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Ana Francis Mor recomienda libros sublimes

La secretaria de Cultura de la Ciudad de México habla sobre su novela más reciente, «La primera que camina», y de lo que implica su visión feminista de la Biblia.

Ana Francis Mor, actriz, cantante, cabaretera, escritora y actual secretaria de Cultura de la Ciudad de México, presenta su novela La primera que camina, una reescritura de la Biblia desde una perspectiva feminista. En esta entrevista, comparte los orígenes de su obra, su acercamiento a la teología feminista y cómo su novela replantea los arquetipos femeninos, especialmente el de María, para explorar temas como la libertad, el cuerpo y la espiritualidad de las mujeres; publica LIBROTEA / MILENIO.

Literatura y teología

Ana Francis Mor reinterpreta la Biblia desde una mirada feminista en La primera que camina. En sus páginas propone a una María que cuestiona su rol y negocia con Dios para recorrer el mundo en libertad. En entrevista en el Museo de la Ciudad de México, reflexiona sobre cómo esta historia conecta con las luchas actuales de las mujeres y de que manera su formación en teología feminista influyó en la creación de este universo literario.

¿De qué trata La primera que camina, Ana Francis?

La primera que camina es una reescritura de la Biblia. Parte de la premisa de que, cuando llega el arcángel Gabriel a hablar con María para decirle que Dios quiere que sea la madre de su hijo, ella dice «no». En el Nuevo Testamento ella responde «sí, soy la esclava del Señor», pero en esta versión dice «no, no soy la esclava del Señor». Y entonces empieza una conversación de ella con Dios en donde llegan a un acuerdo en el cual ella podrá caminar durante tres años en libertad para pensar si quiere o no quiere ser la madre de su hijo. Pero estos años son para caminar el mundo, en el entendido de que las mujeres no podemos caminar en libertad tan fácilmente. Nunca hemos podido, no podemos todavía. ¿A qué me refiero? A que siempre hay un montón de obstáculos de vida o muerte.

Así comienza este caminar de un personaje que imagino como una mujer muy joven que se lo pregunta todo. Mientras va caminando por este libro, va también conversando con Dios de manera entrañable y filosófica, donde se hacen preguntas mutuamente. Van apareciendo personajes del Antiguo y el Nuevo Testamento, más otros inventados. Es una novela que tiene la misma estructura que la Biblia. Este es el primer libro de tres. 

¿Por qué te interesaste por la teología?

Yo quería hacer una maestría en filosofía y de pronto me encontré un congreso de teología feminista, donde me encontré una serie de mujeres que estaban pensando cosas que no se estaban reflexionando en ninguna otra área del feminismo. Entonces, para mí fue súper refrescante y apasionante, por lo que me metí a esta maestría, que ya casi acabo. A partir de este hecho empezaron a surgirme una serie de preguntas en el territorio de la fe, de la espiritualidad, que empecé a pensar también como un territorio en disputa, aunque, a decir verdad, para las mujeres prácticamente todo ha sido un territorio en disputa. 

Lo más evidente de los feminismos, sobre todo en las últimas épocas, ha sido el cuerpo, y en eso coincidimos tú y yo, en las luchas sobre el cuerpo como territorio en disputa, lucha por los derechos sexuales y reproductivos, que es básicamente decir al mundo: «Lo que yo haga con mi cuerpo es mi bronca, nadie tiene que opinar», ante una guerra constante de opinar e incidir en el cuerpo de las mujeres. 

Comencé a preguntarme sobre la fe de las mujeres, porque en esta discusión sobre el cuerpo como territorio en disputa. los estudios feministas siempre han hablado de las cosas que nos marcan desde las distintas religiones. Me pregunté si serían las religiones o las visiones patriarcales de las religiones las que nos limitan, y ahí me me adentré en la teología. Quería saber cómo era una visión no patriarcal de la fe. La primera que camina es un espacio de exégesis, es decir, un espacio de interpretación de la fe y de interpretación de de las religiones a partir del libro más leído de la historia, que es la Biblia.

¿Cómo uniste la teología con la literatura?

Una cosa que es maravillosa de escribir, y podrás coincidir conmigo, es que escribir también es inventar el mundo, porque estás planteando un universo, estás planteando una serie de personajes, de paisajes, de reglas; es un ejercicio de creación de universos. Entonces, te das cuenta de que la Biblia es una suma de historias a las que les hemos conferido poderes narrativos y justificaciones para un montón de cosas horrorosas y otras bendecidas.

La tradición es la suma de comportamientos culturales y emocionales a través de los cuales vamos proponiendo una visión de mundo, y las feministas estamos haciendo, entre muchas otras cosas, tradición espiritual y mística, que no está separada de la vivencia de nuestros cuerpos, que no ha sido puesta en las letras ni en la narrativa universal, al contrario, ha sido castigada, maltratada, aniquilada. Tenemos otro cuerpo, otras hormonas, otras vivencias. No digo que sea mejor o peor, son otros. Pero la medida de las cosas ha sido el cuerpo masculino, el pensamiento masculino, la reflexión masculina, por lo que el mundo está incompleto, chueco y cojo. Por eso hace falta que este tipo de narrativas esté puesto al servicio de la gente.

