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Sheinbaum, Merkel y el extraño enemigo

Por José Jaime Ruiz

@ruizjosejaime

@lostubosmty

Es probable que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ya terminó de leer el libro de memorias de Angela Merkel al que tituló Libertad, en español se encuentra en la editorial RBA y cuesta alrededor de 630 pesos. ¿Por qué la doctora leyó a la excanciller alemana? Por dos cosas, la similitud de sus carreras científico-políticas y cómo ser mujer en un mundo de líderes misóginos y no morir políticamente en el intento. Sólo hay que recordar cómo Vladimir Putin quiso amedrentar a Merkel llevando a su gran perro en un encuentro con la lideresa germana sabiendo, obvio, de su temor a los cánidos.

Los equipos de Sheinbaum y Trump cocinan un encuentro en el escenario de Kananaskis, Canadá. México fue invitado a esta edición del G7 en calidad de Estado observador, junto con Australia, Brasil, Corea del Sur, India, Sudáfrica y Ucrania, países que también han confirmado su asistencia al foro. Es bueno encontrarse con Trump fuera de su arena, ya vimos cómo le fue a Zelensky en la Casa Blanca y a Trudeau en Mar-a-Lago; habría que montar tramoya, escenario y decorados propicios a México. Muchas veces más que fondo, Trump es manera, forma.

Merkel, por ejemplo, subrayó, cada reunión con él era “una competencia: tú o yo”. En su momento, la prensa internacional destacó: “La excanciller rememoró en la entrevista un episodio en particular ocurrido en marzo de 2017, durante su primera visita a Trump en la Casa Blanca. En una escena ampliamente difundida, los fotógrafos pedían insistentemente un apretón de manos, y Merkel le preguntó discretamente a Trump: ‘¿Quiere darse la mano?’. El presidente electo estadounidense, con las manos entrelazadas, miró al frente sin responder”.

Angela Merkel también escribió que Donald Trump tiende a hacer que el partido contrario “se sienta culpable” en las reuniones y, al mismo tiempo, a “elogiarlo”. En otra sección de sus memorias, escribió que, en el vuelo de regreso de Washington tras su primera reunión con Donald Trump, llegó a la conclusión de que todavía tenía una mentalidad de “construir para vender”.

El fascista no conversa, dicta; el dictador no razona, impone. A los palurdos les vale la preparación académica y política de quien tienen enfrente. Donald sigue siendo el bocazas de siempre, pero algo en la doctora Sheinbaum cambió: pasó del sarcasmo y la ironía en contra de Trump (América Mexicana, Golfo de América – Golfo de México) a no confrontar ni ridiculizar al presidente de los Estados Unidos; estar a la defensiva es la reciente política de Sheinbaum. Canadá no es Brasil ni el G7 el G20. La agenda la impone Estados Unidos y lo actual con México, en este orden, es inmigración, seguridad-fentanilo y aranceles. Hay que recordar a Merkel: “Para él, todos los países son competidores y el éxito de uno significa el fracaso del otro. No cree que se pueda aumentar el bienestar de todos mediante la cooperación”. En efecto, Donald no busca la cooperación sino la sumisión, ya lo vimos en California. No nos equivoquemos, Trump es nuestro extraño enemigo.

(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto políticoCaldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)

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Autor: stafflostubos
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