La aplicación “X” excita la histeria de Pedro Salmerón en sus posts. Ni precisión ni exactitud en sus apresurados comentarios que lo llevan a la mentira y la cobardía. En un artículo reciente, “Se les aguó con Aguayo”, aseguré: “Incongruente la posición del historiador orgánico de la 4T, Pedro Salmerón: “Ahora resulta que hay que cerrar los cuerpos colegiados de las universidades a todos los que no piensan como nosotros. ¿Sabes cómo se llama eso?”. Salmerón se responde a sí mismo: fascismo.
“Existe una ‘derechización woke’ en el historiador Pedro Salmerón que lo emparenta con Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín quienes, junto con Roger Bartra, quisieron implantar la idea de la deriva autoritaria de la 4T. La titular de la Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz, hizo bien en retirar a Sergio Aguayo Quezada de la consejería del CIDE”.
¿La respuesta de Salmerón? La banalidad, la mentira y la cobardía. Renuente a cualquier conversación de altura, el historiador se desgañita en historietas dramáticas y cómicas.
Leamos a Salmerón: “Y a todo esto, ¡qué error de la secretaria@rosauraRuiz4por no revisar que los cuatro consejeros estaban vigentes!”. El historiador se atrevió a calificar a la doctora de incompetente. En contrario, en el artículo “Se les aguó con Aguayo”, nunca se califica a Rosaura Ruiz de “imbecilidad moral” y, en otro post, el mismo Salmerón asegura que a Rosaura “no le informaron”. Pésimo lector, el historiador miente y, agobiado, pretende distraer de lo central: su cercanía intelectual con Bartra, Krauze y Aguilar Camín, además de su postura identitaria digital con Denise Dresser.
A Salmerón le duele que se le compare con Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, se olvidó de Roger Bartra quien fue el primero en escribir sobre “la deriva autoritaria” de la 4T y del regreso a un “nacionalismo autoritario” (Regreso a la jaula de la melancolía. El fracaso de López Obrador. Random House, 2021). Krauze en Reforma el 25 de mayo: “Un régimen que, a los defectos del PRI, suma una inédita vocación totalitaria, consumará la ejecución de la república”. Aguilar Camín sobre una foto de septiembre de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el Ejército: “Algo inconfundiblemente fascista en la simetría de la filas y los pendones. Inteligencia artificial? Realidad? La disciplina uniforme del pueblo nunca vista en México? La nueva era? La siguiente pesadilla? Pacotilla audiovisual? Escoja (sic)”.
Aunque le duela y sea para él inaceptable, los posts de Salmerón lo hermanan con Krauze y Aguilar Camín, repito: “Ahora resulta que hay que cerrar los cuerpos colegiados de las universidades a todos los que no piensan como nosotros. ¿Sabes cómo se llama eso?”. Salmerón se responde a sí mismo: fascismo. El historiador condena a la 4T por su inédita vocación totalitaria (Krauze), el nacionalismo autoritario (Bartra) y por ser inconfundiblemente fascista (Aguilar Camín).
Quienes no pueden discutir y agreden, deberían de dejar de gritar y mejorar sus argumentos. Su singular pluralidad nos indica de qué pie cojea Salmerón, la misma pata cobarde de la que cojea Denise Dresser porque bloquean cualquier crítica en “X”; en este tipo de cuestiones, nada diferencia a Denise de Pedro o a Salmerón de Dresser. Hijos del pensamiento único, su “pluralidad” también acaba cuando se les terminan los argumentos. Salmerón habla irresponsablemente de fascismo en la 4T y eso es deshonestidad intelectual, una mentira, una posverdad y, se sabe, “la posverdad es prefascismo”. En fin, mejor ser ignoto a que la reputación nos preceda. ¡Salud!
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural Posdata y de Posdata Editores. Dirige el periódico www.lostubos.com.)
