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Lobos con piel morena: sobre la congruencia

Por Saúl Castañón

En la lucha por la transformación social y política, la congruencia es un principio irrenunciable. No basta con enarbolar discursos progresistas ni con vestirse de izquierda si en la práctica se reproducen los vicios del pasado. La verdadera transformación se construye con hechos, con lealtad a los principios y con un compromiso real con el pueblo. No hay margen para la simulación ni para la doble moral. Aquellos que traicionan la esencia del movimiento, lobos con piel morena, deben ser señalados y corregidos. 

Porque:

  1. Anteponer intereses personales por encima del proyecto de transformación, no es congruencia. El cambio auténtico requiere que las ambiciones individuales queden subordinadas al bienestar colectivo.
  2. Decir que representas al pueblo y atender solo a tus cuates, no es congruencia. No se puede hablar de justicia social mientras se concentra el poder y los beneficios en unos pocos privilegiados.
  3. Usar el discurso de la justicia social para favorecer a tus cercanos, no es congruencia. La lucha por la equidad no debe convertirse en un pretexto para el nepotismo ni el amiguismo.
  4. Llegar con el apoyo de la base militante y olvidarla en el poder, no es congruencia. La militancia y el pueblo que dieron su respaldo merecen ser escuchados y representados con dignidad.
  5. Vestirse de izquierda y tomar decisiones como la derecha, no es congruencia. La transformación no se trata de apariencia, sino de acción. No se puede defender el cambio mientras se replican las viejas prácticas neoliberales.
  6. Hablar de austeridad y rodearse de lujos y ostentaciones a costa del pueblo, no es congruencia. La política debe ser un servicio, no un medio para el enriquecimiento personal o la ostentación.
  7. Defender la democracia interna y operar con imposiciones desde cualquier espacio de poder, no es congruencia. Los espacios del movimiento deben ser una opción de participación real, no una simulación donde las decisiones ya estén tomadas de antemano.
  8. Exigir lealtad al movimiento mientras negocias con la oposición en lo oscuro, no es congruencia. La lealtad es con los principios y con la gente, no con intereses personales o pactos en lo oscuro.
  9. Decir que el pueblo manda en las decisiones y tomarlas sin escucharlo, no es congruencia. El diálogo y la participación popular son el corazón de la transformación, no simples slogans.
  10. Levantar la bandera de la transformación y actuar como los de antes, no es congruencia. El cambio verdadero requiere romper con las inercias del pasado y comprometerse con una nueva forma de hacer política.

La congruencia es el cemento que sostiene los cimientos de cualquier proyecto que aspire a transformar la realidad. Sin ella, todo se reduce a simulación, oportunismo y traición. Es momento de reivindicar la esencia del movimiento en algunos espacios de poder donde se ha diluido a la ausencia de Andrés Manuel López Obrador: servir al pueblo con honestidad, principios y convicción. La historia nos juzgará por nuestras acciones, no por nuestras palabras. Al tiempo. 

Fuente:

// Con información de SPR

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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