El programa “Tercer Grado” de Televisa es, históricamente, la más importante mesa de “análisis” de la derecha. Por ahí desfilaron los voceros de la oligarquía mediática como Sergio Sarmiento, Leopoldo Gómez, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Víctor Trujillo (Brozo), Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva, Adela Micha… Recientemente incorporaron a Viri Ríos como una voz cuasi sensata frente a la ideologización reaccionaria de Denise Maerker, Raymundo Riva Palacio, René Delgado y Leo Zuckermann.
Vivimos tiempos estelares, el programa del 19 de marzo de 2025 tuvo dos invitados, por alusión, de la 4T, Rafael Barajas el Fisgón y Jesús Ramírez Cuevas. Hay ausencias que triunfan, cantó San Álvaro Carrillo, y las de ambos triunfaron. La nueva programación de debate en los medios públicos, provocada por Renata Turrent y Jenaro Villamil, ya caló en las mesas de discusión de los medios privados. La des/monopolización de la discusión adquiere otros refrescantes matices en el Nuevo Régimen, cumpliendo la máxima de Daniel Cosío Villegas: “hay que hacer pública la vida pública”.
La consigna de los periodistas orgánicos de la derecha, en el caso de Teuchitlán, es la de Enrique Alfaro no se toca. En “Tercer Grado” no se trata de hacer pública la vida pública sino de editar la realidad. El gran ausente negativo en la discusión del programa de marras fue Alfaro, el mismo Enrique Alfaro que Andrés Manuel López Obrador desnudó como un farsante, un salinista. También reivindicaron a Ceci Flores, una madre buscadora poco confiable. El imbécil útil de Televisa, Leo Zuckermann, “ninguneó” el minúsculo poder de la oposición, como excusa, para meter bajo la alfombra la mayúscula campaña negra emprendida por él, sus patrones y la comentocracia. Por su parte, una de las voceras de la imposición del silencio calderonista, Denise Maerker, desde su hipocresía, y según su infausto post, “Algunos políticos de la 4T han sido muy desafortunados, pues han puesto más énfasis en la campaña que en la tragedia. Lo importante aquí son las víctimas y sus familias”. Denise no analizó la relevante campaña negra sino se enfocó en “algunos políticos de la 4T”, distrayendo a sus audiencias.
Raymundo Riva Palacio manejó tiempo y forma del programa, sus especulaciones y calumnias son irrebatibles en «Tercer Grado», avaladas o apenas matizadas por Viri Ríos y Maerker. Quienes se sometieron al pacto del silencio de Felipe Calderón y Genaro García Luna ahora son todo aquello contra lo que firmaron para callarse y grantizar la violencia criminal con su convenio mordaza. Anoche le dieron crédito al video-montaje viral del “Cártel Jalisco” y asumieron que lo produjo el gobierno de Claudia Sheinbaum, según la hipótesis de Riva Palacio. Cuando signaron el Decálogo Mordaza, fueron explícitos: “Dimensionar adecuadamente la información” y “No convertirse en vocero involuntario de la delincuencia organizada”.
Los voceros de la derecha, catorce años después, no dimensionan adecuadamente la información y son voceros voluntarios de la delincuencia organizada, cómplices mediáticamente organizados del crimen y de los narco políticos… o al menos de los montajes que vienen del Eje Madrid: Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Enrique Alfaro, y “vacunan” a este último de las indagatorias que lo implicarán al señalarlo como corresponsable de la tragedia de las desapariciones en Jalisco.
.@lopezdoriga, @Javier_Alatorre y toda la demás 💩💩 que firmó el pacto del silencio para proteger a Genaro García Luna y a @FelipeCalderon deberían renunciar para siempre del "periodismo", si es que así se le puede llamar.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)