“El legado de Hernán es su obra, son sus libros; ahí están, y es lo que afortunadamente a nosotros nos queda y podemos tenerlo presente por medio de la obra”, dijo Agustín Monsreal a MILENIO sobre su amigo Hernán Lara Zavala (1946-2025), quien falleció este sábado 15 de marzo.
“Lo de Hernán, se sabía que estaba mal, que le había pegado muy duro el derrame (el escritor tuvo hace unas semanas un accidente en su casa y se golpeó la cabeza), pero bueno, siempre tiene uno un poquito de esa esperanza de que se recupere. Se nos fue Ignacio Solares y ahora Hernán, sin duda voces importantes. Tuve una amistad muy larga con él; tengo muchas anécdotas con él sobre el valor de la amistad”, agregó el autor.
“La muerte de Hernán Lara Zavala entristece a muchas generaciones de lectores que no solo disfrutaron sus magníficos cuentos y novelas, sino las obras de tantos autores que editó y publicó desde la UNAM. No hay actualmente un editor, un autor o un conversador como él. Que descanse en paz”, comentó Martín Solares a este diario.
En 2024 Lara Zavala presentó El último carnaval, una novela de iniciación enmarcada por los movimientos estudiantiles de 1968, de la que dijo a MILENIO: “Quiero dejar testimonio de una época que yo viví y me cimbró, donde están mis recuerdos que acompañó con un soundtrack y, claro, con una historia de amor triste porque son las que nunca se olvidan”.
El escritor comentó en esa ocasión que en ese libro hay ciertos tintes autobiográficos, “pero de ninguna manera es una novela autobiográfica o sea, me cuidé. Vamos a decir que Adrián tiene características que yo no tengo, por ejemplo, él tiene un hermano mayor y yo soy el mayor de nueve hermanos, si me hubiera puesto demasiado autobiográfico, todavía seguiría escribiendo la novela (risas) porque tenía que pasar por toda la familia”.
Obra perdurable
Hernán Lara Zavala publicó cuento, novela, ensayo y crónica de viaje. Entre sus obras destacan El guante negro y otros cuentos (2010), La prisión del amor y otros ensayos narrativos (2014), Las novelas charras (Alfaguara, 1995; Punto de Lectura, 2010) y Macho viejo (Alfaguara, 2015).
Obtuvo el Premio Latinoamericano de Narrativa Colima con El mismo cielo (1987) y el Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares con Después del amor y otros cuentos (1995).
Su novela Península (2008) le valió que le otorgaran la Medalla Yucatán, el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2009, el Premio Real Academia Española 2010 y el Premio Universidad Nacional en el área de Creación Artística 2010, así como la Medalla Justo Sierra Méndez 2011.
Recibió un doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma de Campeche en 2015. Dirigió la colección Nuestros Clásicos e impartió cursos y seminarios sobre literatura angloamericana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; publicó MILENIO.
Imagen portada: Barry Domínguez / MILENIO
