Ubisoft lanzó hoy Assassin’s Creed Shadows, una de las entregas más esperadas de la franquicia gracias a su ambientación en el Japón feudal, pero que no pasó desapercibida ante algunas polémicas y riesgos que se tomó la desarrolladora francesa; publica MILENIO.
Con una apuesta de atención meticulosa a detalles históricos y mecánicas de juego renovadas, este título marca un punto de evolución dentro de la serie, destacando por su dualidad de protagonistas, un mundo abierto vivo, clásico de la casa, y un refinado sistema de sigilo que nos hace recordar los juegos de la franquicia que buscaban darle más atención a la estrategia.
Desde los primeros compases, Assassin’s Creed Shadows deslumbra con una recreación del territorio nipón que roza lo onírico.
Ubisoft construyó un mapa vasto e intrincado, abarcando diversas provincias del corazón del país, donde la belleza de sus paisajes y la crudeza de su clima se entrelazan de forma magistral.
A lo largo de una experiencia que puede extenderse entre las 45 y 50 horas para completar la trama principal, la sensación de asombro ante la riqueza del mundo abierto permanece constante, como algunas de sus entregas anteriores.
Un mundo feudal rico e impresionante
El juego transcurre en el Período Sengoku, una era de conflictos y unificación bajo el liderazgo de Oda Nobunaga.
Ubisoft recreó un Japón vibrante, donde el entorno es mucho más que un simple decorado: el clima, el ciclo de estaciones y la topografía afectan directamente la jugabilidad.
La transición entre primavera, verano, otoño e invierno transforma los escenarios y plantea desafíos dinámicos, como caminos cubiertos de nieve que ralentizan el movimiento o tormentas que reducen la visibilidad.
Cada rincón parece haber sido diseñado con esmero, capturando la esencia de los entornos japoneses y su naturaleza, marcada por el ciclo de las cuatro estaciones.
El diseño del mapa abarca nueve regiones, desde pueblos rurales hasta imponentes castillos.
Las fortalezas enemigas, con una verticalidad destacada, permiten enfoques diversos: infiltración sigilosa o combate frontal, algo que dependerá también por el personaje que estemos jugando.
Las mecánicas de exploración fueron claramente renovadas, con un sistema de navegación menos dependiente de indicadores en pantalla, incentivando al jugador a la observación y el descubrimiento.
Pero la influencia del entorno japonés en Assassin’s Creed Shadows va mucho más allá de lo puramente visual. El país asiático se erige como un personaje más dentro de la narrativa, moldeando la jugabilidad de formas significativas.
Asimismo, la alternancia entre el día y la noche, así como la presencia de fenómenos meteorológicos como la lluvia, influyen directamente en las mecánicas de infiltración, alterando la visibilidad y el comportamiento de los enemigos, lo que exige una planificación estratégica más elaborada por parte del jugador.
Dos protagonistas, dos estilos de juego
La historia es protagonizada por Naoe, una kunoichi de la región de Iga, y Yasuke, un samurái de origen africano que sirve bajo el mando de Nobunaga.
Cada uno ofrece un enfoque de juego distinto.
Naoe se especializa en sigilo, parkour y ataques rápidos, mientras que Yasuke es un guerrero de fuerza bruta, con un combate pesado y letal.
El sigilo ha recibido una atención especial por parte de Ubisoft. Naoe cuenta con una hoja oculta y herramientas como shurikens y bombas de humo, permitiendo eliminaciones silenciosas y movimientos que se sienten fluidos.
En contraste, Yasuke se impone en el combate directo con un arsenal que incluye naginatas, kanabos y fusiles teppo, ofreciendo una experiencia de juego brutal y dinámica.
Ubisoft permite cambiar entre ambos personajes en la mayoría de las misiones, aunque algunas secuencias requieren a un protagonista específico.
Sin embargo, la estructura narrativa favorece inicialmente a Naoe, dejando a Yasuke en un segundo plano durante las primeras horas de juego, donde únicamente se narra la historia de origen del personaje africano.
