Los libros y el cine siempre han sido cómplices: historias que saltan de las páginas a la pantalla, novelas que parecen guiones y directores que inspiran a escritores están presentes en la literatura. Si eres de los que, al terminar una película, corre a buscar el libro en el que se basó o sueña con descifrar los secretos detrás de los planos más icónicos, esta selección de libros para amantes del cine es para ti; publica Librotea / MILENIO.
Como en las películas
Manci, la primera novela de Silvia Pasternac, es una epopeya íntima que atraviesa ochenta años de historia tumultuosa: desde los albores del siglo XX en Transilvania —entre guerras, exilios y regímenes que caen como hojas— hasta la muerte de su protagonista, una mujer rebelde que desafía mandatos sociales con ingenio y una honestidad casi egoísta. La autora, argentina de nacimiento y mexicana por destino, ha desarrollado una notable carrera como guionista de cine y de series, por lo que comparte una estructura ágil con diálogos cortantes y escenas que parecen encuadradas para la pantalla.
Manci
Silvia Pasternac

Yoko Ogawa ofrece, con El museo del silencio, una novela que se lee como un thriller psicológico de atmósfera hipnótica, con la precisión visual de un film de Hitchcock y la profundidad de un drama existencial. La trama sigue a un joven museógrafo reclutado por una enigmática coleccionista para custodiar objetos vinculados a la muerte de los vecinos de un pueblo: cada reliquia —un reloj detenido, un vestido manchado— encapsula un instante fatal, creando una exposición macabra que desdibuja la línea entre el arte y el morbo.
El museo del silencio
Yoko Ogawa

De ciencia ficción
Proyecto Hail Mary, de Andy Weir, es una novela que late con el ritmo trepidante de un blockbuster espacial, combinando ciencia rigurosa, humor ácido y un suspense que no da respiro. Ryland Grace, el astronauta que despierta solo en una nave lejos de la Tierra, con la memoria fragmentada y dos cadáveres como únicos compañeros, encarna la esencia del héroe accidental: su lucha para descifrar su misión —salvar a la humanidad de una amenaza extraterrestre— se desarrolla en escenas impactantes, desde los claustrofóbicos pasillos de la nave hasta los paisajes alienígenas que descubre.
Proyecto Hail Mary
Andy Weir

La era de la supernova es una novela distópica con el impacto visual y la tensión narrativa de un thriller apocalíptico de Hollywood, donde el fin del mundo no llega con explosiones, sino con un brillo mortal en el cielo. Ocho años después de la muerte de una estrella, la Tierra recibe su luz letal: en cuestión de meses, todos los mayores de trece años morirán por radiación irreversible, dejando a los niños como únicos supervivientes. La premisa se desarrolla con la urgencia de The Last of Us, con escenas cinematográficas.
La era de la supernova
Cixin Liu

Libros para amantes del cine
Dos grandes del cine se reúnen en este libro: Alfred Hitchcock y François Truffaut. Escrito por el segundo, se trata de un diálogo magistral que se lee como un making-off de los mayores éxitos del suspense, donde Hitchcock desgrana con precisión de cirujano cada recurso visual, cada giro narrativo y cada truco psicológico que convirtieron películas como Psicosis o Vértigo en obras maestras. Truffaut, con preguntas incisivas, desentraña la mente del Maestro del Suspense, revelando cómo se construye la tensión en pantalla para hacer del libro un taller de cine en papel.
El cine según Hitchcock
François Truffaut

Jean-Luc Godard: 60 años insumiso es un manifiesto explosivo que captura la rebeldía y la genialidad disruptiva del enfant terrible de la Nouvelle Vague, como si sus películas más transgresoras se convirtieran en un ensayo frenético. Godard no solo rompió las reglas del cine, sino que las reinventó con cada plano, cada corte abrupto y cada consigna política. Este libro, como su filmografía, no se limita a contar historias: las dinamita, mezclando filosofía, marxismo y poesía visual en un collage tan provocador como sus film-ensayos.
Jean-Luc Godard
Paulino Viota Cabrero

Imagen portada: Freepik