La Comisión Europea abrió la puerta para rearmarse luego de poner sobre la mesa la posibilidad de suspender las normas fiscales para financiar el sector armamentista de los países durante los siguientes cuatro años; publica SPR.
El objetivo de esta medida sería financiar una nueva era en la defensa de Europa. Pero ¿cómo funcionaría esto?
Cabe destacar que las normas europeas en materia de financiamiento armamentista limitan el déficit anual máximo de los países al 3% de su producto interno bruto (PIB), sin embargo, la nueva propuesta permitiría que los países gasten 1.5% más de su PIB en defensa sin ser penalizados.
La iniciativa ya había sido presentada hace dos semanas por la presidenta de la comisión europea, Úrsula Von Der Leyen, sin embargo, los documentos presentados en Bruselas este miércoles 19 de marzo dan más detalles de la estrategia para flexibilizar las normas regionales, un tema que ha sido clasificado como urgente, por lo que insta a los socios comunitarios que quieran hacer uso de ella, a presentar sus peticiones antes de finales de abril.
Hablando en números, los estados habrían acordado otorgar préstamos de la unión europea por 150 mil millones de euros para proyectos de desarrollo armamentista, además, se espera que solo en los próximos cuatro años se pongan en disposición 800 mil millones de euros.
Von Der Leyen argumentó que “si Europa quiere evitar la guerra, debe estar preparada para ella”.
Ahora ¿qué implicaciones tiene esta medida más allá de la clara intención de armar nuevamente a Europa?
Por un lado, la unión europea busca evitar sanciones a países como Polonia, quien pasó de gastar el 2.1% de su PIB en armas en 2021 a 4.12% en 2024, y, por otro lado, alentar a los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que gastan menos del 2% de su PIB en armas, a que lo hagan.
Además, de manera paralela, también existe un tercer factor, el confrontar a Estados Unidos, quien claramente le ha solicitado a Europa dejar de armarse. En este sentido, Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, rechazó el plan de rearme y advirtió que se creará una atmosfera “en la que habrá que elegir entre Estados Unidos y Europa”.
En este punto cabe abrir un paréntesis para destacar que esto no significa que Europa no este armado, el informe del Stockholm Institute for Peace (SIPRI) reveló que entre 2020 y 2024 las importaciones de armas en Europa incrementaron 155%, además, que Ucrania es el país que más armas importó en 2024 y que Francia actualmente es el segundo mayor exportador a nivel mundial, solo por debajo del monopolio que representa Estados Unidos en el mercado armamentista.
Mientras la región continúa incrementando sus intenciones armamentistas, en 2024 la Unión Europea aprobó nuevas reglas fiscales conocidas como “austeridad 2.0”, las cuales buscan controlar el déficit y la deuda pública, estableciendo límites al gasto público y promoviendo mayor responsabilidad fiscal para los países miembro.
Estas medidas han sido condenadas por organizaciones no gubernamentales debido a las afectaciones parciales que representan para sectores sociales como la educación y la investigación.
Incluso esta conversación ha creado conflictos internos en países como España, donde mientras el presidente pedro Sánchez aprueba el gasto en defensa, los partidos de izquierda se oponen a la medida y abogan por la salida del país ibérico de la OTAN.
Para concluir el análisis es importante señalar el crecimiento de los últimos años de la derecha en países como Alemania o Francia, por lo que en 2030, cuando concluirá el plan de rearme de la Unión Europea, el panorama político podría ser otro, con más armas y menos derechos sociales.
Imagen portada: SPR