Innovaciones y herencias de la saga
El juego mantiene elementos RPG de sus tres juegos antecesores, como la progresión de habilidades y el desbloqueo de equipamiento por categorías, pero con un enfoque más equilibrado.
El sistema de niveles no es tan restrictivo como en Origin, Odyssey o Valhalla, aunque persisten algunas limitaciones, como la necesidad de mejorar la hoja oculta para asesinatos instantáneos.
El diseño de misiones presenta altibajos. Aunque las infiltraciones en castillos ofrecen experiencias memorables, muchas misiones secundarias resultan repetitivas, con un esquema basado en eliminar objetivos sin una estructura más elaborada.
Ubisoft también introduce un sistema de «se busca», similar al ya visto en Red Dead Redemption 2, donde las acciones del jugador afectan su notoriedad y pueden terminar en una pelea con las autoridades locales.
Y haciendo alusión nuevamente al juego de Rockstar, hay un tipo de coleccionable que nos hace recordar el juego del viejo oeste.
En cuanto a la estructura de la narrativa, si bien el juego ofrece una cantidad inmerso de contenido, sus primeras horas de juego podrían resultar confusa para algunos jugadores, ya que cambia entre líneas temporales abruptamente.
La abundancia de misiones secundarias, actividades y tablones de objetivos adicionales puede, en ocasiones, diluir el foco de la trama principal, generando la sensación de que el avance en la historia se ve interrumpido por la necesidad de completar las tareas secundarias, donde la mayoría son entretenidas.
No obstante, una vez que el jugador se familiariza con la manera en que Shadows organiza sus misiones y objetivos, se revela un juego de una profundidad considerable, capaz de superar holgadamente las 100 horas de duración para aquellos que deseen explorar cada rincón de su vasto mundo.
Apartado visual y sonoro
El motor gráfico Anvil muestra un avance tremendo en esta entrega. La iluminación dinámica, los reflejos en charcos y la interacción con la vegetación destacan en un mundo visualmente impresionante.
Sin embargo, el rendimiento en PC es exigente, requiriendo hardware de última generación para aprovechar todas sus capacidades.
La banda sonora incorpora instrumentos tradicionales japoneses, como el shamisen y el koto, mezclados con arreglos contemporáneos.
El doblaje en japonés es particularmente inmersivo, con una opción de «modo realista» que ajusta los idiomas según la nacionalidad de los personajes.
Un paso adelante, pero no una revolución
Assassin’s Creed Shadows es un juego visualmente impresionante y jugablemente refinado, pero sin ser una revolución para la saga.
El sigilo alcanzó un nuevo nivel, la ambientación es magistral y el combate es satisfactorio, pero la estructura de misiones y la narrativa central presentan altibajos.
Para los fanáticos del sigilo y la ambientación histórica, esta entrega es una de las más inmersivas de la franquicia.
Sin embargo, quienes busquen una renovación completa de la fórmula encontrarán que, a pesar de sus avances, Ubisoft sigue apostando por la estructura de mundo abierto masivo que ha caracterizado a la saga en la última década, pero en este caso no se siente tan inmenso, siendo ligeramente más pequeño que Assassin’s Creed Odyssey.
En última instancia, la pregunta clave para cualquier potencial jugador es si Assassin’s Creed Shadows merece la pena. La respuesta, basándonos en nuestras impresiones iniciales, parece ser un rotundo sí.
El título se posiciona como uno de los juegos más divertidos y atractivos de toda la saga.
Assassin’s Creed Shadows no solo representa una evolución natural de la fórmula que ha caracterizado a la franquicia durante años, sino que también se presenta como un punto de entrada ideal tanto para aquellos que han estado alejados de la saga como para los recién llegados.
La mejora en las mecánicas de sigilo y parkour es palpable, y la belleza del mundo creado por Ubisoft es innegable. Nos encontramos ante uno de los títulos visualmente más impactantes que la compañía ha producido hasta la fecha.
Ve el tráiler cinemático aquí
Imagen portada: Sitio Web / Ubisoft
