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Ana Clavel presenta su novela: ‘Autobiografía de la piel’

“Hay rincones del cuerpo cuya memoria es solo piel”, escribe Ana Clavel (Ciudad de México, 1961) en su nueva novela, donde este órgano toma el lugar protagónico para convertirse en un personaje literario; señala MILENIO.

En entrevista con MILENIO, la escritora habla de su novela Autobiografía de la piel (Alfaguara) con la que busca reivindicar el placer como una fuerza legítima.

¿Vuelves a tus obsesiones literarias?

Los temas que me interesan son los que tienen que ver con el cuerpo, el deseo, la sensualidad e incluso el erotismo. La propuesta general es una poética de los deseos y las sombras, entonces no es tan extraño que yo trabaje un asunto donde la piel toma el lugar protagónico y se convierte en un personaje literario. Lo que sí es muy raro para mí es que yo siempre había trabajado en territorios de ficción y acá es la piel la que habla. Sí hay una ficcionalización, pero también está el habitante de esa piel, que es una autora que se llama Ana Clavel.

¿Es tu autobiografía?

Digamos que compartimos algunas experiencias que están en el libro, sobre todo porque me parecía importante darle lugar a la legitimación del deseo y el placer no como una ficción sino como experiencias vividas. Entonces la dicotomía que se da de pronto entre la piel y el habitante de esa piel, que es una escritora, tiene que ver con una propuesta en la que la piel es como una voz multitudinaria, horizontal, que se extiende hacia adentro y hacia afuera, que nos pone en contacto con el mundo y en la que se registran, como en las páginas de un libro, las experiencias vividas.

¿Cómo fue el proceso de escribir esta novela?

A la hora de investigar sobre el tema de la piel, descubrí que tanto el cerebro como la piel están formados por la misma capa embrionaria, esto es el ectodermo, y entonces eso me hizo pensar que podía yo hablar de una piel pensante, lo mismo que de un cerebro sintiente. Fui conjugando todo eso y dio lugar a esta autobiografía, que por supuesto tiene un lado de ficción y otro de autoficción, y que es fiel a su título de autobiografía, porque va narrando las experiencias de vida.

¿La piel como protagonista de una novela?

Yo empecé con la idea de un personaje así y poco a poco se fue descorriendo el cúmulo de voces y de personalidades al interior de esa piel en una propuesta como coral, digamos, que va del yo al nosotros, al tú a ella, y que da cuenta de toda esa experiencia abismal de ese órgano de nuestros sentidos, que es el más extenso, que nos da constitución, que nos da propiocepción y percepción, y que como decía Paul Valéry en un epígrafe que incluyo en la novela, “no hay nada más profundo que la piel”.

¿Indagas en el erotismo y los sentidos?

Es una propuesta novedosa para mí misma porque nunca me había yo puesto tan desnuda ante el lector, y en este caso la escritura misma me fue llevando a esta deriva, que es en una parte muy honesta, en su ponderación de la fuerza gravitacional del placer como elemento constitutivo, como el paraíso que tenemos en la tierra, a través de nuestros cuerpos, a través de nuestra piel. Es como nuestra prueba de fe de que estamos aquí. A lo mejor Descartes se equivocó, no es “pienso, luego existo”, si no “soy piel y luego existo”.

Portada del libro ‘Autobiografía de la piel’ (Imagen: Especial / MILENIO)

¿Qué deseas con el libro?

Reivindicar el placer como una fuerza legítima que desde que somos bebés empezamos a disfrutar es uno de los intentos de la novela: que el lector le dé un lugar al placer como esa fuerza constitutiva, fundacional que nos permite estar. No podríamos estar únicamente en la parte del dolor y de la pérdida. Forzosamente hay una compensación que tiene que ver con una suerte de enamoramiento del mundo y del propio ser a través del cuerpo.

Autobiografía de la piel se va hilando con sus recuerdos, en lo que ella llama en el libro una “memoria oceánica”, como la de su padre, quien murió cuando ella tenía tres años; pero también historias de transgresión, de heridas; Marilyn Monroe e infinidad de referencias, personajes y reflexiones alrededor de la piel.

Leo un libro complejo, ¿tú lo consideras una novela?

Yo creo que es una apuesta novelesca, no como la novela tradicional que te cuenta una historia nada más, hablo del sentido de la tradición que nos viene de la novela más contemporánea, la del siglo XX, empezando quizá por Joyce, por Virginia Woolf, donde la propuesta literaria de alguna manera responde a una tradición de la novela y se vuelve en sí un artefacto lúdico, transgresor, que marca nuevos horizontes para la narración.

¿Buscas que el lector descubra y sienta su propia piel?

Que le dé lugar al cuerpo, el lugar que le corresponde a la piel, al cerebro también como cuerpo, como parte de nuestro cuerpo. Entonces, sí, por allí sería una lectura posible, que descubriera ese horizonte que a menudo se nos olvida y obviamos, pero que nos permite anclarnos en el universo, en un aquí y ahora. Otra es hacer reflexionar hasta qué punto hemos pensado en la piel como un personaje por derecho propio que puede contar sus propias historias, una piel pensante, que a través de ella registramos el universo y hacemos abstracción, hacemos metáfora, entendemos la vida y nos comunicamos… ¡Todo es piel!

Recuadro

Ana Clavel presentará Autobiografía de la piel este 18 de febrero en la Casa Universitaria del Libro (Orizaba 24, Roma) a las 19:00 horas.

Imagen portada: Jorge Carballo / MILENIO

Fuente:

// Con información de MILENIO

Vía / Autor:

// Staff

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