Esta conversación que estamos teniendo tú y yo, si lo piensas bien, hace 400 años nos habría llevado a ser quemadas en la hoguera, y hace 100 años nos hubieran metido al manicomio. ¿Qué es lo peligroso de lo que pensamos y de lo que expresamos a través de la inteligencia de nuestros cuerpos? ¿Por qué es tan transgresor este diálogo? Son preguntas que hay que hacerse y son las que se plantea el personaje de María a partir de que puede recorrer el mundo y que no la maten, como pasa hoy en día con muchas mujeres. Si una jovencita de 16, 18 años, saliera a recorrer el mundo, ¿estamos seguras de que regresaría tres años después sana y salva? Hay que poner esa reflexión en la época que nos toca vivir.

La primera que camina

La primera que camina

Ana Francis Mor

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Una Secretaría de Cultura renovada

Un día, Ana Francis comprendió que si miraba el mundo con curiosidad, se iba a divertir mucho más. Hoy en día afirma que fue la primera en su familia que tuvo la posibilidad de caminar el mundo por distintas circunstancias. «Eso te da una perspectiva diferente a la de mi madre. Al caminar te pones en contacto con las otredades, lo que te genera diversión y nuevos horizontes en tu comprensión del mundo», comparte.

A partir de ahí vio la cultura de otra forma. También el hecho de ser mujer. «A mí me parece que el arquetipo de María ha sido muy significativo para las mujeres, porque es la virgen y la madre, pero ahora las feministas que estamos haciendo tradición, estamos construyendo otros arquetipos. ¿Y qué pasa si nuestro arquetipo es el de una mujer que se pregunta, que es curiosa, dice lo que piensa, reflexiona, interpreta el mundo, construye críticamente sus ideas a partir de lo que ve y siembra amor?», se cuestiona.

¿Cómo es la exploración del cuerpo, el amor y el deseo en María en tu libro?

Hay que construir nuevas narrativas literarias con estos arquetipos. María es una mujer enamorada de José, pero su función como personaje no es ser la esposa de José. Su función como personaje es caminar y establecer su relación con Dios a partir de un vínculo entre iguales, respetuosa y amorosa.

Lo lógico, lo humano, es el deseo. Y es interesante pensar que en la tradición cristiana, Dios se encarna, porque la carne es importante. Es decir, experimentar la carne es importante. Pensar en María como una mujer que siente y que encarna, es decir, que siente la divinidad en todas sus dimensiones, me pareció importante.

Desde el medievo se determinó que la carne estaba prohibida, pero no en la raíz de la religión. Entonces, regresas a esa raíz, te pones radical, y a partir de eso puedes pensar en María como un ser que siente y está encarnada en la vida, lo que significa sentir la divinidad en todas sus dimensiones.  

¿Cuál es el plan general de esta obra?

Según yo, son tres libros que irán recorriendo toda la Biblia. El personaje central siempre es María, y eso me pareció importante porque desde la comedia me decía: «Está bien, ahí está el hijo de Dios, pero ¿quién es su mamá? ¿Quién está cuidándolo, haciendo la comida, lavando la ropa? Porque el mundo no funciona sin los cuidados, como dice el ecofeminismo. Sobre eso va, porque María simboliza la representación de las mujeres en la historia del mundo, que no ha estado construido sin las mujeres, pero las historias de las mujeres no han estado reflejadas en las narrativas. 

Cambiando de tema, ¿cómo te va al frente de la Secretaría de la Cultura de la Ciudad de México?

Va muy bien, estoy muy divertida, muy contenta. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, es una líder política muy amorosa, muy cultural, a la que conocemos por las transformaciones que hizo justo a través de la cultura. Tiene anclajes y directrices muy claras: es a través de la cultura, del cuidado, de la paz, de la conjunción de todos esos elementos que nos manejamos, porque la cultura atraviesa todo. Además, es muy luminosa, muy lúdica, tiene un gran nivel de empatía con la gente. Me parece que Clara es una persona profundamente enamorada del pueblo de la Ciudad de México. Y eso es único, marca un ejemplo.

Viene una Secretaría de Cultura mucho más territorial, en contacto con las comunidades, más de abajo hacia arriba, de la periferia hacia el centro. Poco a poco irán viendo cada vez más distintas expresiones en el espacio público, zarandeando las formas y los encuadres acartonados. 

Te pongo un ejemplo: el Día Internacional de la Danza, que es el 29 de abril, lo vamos a celebrar en honor a Tongolele. Entonces, puedes ver a la danza como una de las bellas artes, pero también de las artes bellas y las artes chulas. Entonces, en toda esa conjunción de cosas, queremos presentar el lado más luminoso de las personas y le da a la gente diversión, alegría, reflexión. Es decir, todo aquello que, a fin de cuentas, nos alimenta como personas.

Ana Francis Mor presenta La primera que camina el sábado 15 de marzo, a las 18 horas, en el Foro Haruki Murakami de la Feria Internacional del Libro de Coyoacán, en el Jardín Hidalgo.

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Imagen portada: Freepik

Fuente:

// Con información de Milenio / Librotea

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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