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La democracia según Zedillo

Por José Alberto Alvarado Pineda

Cuando la derecha, la oposición, los fachos, hablan de democracia, debemos entender qué es para ellos el concepto de democracia. 

Si algunos pensaban que los politiquillos de antaño ya no intervendrían en la vida actual de nuestro país, se equivocaron. Y esto tiene una razón clara y de peso… los políticos actuales de PRIAN no los quiere nadie, nadie les cree y nadie les presta atención. 

Ante esta realidad, tienen la necesidad de buscar a alguien que se preste a hacer el ridículo, que en su mente y solo en su mente, crea que el Pueblo de México le tenga algo de respeto; alguien que tenga en su mente la falaz idea de que su voz tendrá algún efecto en el pueblo. Un loco pues. 

Y lo encontraron o tal vez él levantó la mano. Hoy Zedillo es el vocero y el ariete de la oposición moral y electoralmente derrotada, que busca utilizar al peor de todos sus exponentes para tratar de recuperar lo que perdieron.

Zedillo piensa que su gestión es hoy por hoy, lo mejor que ha tenido nuestro país, de ahí la locura que tiene y destila cada vez que habla de democracia, de totalitarismo y de auditorías de obras públicas. 

La democracia según Zedillo, es aquella que se ejerce para beneficio de unos cuantos, sin importar las consecuencias y las pérdidas de vidas humanas, así como la pobreza que puede traer “su democracia”.

Veamos cómo Zedillo Ponce de León entiende la democracia, solo basta echar un pequeño vistazo a lo que hizo, o no hizo en su gobierno, lo que dejó para muchas generaciones como su legado que perdurará por varias décadas más.

La democracia según Zedillo, se basa en realizar masacres contra grupos de oposición y principalmente contra grupos de pueblos originarios, pues en su sexenio existieron las masacres de Acteal, Unión Progreso, Chavajeval, Sabinilla, Tila, Tumbalá y Chilón  en Chiapas; en Guerrero,  en las comunidades de Aguas Blancas y El Charco; el Oaxaca, en Los Loxichas, donde hubo por lo menos 50 ejecuciones extrajudiciales, 30 víctimas de desaparición forzada, más de 200 casos de tortura, y por lo menos 160 presos políticos. 

Todo ello se tipifica como delitos de lesa humanidad, pues además, las víctimas principales fueron integrantes de grupos de pueblos originarios como Tsotsiles, Choles, Tseltales, Nahuas, Mixtecos, Zapotecas. (datos obtenidos en “Acteal, crimen de Estado” La Jornada, Ediciones 2006). Sin olvidar los más de 600 activistas políticos del extinto Partido de la Revolución Democrática, que incluso conformó una Fundación para apoyo de los familiares de las víctimas. 

Otro elemento que da razón a Zedillo sobres ”su democracia” es el ya famoso y desgraciadamente aterrador FOBAPROA hoy IPAB, que por si alguien no se acuerda, fue aprobado por la bancada del PRI y del PAN en la Cámara de Diputados, donde en realidad, no se rescata al pueblo o a los ahorradores como decían, sino solo a un puñado de empresarios que vieron un negocio redondo. 

Los empresarios rescatados, fueron aquellos que en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari habían “comprado” bienes de la nación, vendidos por ese presidente espurio, y con el pretexto de la crisis de 1994, señalaban que estaban a punto de quebrar, por lo que el “talentoso” Doctor en Economía, Zedillo, les pagó todas las deudas que tenían, es decir, en los hechos les regresó lo que habían pagado por la compra de los bienes de la nación. Negocio redondo, solo tuvieron que invertir su dinero por unos meses, pues le regresaron y con creces su inversión. Y quienes pagamos ese dinero, somos todos los mexicanos, todos, pues se destina una suma importante de dinero al pago de esa deuda, que se prevé se pagará hasta el 2045, es decir fue una deuda de casi cincuenta años, número que le gustó a Zedillo. 

Sí, ya que otorgó concesiones de puertos, aeropuertos, carreteras por 50 años, estas últimas fueron al menos 52 concesiones, es decir 52 carreteras en el centro y norte del país, concesiones que a la larga tuvieron que ser rescatadas también, incrementando la inversión gubernamental, ya que, ante la crisis de 1994, ya no eran rentables las concesiones de las carreteras.

La democracia según Zedillo, es aquella que vende lo que no suyo a sus amigos y extranjeros, por ello, privatizó ferrocarriles, satélites, puertos, aeropuertos, exploración de petróleo, la distribución de gas natural, los sistemas de agua potable, entre muchos otros. 

El combatir a grupos de campesinos y estudiantes esa es la verdadera democracia, como lo hizo Zedillo contra El Barzón, y contra el Consejo General de Huelga, que luchaba en contra de la privatización de la educación, de la privatización de la UNAM, y decimos que luchó contra ellos, ya que irrumpió de forma violenta en muchas de las manifestaciones realizadas por estos dos grupos de lucha social. 

El que su familia política tuviera vínculos con el Cártel de Colima, (los hermanos Amezcua Contreras)  y ordenara cerrar el expediente que vincula directamente a su esposa con ese grupo delictivo, esa sí es la democracia. 

O bien, otorgar contratos de obra pública a empresas de su familia, la empresa denominada “GRUPO INTECOM”, o bien otorgar condonaciones de impuestos a sus hermanos Ponce de León, esa si es la democracia. 

El terminar de constituir y darle forma, junto con Genaro García Luna, al Centro de Investigación y Seguridad Nacional, organismo que estaba encargado realmente, del espionaje interno, para combatir a los grupos políticos y sociales que eran opositores, eso sí era democracia. 

Y para terminar, la democracia que representa Zedillo y ahora el Prianismo, es aquella que genera más y más pobres, pues solo en en el sexenio de Zedillo, en 1994, había 19,008,085 personas en pobreza alimentaria. En el 2000 dejó en ese rubro a 23, 722,151 personas, es decir, casi cinco millones de pobres más. 

En el caso de pobreza en capacidades, que se refiere a quienes no pueden adquirir la canasta básica ni efectuar gastos en salud y escuela, en 1994 había 26,885,596 personas, mientras que, en el 2000, dejó Zedillo 31,216,334, es decir, casi cuatro millones y medio de pobres más. 

Y por último, en cuanto a la pobreza patrimonial, que consiste en no poder obtener la canasta básica, ni efectuar gastos de salud y educación, así como de vestido, vivienda y transporte, en 1994 había 47,018,805, dejando en el 2000, a 52,700,549 personas en esas condiciones, es decir, casi seis millones más, (datos obtenidos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social). 

Alguien nos puede decir, cuáles son las obras que dejó Zedillo para el pueblo, nada, solo deudas y más pobres. Esa es la democracia que defiende Zedillo, esa es la democracia que busca regresar, esa es la democracia que pretenden constituir nuevamente en nuestro país. 

En contraste, la democracia que defiende la Cuarta Transformación se basa en apoyar al pueblo a través de programas sociales universales, reducción de la pobreza como en el sexenio de López Obrador, dejar obras publicas para el futuro, como el Tren Maya, el Interoceánico, la Refinería, Coquizadoras, Distritos de Riego, Presas, Acueductos, el AIFA, el Aeropuerto de Tulúm, entre muchas otras.

Y es por eso que le decimos a Zedillo, hagamos la auditoría ciudadana que pides, veamos lo que realmente piensa el pueblo de ti. 

Fuente:

// Con información de SPR

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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