Por Francisco Villarreal
Para ser franco, no me sorprendió que la Unión Europea haya emitido una alerta donde incluye la recomendación, a todos los europeos, de armar un paquete de supervivencia que se parece bastante al que se pediría en una alerta nuclear. Desde que el mentecato presidente de Estados Unidos inició el desorden político y económico mundial, Europa (y Gran Bretaña) han transitado hacia un intento desesperado por quitarse el yugo estadounidense; de entrada quieren iniciar con otro modelo de divisas y con la autosuficiencia militar. Sin estar en guerra, iniciar una economía de guerra. En México esto nos parecería un despropósito, porque Europa sataniza a la Federación Rusa y no al terrorista presidente de Estados Unidos. Si alguna reserva tendrían los europeos contra Rusia debería ser en función de la aparente cercanía entre Putin y Trump (el amigo de mi enemigo…). No deberían olvidar que Putin es un autócrata de larga data, en tanto Trump es un novato. Un autócrata expansionista y astuto, sabe que no le conviene asimilar más de lo que puede controlar, podría generar un caos que favorezca a otros y lo arruine a él. Los europeos tampoco deberían bobear vigilando hacia el este, sino observar con ojo crítico a los lobistas económicos que están moviéndose tras las decisiones de la UE. No todo lo que brilla es el loro en la Oficina Oval. La más típica forma de manipulación de masas es y ha sido señalar un enemigo. El primero que grita “¡Al ladrón!” podría ser el ladrón. La turba ofuscada se conforma con someter a alguien, aunque no sea el culpable. No lo hace por justicia sino por miedo. Así, mientras los europeos tiemblan, sus líderes los conducen a la ruina… o a la guerra, que es igual. Miedo y pobreza, la mejor fórmula para el control social desde una élite de oligarcas y/o criminales. Deberíamos entenderlo muy bien en México, lo vivimos durante décadas con el prianismo, y lo sufrimos aún más en la guerra entre cárteles que emprendió el narcogobierno de Felipe Calderón.
Mientras en Europa (y Gran Bretaña) los líderes coinciden en el “qué”, pero no dan una con el “cómo”. La guerra, comercial por el momento, empieza desde Estados Unidos con la imposición general de aranceles del 25% a la industria automotriz y farmacéutica; por ahora, porque el demente de Mar-a-Lago tiene todavía municiones en la carrillera arancelaria. Para México, esto es un golpe duro. Todavía hay manera de paliar un poco el impacto si Trump respeta los términos del TMEC, que él firmó y promovió. Creo que los industriales del ramo automotriz y el gobierno mexicano, saben perfectamente lo que es obvio para el mundo entero y planetas circunvecinos: Trump no tiene palabra, ni respeta acuerdos y soberanías; Trump sólo es amigo de sí mismo, ni de los estadounidenses, ni de los “magas”, ni de Elon, ni de Putin. Si hay un país que hoy ejerce el terrorismo a nivel mundial, ese es Estados Unidos. Si hay un gobierno que merece hoy sanciones económicas y ostracismo internacional, es el gobierno de Trump. Si las tarifas arancelarias tienen sentido para Trump, tienen más sentido para Musk, porque aunque se queje, sus fábricas Tesla en Estados Unidos están protegidas contra los aranceles, y aún más, como Trump encarece los autos importados, prácticamente obliga a los compradores estadounidenses a buscar opciones nacionales sin sobrecostos. ¡Albricias para Tesla-USA! En pocas palabras, para variar, Trump beneficia a Musk. ¡Qué paradoja! Un “patriota” estadounidense que es un inmigrante. Ya veremos si las ganancias internas de Musk en Estados Unidos compensan las dramáticas pérdidas de Tesla en otras latitudes.
La respuesta mexicana a los aranceles es cauta, y debe ser así. Tenemos una larga historia de abusos y traiciones desde Estados Unidos, en donde destaca el presidente favorito de Trump: el demócrata, esclavista, colonialista y ladrón James K. Polk. Comprendo la ferocidad de Trump ante la Unión Europea, puesto que ya tenían años imponiendo aranceles a Estados Unidos. ¿Pero México? Trump sabe que ante su agresiva política proteccionista, México sólo puede oponer una política defensiva. Considerando el alienado cerebro de Trump, siempre verá a un acto legítimo de defensa como una agresión. Así escalaría la tensión hasta reventar el globo de la paciencia mexicana y la “cordura” trumpista. En lo personal creo que, si bien la política arancelaria puede ser estridente, en el caso de México las razones son estúpidas. Sospecho que detrás de esto está la autocracia que intenta imponer en Estados Unidos y que, una vez que arrase con todos los obstáculos, podrá difundir con virulencia por todo el continente, y ya empezó a hacerlo en Argentina y Centroamérica. El viaje de Kristi Noem a El Salvador, y el sospechoso video con reos tatuados, anuncia al mundo cómo Trump ha convertido a todo un país en el nuevo Alcatraz de Estados Unidos y a un presidente en una franquicia de MAGA. Si hasta la fecha Claudia Sheinbaum ha mostrado una paciencia benedictina con Trump, la prueba de fuego será ahora con su Secretaria de Seguridad Nacional, la asesina de mascotas Kristi Noem, que nos incluye en su gira como nuncio del autoritarismo. El video que le arreglaron en El Salvador la pinta de cuerpo entero, y si no, sólo basta recordar su trayectoria radical ultraconservadora y su particular odio contra los inmigrantes. No envidio a la doctora Sheinbaum y sí le agradezco el sacrificio de tratar con personajes tan repelentes como esta fulana. Supongo que la presidenta sacará lo mejor de la entrevista con Noem, aunque espero que esto no involucre la estrategia mexicana sobre los aranceles a partir del 3 de abril. Porque, insisto, no tiene nada qué ver la seguridad de Estados Unidos con los aranceles que imponga. En cambio, para México, ceder en seguridad es corromper la solidez de nuestra democracia, y las de los países que sigan en la lista de Washington. De hecho, la señora Noem debería preocuparse más por la seguridad en Estados Unidos en el propio gabinete trumpista, que recién expuso información clasificada sobre un operativo militar en Yemen. O bien, estar alerta contra las intenciones de su amado líder de cancelar la Ley de Transparencia Corporativa (CTE), contra lavado de dinero, la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA), y la amputación brutal, en el Departamento de Justicia, de unidades especializadas en combatir la corrupción tanto en el extranjero como en el interior. Una invitación tentadora para que grupos criminales laven su dinero en Estados Unidos.
Ceterum censeo: No sé si creerle al pastor gringo, de origen ruso e italiano, que escribió hace poco: “Si el infierno existe, Kristi Noem es una apuesta segura”. John Pavlovitz es un viejo opositor de los “magas” quien hace algunos años afirmó que no se debería considerar a Trump como cristiano. Pero respecto a la señora Noem, debe tener su lado bueno… por lo menos ante una cámara.
