. Del mismo modo debían haber sufrido multas por haber impuesto, con métodos demagógicos, leyes no solo contrarias al interés público sino destructivas del orden republicano y democrático. Es el caso de la devastadora ‘reforma’ judicial, que ha borrado doscientos años de tradición jurídica y cuya derogación es la única forma de dar un soplo de vida al moribundo Estado de derecho. Pero sobre todas las cosas merecen el ostracismo, no por una década sino de aquí a la eternidad. Con una actitud soberbia, cínica, malsana y cruel, han engañado al pueblo y abusado del poder como nunca antes en nuestra historia”.
La ineptitud de los neoliberales que entronizaron a Krauze, la corrupción de Lepras libres, el nepotismo con su hijo León, el despilfarro de los “cuates” en presupuesto público, la irresponsabilidad de una crítica independiente y transgresora. La República intelectual desconoce la República a secas. El malsano intelectual cuya crueldad editorial poco importa, quiere dar clases de moral. La locuaz senilidad de Enrique Krauze supura odio, autoritarismo con autor desacreditado. La histeria de su historia. No sólo pobre, miserable.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)
