Por José Jaime Ruiz
El periodismo militante, como yo lo encaro, no es ser de un partido, es militar con la verdad. // Stella Calloni
Carlos Loret de Mola ejerce un periodismo militante: milita en la mentira. La curva parabólica va de los montajes criminales (Vallarta-Cassez) hasta su reciente cobertura cuadrática en Los Ángeles. Hace poco, sin embargo, llegó al clímax de su indecencia: “Se trataba de un enfrentamiento entre miembros de La Mayiza y La Chapiza, dos facciones que se pelean el control del Cártel de Sinaloa, en el municipio de Elota, en Sinaloa”. Luego de ser exhibido en la Mañanera del Pueblo, Loret se disculpó: “Por error, @latinus_us difundió un vídeo de Yemen como si fuera de Sinaloa. Ya lo bajamos. Sabemos reconocer cuando nos equivocamos. Una disculpa a nuestra audiencia y a todos los afectados”. La Yementira como costumbre.
Loret de Mola es el representante del mal periodismo mexicano, la basura más excelsa. En su desventura lo acompañan muchos y muchas. No son compañeros de ideología, son militantes de la mezquindad y la codicia; reaccionarios, quisieran regresar a una etapa superada donde eran los privilegiados del chayote. Lo que más le duele es que exhiban sus mentiras en la Mañanera y que risas y risotadas lo ridiculicen: “Hoy se cumple una semana de que el gobierno de Claudia Sheinbaum empezó a orquestar una campaña de ataque y hostigamiento, a partir de nuestra cobertura en Los Ángeles”. Loret no necesita que alguien lo acose, el calumniador se acosa solo o, si de veras quiere hablar de acoso, que le pregunte a José Ramón López Beltrán, quien sufrió el acoso de Latinus, Loret y Xóchitl Gálvez.
Entre burlas veras, Loret lloriquea al decir que el acoso lleva la firma de la doctora Sheinbaum. La única rúbrica contante y sonante, es la que le proporciona salarialmente Roberto Madrazo cada quincena: “Hemos publicado las imágenes que exhiben al régimen en su guerra sucia: granadas aturdidoras explotando a unos metros de nosotros, el humo de los gases visible, todos en el equipo agachados para evitar las balas de goma, tosiendo por los gases. Incluso el emisario de la 4T que mandaron a insultarnos tenía boca y nariz tapadas por los gases lacrimógenos que, según ellos, nunca existieron”. Corresponsal de guerra en Ucrania o Yemen, Loret, sin querer queriendo, desmonta su propio montaje en Los Ángeles. De risa loca.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural Posdata y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)
