La industria textil y del vestido de México consideran como “oportunidad histórica” la decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer gravámenes a los países asiáticos bajo su esquema de aranceles recíprocos, pues limitará la entrada de sus productos a ese mercado y las empresas nacionales pueden cubrir ese espacio; publica MILENIO.
Entrevistados por MILENIO destacaron que ellos cumplen con las reglas de origen del tratado de libre comercio (T-MEC), por lo que pueden ingresar al país sin ningún tipo de impuesto, además de que no incurren en prácticas desleales como lo hacen esos países.
“Esa medida nos fortalece y coloca en una ventaja competitiva frente a naciones como China que es una economía de no mercado, otorga subsidios y tiene trabajo forzoso en los campos algodoneros cuya producción inunda el mercado mundial”, señaló el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), Rafael Zaga Saba.
Asentó que aun con las triangulaciones de países asiáticos en ventas de textiles y confeccionados, México se ubicó en 2024 como el quinto socio comercial de Estados Unidos hacia donde se dirigieron 91 por ciento del total de 9 mil millones de dólares en exportaciones.
“Ahora con cancha más pareja es posible recuperar el crecimiento del sector que precisamente por prácticas desleales e ilegales perdió en los últimos ocho trimestres alrededor de 80 mil empleos con una descenso de 10 por ciento en la producción de textiles y prendas de vestir”, explicó.
La semana pasada Trump anunció que a naciones como Vietnam, Camboya y China les puso aranceles de más de 40 por ciento, esto como respuesta a sus restricciones a productos de su nación.
Zaga Saba enfatizó que previo a la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el gobierno mexicano emprendió acciones contundentes contra el contrabando e incluso en diciembre de 2024 implementó un arancel temporal de 35 por ciento a la importación de textiles terminados de países con los que no se tiene tratado de libre comercio vigentes, lo que está permitiendo fortalecer las cadenas de valor con productos e insumos propios de la región.
Ampliar mercado
José Pablo Maauad, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), precisó que estas nuevas reglas implementadas en Estados Unidos son una bocanada de oxígeno para el sector afectado gravemente por los subsidios a la producción, contrabando y triangulación de China frente a lo que no se puede competir.
“Ya podremos trabajar en una cancha más pareja porque con los aranceles recíprocos será más difícil y caro el ingreso de mercancías a Estados Unidos que no cumplen con las reglas de mercado abierto tal y como nosotros operamos, lo cual nos coloca en una situación privilegiada para aprovechar ese mercado de gran demanda en fibras y mezclas de algodón en donde somos ampliamente competitivos”.
Resaltó que con más de 8 mil empresas y unidades productivas en el país, los agremiados a la Canaive tienen la capacidad de que las cadenas de valor del sector textil y vestido generen un millón de empleos adicionales para 2030 y paralelamente ampliar la participación de estas empresas en el PIB manufacturero de 1.8 a 3.6 por ciento.
“E incluso, de mantenerse las nuevas reglas de comercio que favorezcan la integración de cadenas de producción más regionales, podremos en la industria pasar de manera muy rápida de una balanza comercial deficitaria de 4 mil 280 millones de dólares a una superavitaria”, agregó.
El dirigente recalcó que alrededor de 7 mil millones de dólares fue el valor de la exportación de prendas de vestir y textiles confeccionados el año pasado, sobre todo a Estados Unidos en pantalones de mezclilla, playeras, cortinas y rodapiés.
“Las nuevas reglas nos colocan en una situación privilegiada que debemos aprovechar en términos de calidad y oportunidad en la entrega de nuestros productos por lo que ya estamos empezando a trazar con industriales de Estados Unidos nuevas oportunidades de proveeduría y negocios”, concluyó.
No deben confiarse
Renato Balderrama Santander, profesor- investigador del CIDE y experto en comercio internacional, expresó que los aranceles recíprocos que afectan a países no miembros del T-MEC significan una oportunidad para México, sobre todo para la industria textil, pero aclaró que la medida podría ser momentánea y no confiarse pues ya Trump anunció que está dispuesto a negociar términos para no afectar al sector productivo estadunidense.
“Aparentemente Trump nos está haciendo el flaco favor de bloquear importaciones de países que a su parecer no cumplen con las normas de comercio internacional o que operan con subsidios y es sin duda una parte de su estrategia negociadora que en cualquier momento puede modificar sobre todo por la presión que están ejerciendo los sectores productivos de su país”, dijo.
Ante ello, apuntó, México no debe confiarse y estar preparado para que reduzca o cancele esos aranceles fundamentalmente a China que en represalia anunció que impondrá gravámenes de 34 por ciento a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos a partir del 10 de abril al igual que Canadá que en contramedida al arancel de 25 por ciento a la importación de vehículos que ordenó Trump, aplicará el mismo gravamen a importaciones automotrices de Estados Unidos que no cumplan con las normas de origen del T-MEC, lo que sin duda es el inicio de una guerra comercial que el vecino país no podrá sostener por mucho tiempo.
El académico señaló que el principal reto para México en este nuevo escenario comercial es un plan industrial sólido y de inmediata respuesta pues el Plan México establece directrices para impulsar el crecimiento y sustituir importaciones pero se enfrenta falta de infraestructura industrial y suministro energético suficiente para ampliar la producción y con ello podría dejarse pasar esta oportunidad de penetrar más en el mercado estadunidense.
Imagen portada: Especial / MILENIO