Wag the dog, el conflicto oligárquico entre Donald Trump y Elon Musk fue atemperado momentáneamente por el uso político de la represión social en Los Ángeles. Las contradicciones en las alturas se resuelven, a veces las nubes chocan y provocan tormentas, pero las contradicciones telúricas son otra cosa. Trump se equivocó al atacar Los Ángeles porque California no es Washington. Su discurso de odio lo delata: “Una ciudad estadounidense que una vez fue una gran ciudad, Los Ángeles, ha sido invadida y ocupada por inmigrantes indocumentados y criminales. Ahora, turbas violentas e insurrectas acosan y atacan a nuestros agentes federales para intentar detener nuestras operaciones de deportación. Pero estos disturbios ilegales solo refuerzan nuestra determinación”.
¿Quién invadió a quién? Desde 1607 existe la América Mexicana. “Y si a los siglos nos vamos, somos más americanos que hijo de anglosajón… Yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó”, se escucha en el himno clásico de Los Tigres del Norte. Después de la represión del ICE, el amago y despliegue desproporcionado de 2 mil soldados de la Guardia Nacional. El error de cálculo de Trump también incluye al gobernador de California al tratarlo como escoria: “Si el gobernador de California, Gavin Newscum y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, no son capaces de hacer su trabajo, como todos sabemos, entonces el gobierno federal intervendrá para poner orden”.
Los proTrump mexicanos que fomentan la insidia de que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo alentó las protestas (la derecha le denomina disturbios) no tienen Madre… Patria. La doctora Sheinbaum habló de la protesta por los impuestos ilegales a las remesas, no de la migración, aunque ahora sea el tema: “No estamos de acuerdo con esta forma de atender el fenómeno migratorio; no es con redadas ni con violencia, sino trabajando en una reforma integral que tome en cuenta a los mexicanos del otro lado de la frontera. Esa es nuestra posición, siempre un llamado a la paz, a no exacerbar ninguna forma violenta de manifestación”. Para el gobernador de California, Gavin Newsom, desde su teatralidad, Trump está montando un show con su despliegue escenográfico: “No le demos ese gusto. Nunca respondan con violencia. Expresen su desacuerdo de forma pacífica”.
China y Rusia ya olieron la vulnerabilidad de Donald Trump y lo someterán lentamente. El destino manifiesto, histórico, mexicano es recuperar California en una sociedad comercial, primero, y luego demográfica. Los Ángeles es la segunda ciudad en el mundo más poblada de mexicanos o de sus descendientes. Sin violencia, avanza esa recuperación idiomática, cultural y religiosa: empezó la batalla de Los Ángeles, California para los mexicanos.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)