Más que andar de zalamero con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo (“una mujer maravillosa”), el presidente Donald Trump debe entregar la cabeza de Felipe Calderón Hinojosa. Motivos sobran, el mayor es la relación orgánica que mantuvo su narcogobierno con el Cártel de Sinaloa a través de su secretario de Seguridad, Genaro García Luna. Si Trump quiere quedar bien con México puede solicitar una orden de extradición a España para juzgar a Calderón como terrorista.
Trump justificó un decreto de imposición de aranceles con la frase “las organizaciones mexicanas de narcotráfico tienen una alianza intolerable con el gobierno de México” y destacando el encarcelamiento de Genaro García Luna. En efecto, la prensa registró: “La Casa Blanca ofreció como prueba de la presunta relación entre las organizaciones del narcotráfico con el gobierno de México una nota periodística de la agencia Associated Press sobre el mexicano Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, quien fue sentenciado en Estados Unidos a 38 años de prisión por aceptar sobornos de estos grupos”. La ex embajadora de Estados Unidos en México, Roberta S. Jacobson, advirtió en su momento al gobierno de Felipe Calderón de los nexos que tenía García Luna con el narcotráfico. En vez de despedirlo no sólo lo mantuvo en su puesto, en la percepción del ex presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, quien mandaba era García Luna, no Felipe Calderón.
Más allá del vapor etílico (el primero que lo describió como borracho fue Carlos Castillo Peraza), Felipe Calderón huele que algo anda mal. El pago de bots para defenderlo en redes sociales y su entrevista lavacara con Yordi Rosado explican su temor. Hasta la presidenta Claudia Sheinbaum se extrañó de su activismo en una Mañanera del Pueblo: “Anda muy activo Calderón. Ya como que debería ya dedicarse a ser expresidente… Llama la atención, ¿no?, ¿por qué tan activo? (…) ¿Cómo es posible —vean nada más el cinismo— que la Casa Blanca pone en su tuit o en ‘X’ como demostración del vínculo del gobierno con el narco: la detención de García Luna?, ¿ahora? Y ¿el entonces presidente, espurio —porque llegó con un fraude electoral—, el entonces presidente no menciona nada de eso, ni dice nada de García Luna? No, bueno, sí dijo que: ‘él lo volvería a hacer, que no se arrepiente de nada’”.
Si alguien entra en la categoría de “terrorista” en el reciente vocabulario de La Casa Blanca es Felipe Calderón Hinojosa. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, debe bajarle a su zalamería y actuar en contra de Felipe Calderón. Nomás para que nos vayamos entendiendo.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los librosLa cicatriz del naipe(Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD.y dePosdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)