La Santa Alianza del PRIANorte entró en crisis. La coalición del PRI, el PAN y su extensión mediática, el periódico El Norte, fue rebasada por las instrucciones de Palacio Nacional a la Secretaría de Gobernación: “O se resuelve Nuevo León o se resuelve”. El delirio de Alejandro Junco de la Vega le hace alucinar que él gobierna Nuevo León, que desde el acolchonado cuarto de paredes blancas donde oficia, impone y quita gobernadores. Apostó todo por Jaime Rodríguez Calderón y luego trató de quitarlo, falló; apuesta todo por descarrilar a Samuel Alejandro García Sepúlveda y falla.
Ni Junco ni Francisco Cienfuegos ni Adrián de la Garza dimensionaron bien la mancuerna orgánica entre el gobernador García Sepúlveda y la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Al PRIANorte lo rebasaron por la izquierda, por la derecha y por el centro: bien doblada. El priista Cienfuegos se queja de César Yáñez, el subsecretario plenipotenciario de la Segob; “El Metiche”, le apoda, porque creyó que podían comprarlo como quisieron comprar en la interna de Morena a Marcelo Ebrard, y luego a Adán Augusto López. Ni todo se compra con sobornos ni todo se resuelve a periodicazos.
La crisis del PRIANL es estructural y eso debieron entenderlo Zeferino Salgado y Raúl Gracia. Al PAN ya no le conviene ser un satélite de los intereses del PRI cuando los panistas son los que proporcionan más votos en las elecciones, sin el albiazul Adrián de la Garza no sería alcalde de Monterrey. Esa alianza es un matrimonio malavenido y antes del 2027 terminará en divorcio. Si se cumple la amenaza de Adrián de correr a los panistas de la administración de Monterrey, la ruptura se acelerará.
Utilizando a Alejandro Junco, Paco Cienfuegos y De la Garza se quejan a través de la columna “M. A. Kiavelo” que MC mantiene una campaña en contra del alcalde de Monterrey y que esos no son “buenos presagios”, pero lo cierto es que nunca los partidos políticos, como partidos, ni MC ni Morena ni el PRIANL, firmaron que acatarían los acuerdos político-administrativo entre el gobernador y el alcalde: “La bronca es que, a como están las cosas siempre entre las tropas naranjas y las del PRI y PAN, colgando de un alfiler y con los dos frentes de guerra listos para entrarle de nuevo a la batalla, cualquier chispazo puede reavivar el fuego…”.
Por el contrario, los diputados del PRIANL se quedaron estancados en su narrativa de juicio político en contra del gobernador y actúan como militantes de partido, no como representantes populares, con ello deshonran los acuerdos alcanzados por sus dirigentes. Por lo demás, ya sintieron el rigor y la dureza del embate presidencial y su distancia simbólica de los actos del Día de la Bandera, encabezados por el Ejecutivo estatal y el Ejecutivo federal a través del Ejército, son apenas una resistencia blanda. La ausencia de Adrián de la Garza, Arturo Salinas (Tribunal Superior de Justicia) y Lorena de la Garza (Presidencia del Congreso) debe leerse como un berrinche político sin consecuencias.
Con el presupuesto aprobado, la despolitización de la Fiscalía General y el matrimonio malavenido del PRIANL, el gobernador tendrá espacios de maniobra para crecer: Samuel García al alza y Adrián de la Garza y Paco Cienfuegos a la baja. Así lo indican las primeras encuestas donde crece la opinión positiva a favor del gobernador y, con la reactivación de la obra pública, la inversión social, una movilidad renovada y el Mundial de Futbol en puerta, la positiva percepción de su desempeño crecerá.
La Santa Alianza del PRIANorte fue reventada y ni pa’dónde hacerse…
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)