Quien juega a la ronda con la loba sale lastimado. Los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela entraron a la cueva de Sandra y salieron chamuscados. Entrevistar a modo no es periodismo, es propaganda. Si Álvaro y Alejandro cobraron por la entrevista, mal; si no cobraron, peor, los chamaquearon. Delgado inició la pleitesía diciendo que antes habían zarandeado a la ex alcaldesa de la Cuauhtémoc, pero quienes terminaron zarandeados por los comentarios en las redes sociales y en YouTube fueron los periodistas de Sin Embargo.
Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela le sirvieron de tapete a Sandra Cuevas y su culto a la personalidad. La arena de la entrevista la escogió ella, se realizó en su galería; el manejo de cámaras lo escogió ella; cuando quiso, Sandra manipuló la conversación; ninguna pregunta ingrata, ninguna inquisición y el escenario y el decorado para que Cuevas se luciera. Preguntas insulsas, torpes: “¿En dónde nació usted?”, “¿Qué hubiera hecho distinto?”. Superficiales, los periodistas olvidaron que en el periodismo se trata de desvelar, de desnudar, lo que el poder oculta. Obsequiosos, la identificaron en el “súper” (sobreposición en la pantalla) como “Política y empresaria”.
Sandra Cuevas les dijo en su cara que no tenía ninguna cuenta bancaria, ninguna propiedad y lo que tiene es acorde con lo que ha trabajado… y Álvaro y Alejandro, al tragar sapos, ni mueca hicieron. ¿Acorde con la que ha trabajado? ¿Una galería, joyas, vestidos caros, gorras de Louis Vuitton? ¿Que la persona a la que le iba a partir su madre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, le ofreció trabajo? Entrevista calculada, con la experiencia del colmillo para no sacar los colmillos, para guardar y resguardar a Cuevas de preguntas incómodas. No sé si Delgado y Páez Varela acordaron lavarle la cara a Sandra Cuevas, lo que sí se refleja es que mancharon su propio rostro y su credibilidad.
El montaje de Sandra Cuevas, Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela en contra de Ricardo Monreal tuvo su puntual respuesta por parte de la doctora Sheinbaum en la Mañanera del Pueblo: “Fíjense, yo tuve diferencias con Ricardo Monreal, sí, sí tuve mis diferencias, pero hoy estamos jalando parejo para avanzar en la Transformación del país. Y siempre hemos jalado parejo para eso, porque puede haber diferencias en su momento, pero nunca en lo más importante, que es la Transformación de México”. Y sobre Sandra Cuevas: “Ahora, sobre esta entrevista, la verdad: cero comentarios. No tengo nada que comentar, ni tampoco sobre la persona que realiza la entrevista”.
Vivimos tiempos estelares, ya decía Gramsci que existen fenómenos morbosos entre que llega lo nuevo y se va lo viejo. Para Sandra Cuevas los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela no fueron periodistas incómodos, incisivos, cualidades y habilidades a la que acostumbraron a sus seguidores, al contrario, resultaron entrevistadores cómodos, comodísimos, acomodados a la agenda de Sandra Cuevas.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)
